Sergio Llopis Solís

Biografía de Sergio Llopis Solís

Sergio Llopis podría ser considerado uno de los mejores jugadores del bádminton español de todos los tiempos, a tenor de un palmarés acreditado de 14 títulos nacionales absolutos y diversos triunfos y puestos de honor en torneos internacionales, pero sobre todo por la condición de olímpico ganada por derecho propio, esto es, por ranking, siendo el único jugador español que ha participado en dos pruebas en los mismos Juegos.

Llopis nació el 18 de agosto de 1978 en la localidad valenciana de Játiva, siendo el tercero y último de los tres hijos varones que tuvieron sus padres, José y Marisol. Y actualmente reside en Alicante, donde ha creado su propia familia junto a la también jugadora Dolores Marco y sus hijos Sara y Pablo y donde trabaja de profesor de Educación Física en un instituto mientras entrena a jóvenes promesas en el Centro de Tecnificación de la Comunidad Valenciana.

Pero, indudablemente, estas raíces y vivencias levantinas conviven con una etapa de su vida, la más brillante desde el punto de vista deportivo, en la que ejerció de andaluz y sevillano –“me considero sevillano, eso sí, de adopción”–, como él afirma. Efectivamente, cuando en 2002 se instaló en Andalucía para fichar por el Club Bádminton La Rinconada, el prolífico jugador, apoyado por el Plan Andalucía Olímpica, dio el salto de calidad definitivo en su juego y compitió a su mejor nivel tanto en dobles –en alianza con el malagueño José Antonio Crespo– como en individuales, contribuyendo a uno de los grandes hitos del deporte andaluz, como fue el triunfo del club rinconero en el Campeonato de Europa de clubes en 2006 –del que luego fue desposeído– y obteniendo la clasificación para los Juegos. Por tales motivos, Sergio Llopis figura en este libro como deportista olímpico andaluz.

Descubrió el bádminton a los 9 años de edad en el colegio donde estudiaba primaria, el Beato Jacinto Castañeda, en cuyo gimnasio entrenaba el Club Bádminton Játiva. A dicho club pertenecía su hermano mayor José Luis y de acompañarle los sábados por la mañana para entrenar surgió primero la curiosidad y luego la acción de coger uno de esos días la raqueta para probar.

Un sábado, otro sábado. La experiencia le gustó y con 10 años, por consejo de su hermano, se inscribió junto a unos amigos en la Escuela Deportiva Municipal, donde Emilia Argente y Vicente Ferrer creaban cantera. Tan bien se le daba el manejo de la raqueta que al poco tiempo la escuela se le quedó pequeña y ascendió al club, con el que empezó a competir en la provincia y en la comunidad autónoma y a obtener los primeros podios. Todo aquello –la competición, los viajes y las medallas– terminaron por entusiasmarlo y el atletismo y el fútbol, que eran deportes que también le gustaban y practicaba, pasaron a un segundo plano.

Siempre conducido por su hermano José Luis, a los 12 años empezó a entrenar con rigor cuatro y cinco días a la semana sin que sus obligaciones escolares se vieran afectadas por el tiempo dedicado al deporte. Una dedicación que trajo sus frutos en 1992, cuando en el Campeonato de España cadete disputado en Cangas de Onís (Asturias) se alzó con los primeros títulos nacionales al vencer en las tres pruebas en liza: individuales, dobles (con Enrique Ureña) y dobles mixtos (con Ana Ferrer). Al año siguiente (1993), se impuso tanto en el Nacional cadete como en el Nacional júnior en individuales y dobles mixtos (con Ferrer), mientras que en 1994 y 1995 se adjudicó el entorchado júnior en individuales.

Esa temporada de 1995 decidió trasladarse al Centro de Tecnificación de Cheste para entrenar de forma más cualificada, lo que en el plano académico significó que debiera abandonar el IES Josep de Ribera de Játiva para matricularse en el IES Valentín Correcher –donde terminó la secundaria– de aquella localidad. En Cheste permaneció dos campañas, la citada del ingreso y 1996, cuando ganó la medalla de oro en dobles en su último Campeonato de España júnior.

El cambio personal más drástico lo experimentó en 1997 cuando con 18 años aceptó una beca para vivir en la Residencia Joaquín Blume y entrenar en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid. Una oportunidad y una experiencia que se prolongaron por espacio de nueve años –permaneció hasta 2005– en los que pudo compatibilizar con éxito la práctica deportiva con la licenciatura en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en la Universidad Politécnica de Madrid.

La estancia en la capital significó en el ámbito deportivo el disponer de los mejores medios al alcance del bádminton español de entonces para que el talento de Sergio Llopis se expresase en toda su dimensión y el primer artífice de ello fue el técnico chino Zhang Xiaoping, quien le mostró lo que era el bádminton de alto nivel. Asimismo, supuso la integración total en el equipo nacional absoluto y la apertura de las puertas a la participación en torneos y campeonatos internacionales.

Llegados a este punto, discernamos entre la trayectoria doméstica de nuestro protagonista y su faceta exterior para hacer más comprensible su extenso palmarés. En el Campeonato de España absoluto, el valenciano ha acumulado 14 medallas de oro según la siguiente distribución: 3 en individuales (1998, 2003 y 2005), 3 en dobles (2002 y 2003 con Crespo y 2011 con Rafael Fernández) y 8 en dobles mixtos (1997, 1998 y 1999 con Ana Ferrer; 2000 y 2001 con Dolores Cuenca; y 2005, 2006 y 2007, con Dolores Marco).

Por su parte, como jugador internacional, ha estado presente en toda cita importante de la selección española desde 1997 a 2006, así como en infinidad de torneos internacionales. Cabe destacar que en 1997 estuvo en el combinado nacional campeón por equipos de los Juegos Mediterráneos de Bari y que en 1998 se alzó con la medalla de bronce en dobles en los Internacionales de Polonia y España. En 1999, logró la medalla de bronce en dobles en los Internacionales de Portugal, Brasil e Islandia y también la de bronce en individuales en los de Brasil y México.

En 2000, año olímpico, en dobles fue medalla de plata en los torneos de Cuba y Hungría y de bronce en los de Perú, Chile y Eslovenia, mientras que en dobles mixtos fue bronce en Eslovenia y Hungría, y en individuales también bronce en Chile. Pese a todo, no logró el pasaporte para los Juegos de Sídney 2000.

Con el nuevo ciclo olímpico, el equipo nacional pasó a ser dirigido por el olímpico granadino David Serrano, quien vio el potencial que Llopis y el malagueño Crespo podían desarrollar en la pista de cara a la clasificación para Atenas 2004, una posibilidad que pasó ser objetivo prioritario por cuanto nunca antes jugadores de bádminton españoles habían acudido a los Juegos por derecho de clasificación. Para lograrlo y siempre en el marco del CAR de Madrid, Llopis y su nuevo compañero de juego llevaron a cabo entrenamientos periódicos e intensos cuando no debían atender a sus compromisos de club o, fundamentalmente, viajar a los torneos y campeonatos que habían de dar los puntos necesarios para ocupar las plazas privilegiadas del ranking mundial.

En tales condiciones, en 2001 Llopis atendió a los dos principales compromisos del equipo nacional, como fueron el Campeonato de Europa B –Helvetia Cup– en Most (República Checa), en el que el triunfo español conllevó el ascenso a la Primera División europea, y la Copa Sudirman –el Mundial por equipos mixtos– celebrada en Sevilla y donde el jugador llegó a los dieciseisavos de final en dobles, contribuyendo a la 31.ª posición de España. En 2002, hizo lo propio compitiendo en el Campeonato del Mundo por equipos masculinos –Thomas Cup–, en Eindhoven (Holanda), y en el Campeonato de Europa por equipos, en Malmö (Suecia), donde España acabó 13.ª.

No obstante lo anterior, en estas dos temporadas la clasificación olímpica era aún una quimera para Sergio Llopis, muy postergado en el ranking mundial. Fue a partir de la temporada 2002-2003 cuando se produjo la escalada definitiva hacia el sueño de los Juegos merced a una evolución cualitativa en juego y mentalidad propiciada por el traslado a Andalucía, el fichaje por el sevillano Club Bádminton La Rinconada, la acertada dirección técnica de Antonio Molina, la incorporación al Plan Andalucía Olímpica y la identificación con una ciudad que lo acogió con los brazos abiertos.

Así, en 2003, retornó con España a la Copa Sudirman –puesto 25.º–, pero sobre todo empezó a sumar puntos gracias a los éxitos en los torneos internacionales puntuables, eso sí, a base de pasarse medio año con las maletas de un país a otro. En dobles, con Crespo, venció en Brasil, Perú y Miami, e hizo podio en Puerto Rico, Eslovenia, República Dominicana, Holanda e Irlanda, lo cual les otorgó en el mes de julio el puesto 13.º en el ranking mundial de dobles.

La culminación de todo ello se produjo en 2004. Atención al palmarés: 9.º en dobles en el Campeonato del Mundo celebrado en Birmingham (Reino Unido); 5.º en dobles y 9.º en individuales en el Campeonato de Europa de Ginebra (Suiza); medalla de bronce en individuales y dobles en los Internacionales de España; bronce en dobles en los Internacionales de Isla Mauricio; plata en dobles en el Abierto de Holanda, en Wateringen; y bronce en dobles en los Internacionales de Irán, en Teherán. ¿Consecuencia? La clasificación olímpica en dobles y también en individuales, merced a la 46.ª posición obtenida de la tabla mundial del 1 de mayo de 2004.

Ya en la capital griega, en el Pabellón de Goudi, se trataba de disfrutar. En dobles, donde competían 22 parejas, Crespo y Llopis cayeron el 15 de agosto en la primera ronda (1/16) ante los surcoreanos Dong Soo Lee y Yong Sung Yoo por 0-2, con tanteos de 3-15 y 9-15. Mientras, en individuales, al día siguiente, Llopis fue uno de los 16 eliminados también en primera ronda (1/16) al perder frente al indio Nikhil Kanetkar, por 1-2 (7-15, 15-13 y 13-15).

De este fantástico año, nuestro biografiado recuerda, amén de los resultados logrados, el haber disfrutado “en todo momento de la compañía de Dolores Marco, Loli, quien se quedó como primera reserva para disputar los Juegos Olímpicos, y que hoy es mi esposa y madre de mi hija”.

Tras los Juegos, Sergio Llopis encaró una nueva etapa de su vida enfocada más bien al ámbito laboral, sobre todo a raíz de la obtención de la titulación universitaria en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y de una plaza de profesor interino en un instituto, si bien no abandonó el bádminton y, compaginando ambas facetas, continuó a un dignísimo nivel integrado en el equipo nacional –ahora a las órdenes de Fernando Rivas– y en el CB Rinconada.

Con la camiseta nacional, en 2005 ayudó a la consecución de la medalla de plata en el Europeo B celebrado en Chipre y se alzó con la medalla de bronce en individuales en el Internacional de Miami y la de plata en dobles mixtos –con Marco– en el Campeonato Internacional de Portugal. En 2006 y siempre haciendo pareja con Dolores Marco en dobles mixtos, se hizo con la medalla de bronce en el Internacional de España y acabó 33.º el Campeonato del Mundo, en Madrid.

Defendiendo al CB Rinconada, en 2005 repitió la 13.ª posición lograda en 2004 en Haarlem (Holanda) durante el Campeonato de Europa de Clubes celebrado en París (Francia), aunque la gran noticia sucedió en 2006 cuando, en la temporada de la despedida del club rinconero, contribuyó a la obtención del título de campeón de Europa, luego de derrotar en la final (4-1) al Issy-les-Moulineaux francés. Aquel Campeonato de Europa de Clubes se disputó precisamente en La Rinconada y significó el primer –y único– triunfo de un club español en el certamen, aunque posteriormente el equipo fue descalificado por alineación indebida de un jugador.

Asimismo, destacar que con el club sevillano, Llopis se alzó con el título liguero de División de Honor en todos y cada uno de los años de pertenencia al mismo, al ganar de 2003 a 2006.

A partir de la campaña 2006-2007 –en la que fichó por el CB Paracuellos de Madrid– Llopis, retirado de la selección española, se ciñó a competiciones nacionales tales como la liga nacional, el Campeonato de España y el Abierto Internacional de España, en el cual participó por última vez en 2009.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 9 de noviembre de 2020