Carmen
Bellón
María del Carmen Bellón Mondéjar
25.05.1964
Linares (Jaén)
Juegos Olímpicos | Deporte | Categoría | Prueba | Resultado |
---|---|---|---|---|
1992 Barcelona (España) | Judo | Femenina | -66 kg | Puesto 20 |
Biografía de María del Carmen Bellón Mondéjar
La única judoca andaluza participante en unos Juegos –hasta la reciente incorporación de Julia Figueroa en 2016– nació el 26 de mayo de 1964 en Linares (Jaén), siendo la segunda y única fémina de los tres hijos –Pedro el mayor, Francisco el menor– que tuvieron sus padres, Pedro y Francisca. Andaluza de nacimiento, sin embargo al año de edad, debido a un traslado laboral de su padre, se afincó en Alcalá de Henares, localidad madrileña en la que conoció el judo, eso sí, de forma ya tardía.
De niña y adolescente Carmen siempre fue una entusiasta del deporte, aunque sin una definición clara en aquellos años, pues tan pronto corría como nadaba o cogía una raqueta. Sin embargo, a los 16 años su efervescencia se canalizó por el judo, deporte con el que entró en contacto en el gimnasio Complutense –invitada por su hermano mayor Pedro– y que empezó a querer gracias a las enseñanzas de Agustín Sánchez Trillo, amigo de su padre y a la sazón primer entrenador de Carmen.
Muy pronto, la pasión de la jiennense por esta modalidad deportiva –que a su vez le ayudó a superar su timidez– la condujo a que en solo dos meses de práctica pudiera presentarse a la primera competición, el Campeonato de Castilla, donde consiguió la clasificación para el Campeonato de España, programado para unos meses más tarde, en marzo de 1981 en Madrid. En el certamen nacional absoluto, sin haber cumplido todavía los 17 años, alcanzó la medalla de bronce en la categoría de menos de 61 kilos para sorpresa de muchos y de ella misma.
En 1982, ocupó la 4.ª posición en el Nacional júnior y en 1983 repitió medalla de bronce en el absoluto, ya en -66 kg, y fue subcampeona nacional júnior en -61 kg. Éxitos que le llevaron a ser fichada por el Budokan de Madrid, club en el que encontró un cariño especial por parte de todos los compañeros, sobre todo de la judoca cordobesa Sacramento Moyano, quien más adelante se convertiría en su entrenadora junto a Vicente Cepeda.
La temporada de 1984 fue especialmente significativa para Carmen Bellón. El 22 de enero se erigió en Madrid como campeona de España sénior de -66 kg, el primero de sus 7 títulos (1984, 1985, 1986, 1989, 1991, 1992 y 1993), a los que suma dos medallas de plata (1988 y 1990) y tres de bronce (1981, 1983 y 1987). Además, este triunfo en el Nacional, derrotando en la final a Mercedes Gómez, le acarreó el premio de la internacionalidad absoluta, al ser incluida en los equipos nacionales que participaron ese año en el Campeonato de Europa –en mayo, en Pirmasens (Alemania Federal)– y el Campeonato del Mundo –en noviembre, en Viena (Austria)–.
En total, la luchadora andaluza estuvo presente a lo largo de su carrera deportiva en cuatro campeonatos del Mundo y otros tantos campeonatos de Europa. Los Mundiales fueron los de Viena 1984, Essen 1987, Belgrado 1989 y Barcelona 1991, siendo su mejor resultado la 5.ª plaza en 1991. Por su parte, compitió en los Europeos de Pirmasens 1984, Landskrona 1985, Londres 1986 y Helsinki 1989, destacando la medalla de bronce de 1985 en Suecia –el gran resultado de su vida deportiva– y el 7.º puesto en 1986, siempre en -66 kg.
Toda una batería de méritos que le otorgaron merecidamente la integración en el programa ADO 92 con el objetivo de ser la española elegida para la plaza que, de oficio, España tenía asignada en la categoría femenina de -66 kg en los Juegos de la XXV Olimpiada de Barcelona 1992. Un objetivo y propósito por el que Carmen estuvo peleando sobre todo en las campañas de 1990 a 1992, mostrando su calidad en eventos internacionales tales como el Torneo Liberación de Sofía 1990 (medalla de bronce), Abierto de Polonia 1990 en Varsovia (oro), Torneo del Bósforo 1990 en Estambul (oro), Torneo Internacional de París 1991 (bronce), Abierto Británico 1991 en Londres (bronce) y Torneo Internacional Villa de Madrid 1991 (oro).
Un destacado recorrido competitivo que se interrumpió en febrero de 1992, pues, cuando todo parecía hecho, una lesión de rodilla acaecida durante una concentración del equipo nacional en París disparó las alertas. Tras la operación de urgencia en Madrid, surgió el miedo de no poder estar a punto para los Juegos, pero la rehabilitación y el gran trabajo del doctor Chema Calvillo permitieron a nuestra judoca regresar a la competición y ganar el Campeonato de España, antes de los Juegos. Respiro de alivio. Carmen Bellón estaba bien.
Así, llegó Barcelona 1992, edición de los Juegos en los que se estrenaba el judo femenino y donde la jiennense actuó en la categoría del peso medio, solo entonces asignada a los 66 kilos (actualmente a 70 kg). Bellón compitió el 29 de julio en Granollers, sede de los deportes de combate orientales, y fue eliminada en la 1.ª ronda por la francesa Claire Lecat, a la postre quinta clasificada. Compitieron en total 21 yudocas, de las que resultaría vencedora la cubana Odalys Revé Jiménez.
Tras la experiencia olímpica y después de tanto sacrificio, Carmen pasó por un bache anímico. No tenía ganas de ponerse un judogui y dejó de entrenar cuatro meses. Sin embargo, Moyano y Cepeda lograron animarla y en marzo de 1993 reapareció obteniendo la medalla de bronce (-72 kg) en el Abierto de Bélgica, en Arlon. Un par de semanas después, el 3 de abril de 1993, ganó en San Fernando de Henares el último campeonato nacional (-66 kg) de su excelsa colección.
Luego de todo ello, continuaría entrenando –con más voluntad que entusiasmo– un par de años y en junio de 1995, tras el Torneo Internacional de Jerusalén, en Israel, anunció la retirada del alto nivel competitivo.
Hoy día, Carmen continúa viviendo en Alcalá de Henares, está casada con José Antonio y es madre de tres hijos (Jorge, Laura y Beatriz). Ha alcanzado el cinturón negro 7.º Dan, ha sido miembro del equipo técnico de la Federación Madrileña de Judo y en la actualidad es entrenadora nacional en el Club Deportivo Gredos San Diego de Alcalá y también masajista deportiva. Pese a la distancia, el corazón de María del Carmen sigue estando en Jaén y no olvida el pueblecito jiennense de El Centenillo, donde veraneaba y muchas veces al año realizaba la preparación física, del mismo modo que se enorgullece de ser del “precioso” Linares.
Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 27 de noviembre de 2020