Marina Alabau Neira

DEPORTISTAS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS ANDALUCES

Marina Alabau Neira
Olímpica

Marina
Alabau

Sevilla

Marina Alabau Neira

31.08.1985

Sevilla

3
Juegos OlímpicosDeporteCategoríaPrueba
Resultado
2008 Pekín (China)VelaFemeninaRS:X
Puesto 4
2012 Londres (Reino Unido)VelaFemeninaRS:X
Medalla de oro
2016 Río de Janeiro (Brasil)VelaFemeninaRS:X
Puesto 5


Biografía de Marina Alabau Neira

El deporte andaluz ha visto en sus 120 años de historia olímpica a ocho de sus protagonistas subir al cajón más elevado del podio. De ellos, dos mujeres han podido hacerse con la preciada medalla de oro en una prueba individual oficial, siendo la primera de ellas Marina Alabau. Nacida el 31 de agosto de 1985 en Sevilla, la regatista de tabla de vela culminaba con el título olímpico de Londres 2012 un período de cuatro años en los que vivió por y para el objetivo de ser campeona en los Juegos luego de haber percibido el aroma de la gloria deportiva cuatro años antes. Entonces, en Pekín 2008, acabó a las puertas del podio en RS:X –la clase olímpica del windsurf– en el Centro de Vela de Qingdao siendo 4.ª clasificada en lo que ella siempre ha considerado como un gran e inesperado resultado.

En una competición disputada por 27 mujeres sobre 11 regatas (10, más la medal race, de valor doble), la hispalense rondó los puestos de podio desde el día inaugural (11 de agosto), en que se clasificó 3.ª. Incluso subió a la 2.ª plaza general tras acabar en ese puesto la cuarta regata, pero dos días después tuvo su peor actuación (11.ª), a la postre su descarte, y tras la décima regata se colocó 5.ª con vistas a la regata postrera. En esta se tuvo que conformar con la 4.ª plaza, la misma que ocuparía en la clasificación general definitiva, con 54 puntos, tras la local Yin Jian (39), la italiana Alessandra Sensini (40) y la británica Bryony Shaw (45).

La brillantez del diploma olímpico, el verse entre las mejores del mundo pese sufrir condiciones atmosféricas poco favorables a sus características y las ganas por lograr esa medalla que tan cerca tuvo guiaron a Alabau en un duro ciclo olímpico 2008-2012, repleto de éxitos –un título mundial y tres continentales– pero también de mucha preparación física –de la psicológica va sobrada– para adaptar su cuerpo y su técnica a rendir en todo tipo de condiciones atmosféricas, incluidas aquellas en las que el viento es protagonista por exceso y por defecto.

Bajo la supervisión técnica de los franceses Nicolas Bedou y Alex Guyader –su pareja sentimental–, la regatista sevillana iría cumpliendo sus propósitos y con la medalla de bronce en el Mundial de Perth 2011 y el triunfo en el Campeonato de Europa de Madeira 2012 se adjudicaba la plaza para Londres 2012, de nuevo en detrimento de su paisana Blanca Manchón. Así, de una forma casi impoluta, llegó a un escenario conocido, la bahía de Weymouth, sede de las pruebas olímpicas de vela y decorado donde en 2009 se alzó con su hasta ahora única medalla de oro en el Campeonato del Mundo de RS:X.

La competición olímpica, del 31 de julio al 7 de agosto, transcurrió como un guión perfecto. Parecía como si la sevillana hubiera nacido en aquel rincón del canal de la Mancha, haciéndose marinera en sus aguas a base de leer las corrientes y escuchar los caprichos de Eolo –pocos por aquellos lares de vientos constantes–. Fue 2.ª en la primera regata de las 11 mangas, contando la medal race, tras la israelí Lee Korzits, y vencedora en las tres siguientes, aupándose a un liderato que ya no abandonaría jamás. El resto de su serie fue como sigue: 5.ª en la quinta regata, 2.ª en la sexta, 3.ª en la séptima, 7.ª en la octava (descarte), 6.ª en la novena, 3.ª en la décima y, como colofón, vencedora de la undécima y última etapa, lo que le otorgaba una puntuación final de 26 puntos, muy por delante de la finlandesa Tuuli Petäjä (46) y la polaca Zofia Noceti-Klepacka (47), medallas de plata y bronce, respectivamente.

Tras el rotundo éxito olímpico, Marina tuvo que recorrer una larga senda de homenajes y reconocimientos en Andalucía y en España –medalla de oro de la Real Orden del Mérito Deportivo (2013) y mejor deportista española del año 2012 en los Premios Nacionales del Deporte, entre otros– antes del descanso, forzado y gozoso, pues estuvo en el dique seco más de un año por el embarazo y posterior nacimiento de su hija Marta, en septiembre de 2013.

Tiempo para el reposo y para vivir una vida que al deportista muchas veces le está vetada por los rigores de su actividad, la cual retomó en verano de 2014 para preparar el Campeonato del Mundo de clases olímpicas en Santander. En el campo de regatas del Sardinero regresó la Marina de siempre, ganadora y competitiva, para firmar una gran medalla de plata, solo superada por la francesa Charline Picon, y la consecución de la plaza para Río 2016, eso sí, de carácter no nominal.

No obstante, Alabau certificaría en diciembre de 2015, en la Copa de Brasil, luego de haber terminado 6.ª el Mundial de 2015 en aguas de Omán, que ella sería de nuevo la representante española en unos nuevos Juegos Olímpicos. Otra vez en dura pugna con Blanca Manchón, olímpica en 2004.

De este modo, Alabau compitió en sus terceros Juegos Olímpicos buscando una segunda medalla olímpica que unir a un palmarés ya fastuoso, no en vano en los campeonatos mundiales de RS:X posee una medalla de oro (2009), dos de plata (2006 y 2014) y dos de bronce (2008 y 2011), uniendo a ellos en 2012 un título en RS:One, otra clase de tabla de vela. Por su parte, ha vencido en cinco ocasiones en el Campeonato de Europa (2007, 2008, 2009, 2010 y 2012), donde además fue medalla de plata en 2014.

Sin embargo, en las aguas de la Marina da Glória, en Río de Janeiro, las cosas no fueron del todo satisfactorias para la andaluza. Veintiséis regatistas se enfrentaron a 13 regatas (12 más la medal race) del 8 al 14 de agosto, un torneo comprimido y ajustadísimo en el que se impuso Charline Picon, con 64 puntos netos, obteniendo Marina Alabau la 5.ª plaza, con 71 puntos, a solo dos del bronce de la rusa Stefaniya Elfutina (69), luego de la siguiente serie: 8.ª, 7.ª, 2.ª, 8.ª, 6.ª, 8.ª, 7.ª, 2.ª, 1.ª (novena regata), 27.ª (descalificada en la décima regata), 9.ª, 3.ª y 5.ª (10 puntos) en la medal race. Alabau llegó a esta regata final en la 6.ª plaza de la general y durante algunos lances de la misma estuvo saboreando la medalla, pero en el último tramo fue superada por la brasileña Patricia Freitas (4.ª), quien relegó a la sevillana a la 5.ª posición. De haber ocupado la posición de la navegante local, hubiera conseguido la medalla de bronce.

Estos han sido los grandes momentos de una vida deportiva que empezó a tomar forma un verano en Isla Canela (Huelva) a los 6 años de edad y cuando efectuó un cursillo de vela. Aquello le enganchó tanto que, de regreso a su Sevilla natal, sus padres prolongaron el veraneo inscribiéndola en el Club Náutico de Sevilla. En el río Guadalquivir, Marina aprendió a navegar en un optimist y conoció su verdadera vocación, la tabla de vela, mucho más dinámica y divertida y con la que se comprometió a fondo. Fines de semana entrenando, mejorando y compitiendo en la costa de Cádiz dieron paso a su entorchado de campeona del mundo de la clase Aloha –windsurf infantil– en 1999 y la incorporación tres años más tarde al Plan Andalucía Olímpica y al equipo preolímpico español, al lado de las sevillanas Blanca Manchón y María de Andrés, compañeras y rivales en la por entonces clase olímpica mistral.

Aquel año de 2004 resultó ser la menor de la saga Manchón la representante de España en los Juegos de Atenas en detrimento de Marina, quien ese mismo verano se proclamaba subcampeona del mundo juvenil, en Nessear (Bulgaria). Fue un momento clave en su singladura deportiva ya que la sevillana meditó seriamente el cambio al kitesurf –su otra pasión– al no recibir de la tabla mistral las sensaciones que ella deseaba, si bien los planes cambiaron cuando la federación internacional (ISAF) acogió la RS:X como la nueva tabla olímpica para el ciclo olímpico 2004-2008 y Alabau probó la ligereza y rapidez de la nueva tabla, más afín a su carácter. Prueba de ello sus resultados a partir de ese momento.

Con ilusiones renovadas, fue tal el compromiso con la mejora de las prestaciones deportivas que adaptó su vida a ello. Primero, alternando periodos en casa de sus padres –Pastora y Juan Luis– en Mairena del Aljarafe, junto a su hermana Blanca, y en El Puerto de Santa María (Cádiz), a las órdenes de los técnicos de la Federación Andaluza de Vela, para estar cerca de las olas y el viento. Más tarde, trasladando su residencia a Tarifa, también en Cádiz, donde vive actualmente con su pareja y su hija cerca de los vientos del Estrecho que tanto la inspiran.

Para terminar esta síntesis biográfica, nada mejor que pormenorizar el formidable palmarés de Marina Alabau en RS:X para dejar constancia de la dimensión de su legado. La hispalense ha participado en cuatro ocasiones en los campeonatos del mundo de vela olímpica de la ISAF (4.ª en Cascaes 2007, medalla de bronce en Perth 2011, medalla de plata en Santander 2014 y 25.ª en Aarhus 2018) y en ocho en los mundiales específicos de la clase: Torbole 2006 (plata), Auckland 2008 (bronce), Weymouth 2009 (oro), Kerteminde 2010 (7.ª), Cádiz 2012 (13.ª), Buzios 2013 (24.ª), Al Mussanah 2015 (6.ª) y Enoshima 2017 (13.ª), en tanto que su serie en el Campeonato de Europa de RS:X es la siguiente: Alacati 2006 (16.ª), Limasol 2007 (oro), Brest 2008 (oro), Tel Aviv 2009 (oro), Sopot 2010 (oro), Bourgas 2011 (25.ª), Madeira 2012 (oro), Alacati 2014 (plata), Mondello 2015 (15.ª), Eilat 2016 (7.ª) y Marsella 2017 (11.ª).

En pruebas del calendario internacional, se ha impuesto en la Rolex Miami OCR (2007, 2009, 2010 y 2011), la Semana Olímpica de Andalucía (2007), el Trofeo Princesa Sofía (2011), la Semana Olímpica Francesa (2006), la neozelandesa Sail Auckland (2008), la holandesa Delta Lloyd Regatta (2008), el Campeonato de Sudamérica (2009 y 2012) y la Skandia Regatta (2011), además de otros puestos de podio en estas y otras competiciones, como la más reciente medalla de plata en los Juegos Mediterráneos de Tarragona 2018.

Para entonces, la sevillana había empezado a competir en otra novedosa clase, la fórmula foil o iFoil (tabla con alerones), con una medalla de plata en el Mundial de 2017 celebrado en las Azores como primer gran resultado. Al año siguiente, mientras apuraba sus últimas pruebas en RS:X, se hizo con el título universal de iFoil también en Portugal, en concreto en Portimao. De esta manera, Marina se iba convenciendo de la posibilidad de realizar la transición definitiva a la pujante clase y por fin anunciaba su renuncia a pelear la plaza de RS:X en los Juegos de Tokio.

En 2019, ya totalmente enfocada en la fórmula foil –que estará en el programa olímpico de París 2024–, volvió a adjudicarse el título mundial en Puck (Polonia), por delante de su hermana Blanca y después de hacerse con la 32.ª plaza –primera mujer– de una competición que fue mixta. De igual modo, logró su primer cetro continental en esta clase en una competición disputada de nuevo en Portimao… y de nuevo con su hermana secundándola. Además, fue subcampeona de la Copa del Mundo tras acabar 2.ª las citas de Yokosuka (Japón) y Ulsan (Corea).

Ya en 2020, un año escaso de competiciones por la pandemia sanitaria, se ha clasificado 7.ª en el Mundial y 5.ª en el Europeo, celebrados ambos eventos de forma consecutiva en el lago Silvaplana suizo. Por lo demás, sigue residiendo con su marido Alex y su hija Marta en Tarifa, donde tiene negocios de alquiler vacacional.

Entre sus numerosas distinciones, cabe reseñar que en 2012 recibió el Premio Nacional del Deporte y en 2008, 2009 y 2012 el Premio Andalucía de los Deportes.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 15 de diciembre de 2020