Pablo Zarzuela Beltrán

DEPORTISTAS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS ANDALUCES

Pablo Zarzuela Beltrán
Paralímpico

Pablo
Zarzuela

Cádiz

Pablo Zarzuela Beltrán

02.04.1987

Jerez de la Frontera (Cádiz)

2
Juegos ParalímpicosDeporteCategoríaPrueba
Resultado
2016 Río de Janeiro (Brasil)Baloncesto_en sillaMasculinaBaloncesto en silla
Medalla de plata
2020 Tokio (Japón)Baloncesto_en sillaMasculinaBaloncesto en silla
Puesto 4


Biografía de Pablo Zarzuela Beltrán

Nacido, como su gemelo Alejandro, el 2 de abril de 1987 en Jerez de la Frontera (Cádiz), aunque instantes antes que aquel, Pablo comparte con su hermano una vida prácticamente en paralelo, la misma lesión de espina bífida y una trayectoria deportiva casi calcada en la que relucen con luz especial las dos coronas europeas sub-22 –es uno de los Júniors de Oro–, el subcampeonato mundial sub-23, el subcampeonato europeo absoluto y la plata paralímpica, amén de 26 títulos en los clubes donde ha militado. Éxitos que le han otorgado un palmarés y una personalidad propia en el ámbito internacional del baloncesto en silla de ruedas.

Hijo de Juan Miguel y Toñi y segundo de tres hermanos, Pablo Jesús estudió en el Colegio de Educación Infantil y Primaria Alcazaba y en el Instituto de Enseñanza Secundaria Almunia de la ciudad jerezana, época en la que se produjeron sus primeros contactos con el deporte. Estos fueron en la disciplina del tiro del arco, a la que Alejandro había arrastrado a su padre y a Pablo. Los tres, bajo la tutela del Club Carcaj, tomaron el pulso a esta disciplina, aunque solo el patriarca la desarrollaría hasta llegar al alto nivel. Pablo, que había logrado triunfos autonómicos en edad alevín, fue el primero en dejarlo ya que sus ilusiones y deseos se dejaron encandilar por un nuevo deporte: el baloncesto.

Acaeció a principios de 1999 y fue algo fortuito. Nuestro protagonista y su madre paseaban por un centro comercial y el jugador del CB Jerez José María Buzón se topó con ellos y animó a aquel niño algo escuálido a que probase a jugar al basket, con la suerte de que el lugar de entrenamientos del club jerezano era el Polideportivo Municipal Kiko Narváez, muy cerca de la casa de los Zarzuela. Estas circunstancias ayudaron a que Pablo comenzase a exprimir todo su potencial ese mismo año y que, al contrario de lo que había sucedido con el tiro con arco, fuese él que terminase captando a su hermano Alejandro también para el deporte de la canasta.

Con solo 12 años, los dos hermanos encararon su primera temporada oficial (1999-2000) en las filas del CB Jerez en Segunda División, a las órdenes del técnico Abraham Carrión, con el que, después de dos años en el equipo de casa, marcharon en 2001-2002 al CD Safemi. En el club de San Fernando Pablo jugó dos años y, tras ascenderlo a Primera División, fichó en la temporada 2003-2004 por el CD ONCE Andalucía.

En Sevilla, nuestro biografiado vivió cuatro años de plenitud, ganando la Liga de División de Honor y la Copa del Rey en 2004, 2005 y 2006, y siendo tercero en el campeonato liguero de 2007, año en el que explotó Alejandro y él, por el contrario, padeció múltiples problemas físicos que apenas le permitieron jugar. Posteriormente, tras un año en el Econy Sandra Gran Canaria (2007-2008), Pablo se rencontró con su gemelo en el fallido Peinsa La Unión BSR durante la temporada 2008-2009, la cual, tras la descalificación y desaparición del club murciano por motivos económicos, tuvieron que terminar en el BSR Marbella, en Primera División.

De nuevo el ONCE Andalucía fue el destino de los Zarzuela, aunque esta vez su papel fue más predominante. Bajo las directrices del entrenador Matteo Feriani, Pablo y Alejandro ganaron, junto a sus compañeros, la Liga y la Copa del Rey en 2009-2010. Al año siguiente, Alejandro marchó a Valladolid y Pablo permaneció una campaña más en Sevilla antes de que la desaparición de la histórica formación andaluza le obligase a dar el salto en la temporada 2011-2012 al único club el que ha pertenecido desde entonces: el CD Ilunion de Madrid.

En el equipo de la capital, antiguo Fundosa ONCE, Pablo lo ha ganado (casi) todo en España, esto es, siete ligas –sólo se escaparon la de 2018, a manos del Amiab Albacete, y la de 2021, para el Bidaideak Bilbao, amén de la de 2020, inconclusa– y todas las copas del Rey –nueve– desde 2012 a 2020, hasta que la de 2021 se la adjudicara al Amiab de su hermano Alex. Por otra parte, en la Copa de Europa nunca ha bajado de la 4.ª posición: 4.º en 2012, 3.º en 2013, 2.º en 2014, 2015, 2018 y 2019 y campeón en 2016 y 2017. En 2021 también fue 3º en la Copa de Campeones, competición creada ese año por la IWBF ante la cancelación de todas las competiciones continentales.

El recorrido de Pablo Zarzuela en los equipos nacionales principió cuando tenía 17 años. Era 2004 y fue llamado para disputar el Campeonato de Europa sub-22 en la localidad belga de Malle junto a su hermano Alejandro y los también andaluces Israel Sánchez, Jesús Romero y Antonio Benítez. El cuadro español conquistó la medalla de bronce, primer podio de los siete que ha pisado esta generación, la más exitosa de la historia del basket en silla español.

En 2005, una enfermedad apartó a nuestro jerezano del Mundial sub-23, para el que estaba convocado, pero no le impidió debutar con 18 años en el equipo absoluto con motivo del Campeonato de Europa de París, contribuyendo a la 7.ª posición de España. No obstante, Pablo no volvería a la selección “grande” hasta seis años después, tiempo de ausencia en el que puso todo de su parte en las gestas logradas por la selección joven en el Campeonato del Mundo sub-23 de París 2009 (medalla de plata, tras ceder en la final ante Estados Unidos) y en los campeonatos de Europa sub-22 de Estambul 2006 y Adana 2008, donde España se alzó con sendos títulos continentales, batiendo en las finales a Reino Unido y Turquía, respectivamente.

Ser dos veces campeón de Europa y una vez subcampeón del mundo fueron avales suficientes, junto a sus prestaciones de club, para que Pablo Zarzuela regresase en 2011 a la selección española. El objetivo era la disputa del Europeo absoluto en Nazaret (Israel), a cuyo término se logró un espléndido balance de una medalla de bronce y el pasaporte para los Juegos Paralímpicos de Londres 2012, dieciséis años después de la última presencia española. Lamentablemente, una lesión impidió a Pablo acudir a la capital inglesa.

Su debut paralímpico debió esperar a Río de Janeiro 2016, acontecimiento al que nuestro protagonista llegó en plenitud y dentro del equipo nacional por méritos propios, después de un ciclo en el que había participado en la medalla de bronce del Campeonato de Europa de Fráncfort 2013, en el 4.º puesto del Campeonato del Mundo de Incheon 2014 y en la 5.ª plaza en el Europeo de Worcester 2015 –que otorgaba la clasificación paralímpica–, siempre al lado de Alejandro.

A Brasil, el seleccionador nacional, José Manuel Artacho –también técnico del Ilunion– llevó a Agustín Alejos, Jordi Ruiz, Jaume Llambi, Francisco Javier Sánchez, Daniel Stix, Carlos Vera, Amadou Tijane Diallo, Asier García, David Mouriz y los andaluces Jesús Romero y Alejandro y Pablo Zarzuela. Este doce avisó de sus posibilidades e intenciones en una primera fase casi perfecta que culminó como líder de su grupo después de haber vencido a Canadá (80-46), Japón (55-39), Australia (75-64) y Holanda (66-48), y solo haber cedido frente a Turquía (65-68).

Luego, en las eliminatorias, se impuso a Alemania (70-66) en cuartos de final y a Reino Unido (69-63) en semifinales para llegar a la deseada final del 17 de septiembre ante Estados Unidos, equipo al que España había sido incapaz de vencer en compromisos anteriores y que los Zarzuela conocían bien desde el Mundial sub-23. La historia se repitió en Río de Janeiro y los americanos ganaron por 52-68 a unos españoles que mantuvieron el tipo hasta bien avanzada la segunda mitad.

Tras la experiencia paralímpica, Pablo Zarzuela volvió a vestir la camiseta nacional en el Campeonato de Europa de 2017, en Tenerife, donde las expectativas estaban mucho más altas que la 5.ª posición alcanzada; en el Campeonato del Mundo de 2018, en Hamburgo, donde España firmó asimismo la 5.ª plaza tras caer en cuartos ante los ingleses; y en el Europeo de 2019, en Walbrzych, donde el combinado entrenado por Óscar Trigo se hizo con la medalla de plata tras llegar invicto a la final y solo ceder ante, una vez más, los ingleses por 77-52. Un subcampeonato continental que valió, además, el pasaporte para los Juegos de Tokio.

En Japón vivió Pablo, al lado de su hermano, su segunda cita paralímpica, saldada esta vez sin metal aunque con un diploma. Encuadrada en el grupo A, España firmó un pleno de triunfos en la fase preliminar, ante Corea del Sur (65-53), Canadá (78-41), Colombia (74-56), Turquía (79-61) y Japón (79-61). Como primera de grupo, se midió en cuartos de final a Alemania, a la que superó de forma apurada (71-68) para meterse en la lucha por las medallas. Sin embargo, y como en la final de Río de Janeiro, Estados Unidos se impuso a España por 52-66 en las semifinales; y en el partido por el bronce, Reino Unido también batió por 58-68 a los de Trigo, que así debieron consolarse con la cuarta plaza definitiva.

Actualmente, Pablo vive en Madrid como jugador que es del Ilunion. En 2016, recibió el Premio Andalucía de los Deportes. En diciembre de 2021 disputó una nueva competición continental con España, además en Madrid, aunque en esta ocasión sin su gemelo Alex, operado de los hombros. Un Europeo que la selección –de más a menos– cerró con una decepcionante 7.ª plaza que le deja fuera del Mundial 2022.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 19 de diciembre de 2021