Pablo Enrique Baños Yerga

DEPORTISTAS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS ANDALUCES

Pablo Enrique Baños Yerga
Olímpico

Pablo
Baños

Cádiz

Pablo Enrique Baños Yerga

04.12.1982

Jerez de la Frontera (Cádiz)

1
Juegos OlímpicosDeporteCategoríaPrueba
Resultado
2004 Atenas (Grecia)Piragüismo_TranquilasMasculinaK-2 1.000 m
Puesto 10


Biografía de Pablo Enrique Baños Yerga

Apodado el Denilson de la piragua, por su parecido con el ex futbolista brasileño, Pablo Baños es hasta la fecha el último piragüista masculino andaluz en haber participado en unos Juegos Olímpicos, logro cuyo camino empezó a los nueve años cuando se instaló, debido al traslado laboral de su padre, en Sanlúcar de Barrameda, después de haber nacido el 4 de diciembre de 1982 en Jerez de la Frontera y haber vivido en San Roque y Algeciras.

Un recorrido por la provincia de Cádiz que culminó en la desembocadura del Guadalquivir, lugar donde aprendería a amar la piragua, “amor” por el que dejó gustosamente el judo, el tenis y la vela, ya que, como él afirma, el piragüismo le concedía “mayor contacto con el agua y se experimenta una sensación de velocidad más intensa”, que era la que le atraía.

Inquieto desde pequeño, ya había mostrado actitudes y aptitudes para el deporte en la calle y en el patio del Colegio María Luisa Ferry, como luego haría en el Instituto Juan Sebastián Elcano y en el gimnasio, pero afortunadamente para el deporte andaluz todo este potencial se recondujo hacia el piragüismo y fue por la mano involuntaria de su padre, quien a los diez años le inscribió en el sanluqueño Club de Actividades Náuticas Eslora para que se iniciase en la navegación a vela. No contaba el cabeza de familia con que la operación le saldría algo desviada pues el chico pronto sintió predilección por la piragua, azuzado además por las buenas enseñanzas de Marco Parejo.

Poco a poco el futuro deportista de elite creció a base de entrenamientos y resultados en los campeonatos de Andalucía, copas de España y campeonatos nacionales, alcanzado numerosos podios en K-1 500 metros, K-2 500, K-1 1.000 y K-2 1.000, éxitos que le llevaron a integrarse en el equipo nacional júnior en 1998 y a comenzar una etapa de estancias fuera de casa –concentraciones permanentes en la residencia Joaquín Blume de Madrid y Centro Especializado de Alto Rendimiento de Remo y Piragüismo de La Cartuja, en Sevilla–, las cuales fueron motivo de disensión familiar por la primera negativa de Juan Enrique, su padre, atenuada por la intervención posterior de Sonia, su madre, quien consiguió el consenso.

De este modo, el palista gaditano, cincelado paulatinamente por técnicos como el ya citado Marco Parejo, Daniel Brage, Carlos Prendes y Miguel García, debutó en un gran campeonato internacional en 1999, alcanzando la medalla de bronce en K-2 1.000 en el Campeonato del Mundo júnior organizado en Zagreb (Croacia), junto al ilerdense Damián Vindel. Al año siguiente, se despidió de la categoría juvenil rubricando un excelente ejercicio en el que destaca el doble subcampeonato europeo en K-2 500 y 1.000, al lado del ceutí Víctor López, en Boulogne-sur-Mer (Francia), así como las cuatro medallas cosechadas en la Regata Internacional Juvenil de Bratislava (Eslovaquia): oro en K-1 1.000, K-1 3.000 y K-2 1.000, y plata en K-2 500.

Se estrena en la categoría sénior en 2001 y logra buenas clasificaciones en su debut entre los mayores, de tal valor que comienza a albergar esperanzas de estar en los Juegos de Atenas 2004. Prueba de ello, sus dos victorias en las pruebas de la Copa del Mundo de Sevilla, en K-4 200, y de Zagreb (Croacia), la 6.ª posición en el Campeonato de Europa de Milán (Italia) y el 7.º puesto en el Campeonato del Mundo, en Poznan (Polonia), estos tres últimos hitos en la prueba que ya no abandonará hasta el siguiente ciclo olímpico: el K-2 1.000 metros.

En los años sucesivos, firmará dos dignos Mundiales en Sevilla 2002 (16.º) y Gainsville (EEUU) 2003 (11.º), pero el espaldarazo a sus aspiraciones olímpicas quedó escenificado en el Campeonato de Europa de 2004, en su ya conocida ciudad de Poznan, donde Pablo consiguió la medalla de plata y el billete a Atenas 2004, siempre con su inseparable compañero Javier Herranz.

Con la moral por todo lo alto y a los 21 años de edad, el andaluz se presentó en el centro olímpico de Schinias, donde él y Herranz debutaron el 23 de agosto en la primera ronda del K-2 1.000 metros. Cuartos de la primera serie, a un segundo de la clasificación directa para la final, reservada a los tres primeros, se jugaron, dos días después, dicho pase en la semifinal única, en la que, de nuevo, fueron cuartos, a una décima del objetivo de quedar entre los 9 mejores, ocupando un oficioso 10.º puesto final entre 16 barcos participantes.

Con gran juventud y muchas paladas en sus poderosos brazos aún por ejecutar, las perspectivas de estar en unos segundos Juegos eran máximas para Baños al principio del ciclo olímpico 2004-2008 y los resultados ayudaron a apuntalar esta previsión. Así, siempre en K-2 1.000, fue 7.º en el Campeonato de Europa de Poznan 2005, 8.º en el Campeonato del Mundo de Zagreb 2005, medalla de oro en los Juegos Mediterráneos de Almería 2005, medalla de bronce en el Campeonato de Europa de Roudnice 2006 y, eso sí, discreto 17.º en el Campeonato del Mundo de Szeged 2006.

Definitivamente, en 2007, luego de concluir 8.º en K-4 200 y 9.º en K-4 500 en el Europeo de Pontevedra, una lesión dorsal antes del control selectivo para el Mundial de Duisburgo (Alemania) –donde se jugaban las plazas olímpicas– le impidió acudir al trascendental compromiso y ello cercenó sus opciones de estar en Pekín 2008. La fortuna tampoco estuvo de su lado en 2009 cuando sufrió un accidente doméstico –un cristal le cortó una espinilla afectando a cinco tendones, el nervio y la arteria– un mes antes del Campeonato del Mundo de Dartmouth (Canadá), que le alejó de la competición hasta la temporada siguiente. No obstante, consiguió recuperarse y ya en 2011 retornó a la primera escena internacional acabando 7.º en K-4 1.000 en la Copa del Mundo de Duisburgo, aunque sin la necesaria continuidad. En 2013, detuvo su carrera deportiva al saber que iba a ser padre.

En la actualidad, continúa viviendo en Sanlúcar de Barrameda junto a su mujer, Isabel, y sus dos hijos –nacidos en 2014 y 2019–, trabaja en un gran almacén de material deportivo y mantiene la forma y la pasión por el piragüismo, junto a nuevos estímulos en la especialidad marítima de surfski.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 3 de diciembre de 2020