Verónica Ruiz Domínguez

DEPORTISTAS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS ANDALUCES

Verónica Ruiz Domínguez
Olímpica

Verónica
Ruiz

Huelva

Verónica Ruiz Domínguez

23.01.1989

Huelva

1
Juegos OlímpicosDeporteCategoríaPrueba
Resultado
2008 Pekín (China)Gimnasia_RítmicaFemeninaConjuntos
Puesto 11


Biografía de Verónica Ruiz Domínguez

Esta gimnasta onubense, que detenta el honor de haber sido la primera mujer de su provincia en haber participado en unos Juegos Olímpicos, vivió por y para la gimnasia desde que tuvo uso de razón. Con solo tres años, la influencia de su hermana mayor y su intermediación para que la benjamina de la familia tomase sus pasos obraron las circunstancias necesarias para que Verónica, a la que le encantaba imitarla, se iniciase en esta modalidad deportiva en el marco de la escuela municipal ubicada en el Polideportivo Andrés Estrada.

Obviamente, a estos condicionantes se unieron la disposición, las cualidades y la capacidad de trabajo que siempre derrochó nuestra protagonista, hija de Gonzalo y María Antonia y nacida el 23 de enero de 1989 en Huelva, cuyas facultades, perseverancia y óptima asimilación del adiestramiento de la escuela constituyeron su tarjeta de visita para ser admitida en el Club Rítmico Colombino.

En esta entidad, con centro de operaciones en el Polideportivo Las Américas, nuestra protagonista fue creciendo y progresando a las órdenes de entrenadoras como Amaia Arratibel, sorteando a plena satisfacción las diferentes etapas de la maduración deportiva y exhibiendo en competición el carácter y el nivel necesarios para brillar.

Así, en 1998 se proclamó campeona de España alevín por equipos con Andalucía y en 2000 logró en la misma categoría y el mismo certamen –celebrado en Córdoba– el título individual en el concurso general, medalla de oro y momento del que guarda un recuerdo imborrable. Posteriormente, en su último año como infantil (2002), fue subcampeona de España general y campeona en mazas y manos libres, éxitos que terminaron de convencer a las ojeadoras de la Real Federación España de Gimnasia –que la habían sometido a controles y pruebas en las concentraciones a las que había acudido previamente– para que en la temporada 2002-2003 ingresase en el equipo nacional júnior.

Aquella grandísima alegría –el sueño de llegar a unos Juegos Olímpicos adquiría mayor sustancia– implicó de facto una mayor ausencia del entorno familiar y mayores responsabilidades, pero todo ello fue asumido sin miedo y con decisión por esta joven de 14 años.

Su primer gran compromiso en el nuevo rol de internacional fue el Campeonato de Europa Júnior celebrado en la ciudad alemana de Riesa del 4 al 6 de abril de 2003, competición que constó de dos rotaciones y una final a la que accedían los cuatro primeros conjuntos de cada una de las dos mangas, siempre sobre el ejercicio de cinco aros. Verónica y España ocuparon la 8.ª posición el primer día y la 1.ª el segundo –ya sin los países favoritos– y en la final acabaron séptimas. Actuaciones como esta –en 2003 fue medalla de bronce en la general y plata en cinta en el Campeonato de España Individual Júnior– y el trabajo desarrollado en los entrenamientos ocasionó que a finales de 2005 la seleccionadora nacional, la bielorrusa Anna Baranova, la promocionara al equipo sénior.

Esta importantísima novedad conllevó el inmediato traslado a Madrid para vivir en la Residencia Joaquín Blume y entrenar bajo el sistema de concentración permanente en el Centro de Alto Rendimiento, a las órdenes de la propia Baranova y Sara Bayón, la responsable de conjuntos.

El debut competitivo de Verónica en estas lides del máximo nivel se produjo en el mes de marzo de 2006, asistiendo a dos acontecimientos del circuito mundial, ambos con nivel grand prix. Los días 11 y 12 compitió en el Torneo de Madeira (Portugal) y del 24 al 26 hizo lo propio en los Internacionales de Thiais (Francia), debiendo resaltar las tres medallas de plata obtenidas en la isla portuguesa (general, cinco cintas y tres aros/cuatro mazas) y el 5.º puesto en el torneo galo. No obstante, en el resto del año Verónica quedó en la suplencia y, obviamente, no participó ni en la Copa del Mundo ni en el Europeo. La titularidad llegaría en la temporada 2007, en la que el conjunto nacional sénior quedó compuesto por Bárbara González, Lara González, Isabel Pagán, Ana María Pelaz, Elisabeth Salom y Verónica Ruiz. Los Juegos estaban más cerca, aunque antes de nada España debía clasificarse en el Campeonato del Mundo.

El camino hasta dicha cita clasificatoria se compuso de tres pruebas de la Copa del Mundo, en las cuales las españolas lograron ser muy regulares tanto en la general como en los dos ejercicios, cinco cuerdas y tres aros/cuatro mazas –los resultados se expresan por ese orden. Tales estaciones fueron Portimao (5/6/6), Nizhni Nóvgorod (plata/4/plata) y Génova (6/5/5), con un esperanzador balance de dos medallas y siete puestos entre los seis primeros conjuntos.

En Patrás (Grecia), sede del Mundial, la tendencia se mantuvo y el conjunto nacional acabó 6.º en cada uno de los dos aparatos y, esencialmente, 5.º en la general, posición que otorgó el ansiado billete para los Juegos Olímpicos. Este logro constituye el segundo gran recuerdo de Verónica relativo a su vida deportiva, por cuanto se obtuvo con muchos problemas y un delicado estado de salud de muchas de las gimnastas, afectadas de gastroenteritis.

Para cerrar el año, la formación española acudió a un torneo preolímpico –sin plazas en juego– celebrado del 5 al 7 de diciembre en Pekín bajo el nombre de Good Luck Invitational 2007 y que terminó en una discreta 8.ª y última plaza, por detrás de Rusia, Italia, una sorprendente China, Bielorrusia, Bulgaria, Israel y Ucrania.

Pese a este último examen, la composición del conjunto no cambió en el año olímpico y Verónica continuó en su plaza de gimnasta titular, cosechando buenos resultados en las competiciones que compusieron la preparación para las Olimpiadas, esto es, las copas del mundo de Portimao (6/7/6) y Minsk (5/5/5) y el Campeonato de Europa de Turín (6/4/4). Antecedentes todos ellos tan positivos que el resultado obtenido finalmente en Pekín 2008 –era impensable que no se consiguiera al menos el pase a final y, por tanto, el diploma– supuso una gran decepción.

Verónica Ruiz (la más joven del equipo con 19 años), Bárbara González, Lara González, Isabel Pagán, Ana María Pelaz y Bet Salom debutaron el 21 de agosto sobre la pista del gimnasio de la Universidad Tecnológica de Pekín logrando la 7.ª posición en la rotación inicial –cinco cuerdas– con 15,725 puntos.

Sin embargo, al día siguiente, en el ejercicio de tres aros y cuatro mazas, cometieron varios errores y uno en concreto les costó una penalización de 0,400, lo que les llevó, con solo 14,375 puntos, a la 11.ª plaza. La suma de ambos ejercicios fue desalentadora: 30,100 y 11.º puesto final, fuera de la final y solo por delante de Brasil. En la final de ocho, Rusia se colgó el tercer oro consecutivo.

Con la tristeza por la oportunidad perdida, Verónica cerró el año el 5 de octubre en la final de la Copa del Mundo que tuvo lugar en Benidorm (Alicante), subiendo al podio para recoger, junto a sus compañeras, sendas medallas de plata en los ejercicios de cinco cuerdas y tres aros/cuatro mazas –no hubo clasificación de concurso general. Días más tarde, accedía al cargo de seleccionadora nacional la búlgara Efrossina Angelova.

La de Benidorm resultó ser la última competición de Verónica Ruiz. Operada en marzo de 2009 de un pie para curar una lesión que venía padeciendo desde la temporada anterior y ante las serias dudas sobre la posibilidad de poder recuperar el nivel competitivo, la gimnasta andaluza decidió retirarse con solo 20 años de edad, pero 17 a pleno rendimiento en la gimnasia. A su despedida, bien reconocida en su tierra onubense, optó por seguir en Madrid para terminar los estudios de Fisioterapia que había comenzado en la Universidad Complutense de Madrid cuando entró en el equipo nacional.

Actualmente continúa en la capital de España trabajando como fisioterapeuta en el Hospital Rey Juan Carlos, después de haberlo hecho a lo largo de 2018 para la Real Federación Española de Gimnasia. Aunque posee el título de entrenadora nacional de gimnasia, no vislumbra a medio plazo ejercer como tal. Como ella afirma, su vocación fue ser gimnasta, no entrenadora. Y la cumplió.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 20 de noviembre de 2020