Nuria Kodid Domínguez Asensio

DEPORTISTAS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS ANDALUCES

Nuria Koudeed Domínguez Asensio
Sevilla

Nuria Kodid Domínguez Asensio

30.01.1974

Toronto (Canadá)

3
Juegos OlímpicosDeporteCategoríaPrueba
Resultado
1996 Atlanta (EE.UU.)RemoFemeninaDoble scull peso ligero
Puesto 16
2004 Atenas (Grecia)RemoFemeninaSkiff
Puesto 6
2008 Pekín (China)RemoFemeninaSkiff
Puesto 14


Biografía de Nuria Kodid Domínguez Asensio

Cuando las catalanas Ana Boada y Aina Cid accedieron a la final del dos sin timonel de los Juegos de 2016 pocos medios de comunicación se acordaron del hecho de que era la primera tripulación doble femenina del remo español en llegar a la fase de las seis mejores en unas Olimpiadas. Por supuesto, pocos –realmente ninguno– recordaron que el camino en finales olímpicas del remo femenino patrio lo había iniciado la andaluza Nuria Domínguez. Una pionera en toda regla.

Nuria Kodid Domínguez Asensio –debiéndose Kodid al hecho de que nació en Toronto (Canadá), a pesar de que el nombre sea indio de la Guayana y no de Norteamérica– vino al mundo el 30 de enero de 1974 en la urbe canadiense, como su hermano mayor, Álvaro Imenak, si bien, a los cuatro meses de vida de Nuria, sus padres –Pedro y María Montserrat– volvieron a España con los pequeños, concretamente a Sevilla, donde la familia se asentaría definitivamente –nació la hermana menor de Nuria, Laura Teresa– y Nuria llevó a cabo su formación personal, académica y deportiva.

Desde muy temprana edad, nuestra protagonista tuvo claro que quería ser deportista. Soñaba con ser futbolista o atleta, debido a la afinidad y habilidad que mostró en estas modalidades desde sus inicios en el Colegio Aljarafe, en Mairena del Aljarafe (Sevilla). Nunca se extinguía en ella el deseo de correr, saltar y brincar, contando cada día las horas para salir al recreo y jugar al fútbol o corretear. No en vano su profesor en la primera etapa de Enseñanza General Básica (EGB) le puso el sobrenombre de Gacela, habiendo manifestado en el entorno su deseo de que las capacidades físicas de Nuria fueran descubiertas por algún club deportivo.

El descubrimiento o llamada nunca llegó, sino que fue la iniciativa de la propia niña la que, cursando 8.º de EGB, le llevó a apuntarse al Real Círculo de Labradores junto a una compañera, Rocío Castiñeira. En la entidad hispalense, en la que permaneció gran parte de su vida deportiva, conocería el remo, aprendería a amarlo y progresaría en esta bellísima modalidad deportiva obteniendo numerosos éxitos competitivos en el Campeonato de España desde la edad cadete a la sénior y en diversos botes (skiff, cuatro scull y doble scull).

La historia de Nuria en el remo empezó en octubre de 1988, mes de sus primeros entrenamientos. Menos de un año después, el 15 de julio de 1989, participó en el primer Nacional (cadete), en Bañolas (Gerona), donde a bordo de un cuádruple scull –entre otras, con su descubridora, Castiñeira– ganó la medalla de bronce. Abierto el palmarés, este no cesaría de crecer debido al rigor y compromiso de Nuria con los entrenamientos y a la entrega y conocimientos de sus entrenadores, fundamentalmente Gonzalo Briones Pérez de la Blanca y, más tarde, Gaspar Company y David Alcalde.

El debut internacional –categoría júnior– se produjo el 25 de mayo de 1991 en la Regata Internacional de Brandemburgo (Alemania), en la que logró la medalla de plata en cuatro sin timonel, preámbulo de dos metales –bronce en skiff y oro en cuádruple scull– en el Campeonato de España júnior, en Villafranca de Álava, y la soberbia 4.ª posición en ocho con timonel en el Campeonato del Mundo júnior celebrado en Bañolas.

En el año olímpico de 1992, siendo todavía júnior, se prodigó en compromisos internacionales, destacando sus actuaciones en su segundo y último Mundial júnior, en cuya sede de Montreal (Canadá) firmó el 7.º puesto en cuádruple scull, y en la Copa de las Naciones –denominación estrenada ese año para el actual Mundial sub-23, sustituyendo a la anterior de Match des Seniors–, donde fue 4.ª en dos sin timonel, con María González.

En la Nations Cup encadenaría cuatro presencias. Amén de la citada de 1992, en Glasgow (Reino Unido), participó en Ioannina 1993 (Grecia), París 1994 y Groninga 1995 (Holanda), cosechando en estas tres últimas la 7.ª posición en dos sin timonel, la medalla de plata en doble scull y la 4.ª plaza en cuádruple scull, respectivamente. Grandísimo resultado el de 1994, la única medalla de Nuria en un gran campeonato y que obtuvo al lado de otra sevillana, Esperanza Márquez, quien sería compañera y amiga a lo largo de todo el ciclo olímpico, desde 1993 a 1996.

Ambas debutaron en el Campeonato del Mundo absoluto de 1994, en Indianápolis (Estados Unidos), logrando la 11.ª posición en doble scull, y repitieron un año más tarde en el certamen celebrado en Tampere (Finlandia), donde en el mismo bote fueron 16.ª. Y las dos, Nuria y Esperanza, conformaron junto a la tarraconense Ana Accensi, como reserva, la primera tripulación de remeras españolas participante en la historia de los Juegos Olímpicos al cruzar en 1996 la Villa Olímpica de Atlanta.

Gran alegría para Nuria, que, a sus 22 años de edad, conoció el altísimo nivel de la competición olímpica, en este caso en la prueba del doble scull peso ligero y en el escenario del Lago Sidney Lanier, en Gainesville. De hecho, el bote español concluyó 16.º y último luego de no haber podido clasificarse para semifinales tras la primera ronda y la repesca, y cerrar el 26 de julio una final C en la que Domínguez dejó su puesto a Accensi.

Tras estos Juegos, el remo seguiría siendo uno de los ejes principales de la vida de nuestra protagonista pero no el único, pues cada vez Nuria necesitaba más tiempo para los estudios universitarios de Fisioterapia en la Universidad de Sevilla. Ello acarrearía que ni en 1997 ni en 1998 pudiese competir en grandes campeonatos internacionales, ciñéndose a los eventos domésticos. Así, en el Campeonato de España, logró las medallas de oro y bronce en cuádruple scull y skiff, respectivamente, en 1997, en Villafranca de Álava; el bronce en skiff en 1998, en Mequinenza (Zaragoza); y el oro en skiff en 1999, en Sevilla.

A finales de 1998 Nuria decidió comprometerse con el esfuerzo individual y emprendió un largo (y fructífero) matrimonio exclusivo con el skiff, bote en el que cabe reseñar, por no haberlo apuntado antes, que en 1994 y 1995 ya se había proclamado campeona de España absoluta –y también en cuádruple scull.
Embarcada en el skiff, regresó en 1999 al equipo nacional después de haber obtenido la diplomatura de Fisioterapia y participó en la Copa del Mundo de Lucerna (11.ª) y en el Campeonato del Mundo de St. Catharines, en Canadá (16.ª). En 2000, hizo suya la medalla de plata en la Regata Internacional de Piediluco (Italia) y concluyó 9.ª en la Copa del Mundo de Viena. No obstante, el parón de los estudios terminó teniendo su peso y el barco no se clasificó para los Juegos de Sídney 2000.

Llegó así el momento para la sevillana de empezar su particular asalto a los Juegos de Atenas 2004 y comenzó a entrenar con ese objetivo incluso sin haber terminado la campaña de 2000. Marchó en septiembre a entrenar a Canadá y posteriormente, a la llegada del invierno, partió hacia Australia para prepararse con el equipo nacional aussie. Tras varios meses fuera de casa, retornó a España a finales de enero de 2001 y firmó una notable campaña en la que destacan la medalla de bronce en la Regata Internacional de Colonia (Alemania), la plata en el Campeonato de España de Bañolas, la 10.ª posición en la Copa del Mundo de Múnich (Alemania), la 11.ª plaza en el Campeonato del Mundo de Lucerna y la 4.ª en los Juegos Mediterráneos de Túnez.

En 2002, Nuria mostró que iba madurando en el skiff y que el nivel de sus prestaciones se elevaba: 9.ª, 19.ª y 7.ª en las tres pruebas de la Copa del Mundo, en Hazewinkel (Bélgica), Lucerna y Múnich, respectivamente; campeona de España en Sevilla y magnífica 8.ª en el Campeonato del Mundo, también en su ciudad. Un serio aviso de su notable año de 2003, en el que ganó la Regata Internacional de Essen (Alemania) y el Campeonato de España, de nuevo en Sevilla, fue medalla de plata en la Copa del Mundo de Múnich, 12.ª en la Copa del Mundo de Lucerna y de nuevo 8.ª en el Campeonato del Mundo, en Milán (Italia), lo que supuso la clasificación olímpica del skiff español.

Con los deberes hechos, Nuria logró en 2004 otro título en el Campeonato de España, en Bañolas, y fue 7.ª en la Copa del Mundo de Lucerna, por lo que los técnicos de la Federación Española de Remo no dudaron en seleccionar a la Gacela del Colegio Aljarafe para los que serían unos memorables segundos Juegos. No en vano, luego de acabar 3.ª su semifinal (7:43.59) en pugna con la rusa Fedotova, el día 18 de agosto, en el Lago de Schinias y con un tiempo de 7:49.11, se ganó el acceso a toda una final olímpica, éxito que, llorando como una Magdalena, dedicó a su entrenador Gonzalo Briones. Posteriormente, en la final del 21 de agosto, en la que se impuso la alemana Katrin Rutschow (7:18.12), Nuria Domínguez certificó el diploma olímpico llegando en 6.º lugar (7:49.11).

Tras estos Juegos y la experiencia increíble vivida en Atenas, la andaluza amplió su compromiso con el remo otros cuatro años, que estarían repletos de entrenamientos, competiciones y concentraciones con el objetivo de ser olímpica por tercera vez. Siempre en skiff y amén de sus títulos nacionales en 2005 y 2006, en Villafranca de Álava y Sevilla, respectivamente, frecuentó los eventos internacionales donde era considerada una de las remeras punteras en el bote individual. Así, en 2005, fue medalla de bronce en los Juegos Mediterráneos de Almería, 11.ª en la Copa del Mundo de Eton (Reino Unido) y 7.ª en la de Lucerna, y 13.ª en el Mundial de Gifu (Japón).

Al año siguiente (2006), destacó en la Copa del Mundo (11.ª en Múnich y 14.ª en Lucerna) y en el Campeonato del Mundo de Eton (9.ª) al igual que en la decisiva campaña de 2007: 19.ª en la Copa del Mundo de Linz, 11.ª en la de Lucerna, y 12.ª en el Mundial de Múnich, que le proporcionó, otra vez, la clasificación olímpica.

Tras un discreto 21.º puesto en la Copa del Mundo de Múnich, viajó a sus terceros Juegos, Pekín 2008, en cuyo Parque Shunyi firmó la 14.ª posición final, entre 26 competidoras, después de haber concluido 2.ª (7:36.12) en la final C del 15 de agosto, a la que se vio abocada tras habérsele escapado por un puesto el pase a las semifinales: 4.ª en cuartos de final y pasaban las tres primeras.

Con la perspectiva del tiempo, podría afirmarse que aquellos Juegos constituyeron para Nuria, que contaba con 34 años, el final de una etapa y el comienzo de otra, desde el punto de vista deportivo y personal. Aquella fue su última participación olímpica, pese a que intentó volver en los siguientes dos ciclos olímpicos, y en 2009 dejó el club de toda su vida, el Labradores, para fichar por el Club de Remo do Miño. Posteriormente, ficharía por el CR Tui (2012 a 2014) y en 2015 y 2016 remó para el CR Robaleira. ¿Motivo? Su nueva residencia en la localidad pontevedresa de Tuy (Pontevedra) por mor de su relación con el remero gallego Jesús González, con el que se casó en 2010. Lo que no cambió un ápice fue su pasión por el remo, al que continuó entregando horas y esfuerzo en busca del disfrute en la competición.

En este ámbito y aún en skiff, brilló sobremanera en la temporada de 2009 al imponerse en los Juegos Mediterráneos de Pescara y ser 3.ª en la Copa del Mundo de Bañolas, 15.ª en el Mundial de Poznan (Polonia) y 5.ª en el recuperado Campeonato de Europa, en Atenas, habiendo sido declarada remera del mes de mayo por la revista World Rowing.

En la campaña de 2010, volvió a subir a lo más alto del podio en el Campeonato de España celebrado en Bañolas, acabó 8.ª en la Copa del Mundo de Bled (Eslovenia) y 12.ª tanto en el Mundial de Karapiro (Nueva Zelanda) como en el Europeo de Montemor-O-Velho (Portugal). Buenas perspectivas para un año 2011 en el que se jugaban las primeras plazas olímpicas en el Campeonato del Mundo, en Bled, a donde acudió luego de haber sido 17.ª en la Copa del Mundo de Lucerna y otra vez campeona de España. Sin embargo, en Eslovenia, nuestra protagonista solo pudo acabar en el 15.º lugar y no accedió a ninguno de los billetes para los Juegos.

Las posibilidades restantes quedaban restringidas a ocupar una de las dos primeras plazas en la Regata Preolímpica de Lucerna de 2012, año en el que Nuria tomó la decisión de intentarlo en un nuevo bote, el doble scull en compañía de Anna Yuchenko. El nuevo binomio no funcionó mal y se quedó al borde de lograr el objetivo, pues fue 3.º en la final A: Londres 2012 había estado muy cerca. Para cerrar el año, Domínguez y Yuchenko se clasificaron cuartas en el Europeo de Varese (Italia), y la sevillana se alzó con la medalla de plata en skiff y cuádruple scull en el Campeonato de España en Castrelo.

Nuestra gran remera, acercándose a los 40 años, siguió comportándose como un ejemplo para el deporte español y con fuerzas, ganas e ilusión para seguir en la alta competición afrontó el ciclo olímpico 2013-2016 para, por qué no, buscar estar en Río de Janeiro 2016. Así, encadenó presencia en cuatros Europeos y dos Mundiales, en tres botes distintos, pero no logró su objetivo. Si bien, por intentarlo no quedó.

En 2013, terminó 11.ª en el Campeonato de Europa de Sevilla, en doble scull, con Yuchenko. En 2014, permaneció en el mismo bote pero cambió de compañera, tomando bajo su tutela a Ana Boada, con la que firmó la 17.ª posición en el Campeonato del Mundo de Ámsterdam. A la joven catalana, Nuria le transmitió todos sus conocimientos y experiencia y la impulsó en su camino hacia los Juegos, opción que comenzó a tomar cuerpo en 2015 cuando el dúo, ya en dos sin timonel, cosechó significativos resultados en la Copa del Mundo (8.ª en Bled y 16.ª en Lucerna), el Europeo de Poznan (8.ª) y, en menor medida, en el Mundial de Aiguebelette, en Francia (semifinalistas C/D), donde quedaron muy lejos de las plazas olímpicas.

Perdido este primer envite, Nuria y Boada se separaron en 2016 –la catalana se alió con su paisana Cid y en el duro Preolímpico lograría la clasificación para los Juegos– y la sevillana regresó a su querido skiff participando en el Europeo de Brandemburgo (Alemania), donde el 7 de mayo cerró la final C adjudicándose la 14.ª plaza general.

En estos cuatro años, además, en el Campeonato de España sumó 5 medallas: dos en Sevilla 2013 (oro en doble y cuádruple scull), una en Bañolas 2014 (oro en cuádruple scull), otra en Sevilla 2015 (plata en doble scull) y una más en Bañolas 2016 (plata en doble scull). Retirada a la conclusión de esa temporada, Nuria trabaja como fisioterapeuta en la clínica Thermalia en su localidad de residencia, Tuy, y en 2020 ha sido madre de un hijo, Oliver, a los 46 años.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 8 de diciembre de 2020