María Cristina Pérez Naranjo

DEPORTISTAS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS ANDALUCES

María Cristina Pérez Naranjo
Paralímpica

Cristina
Pérez

Málaga

María Cristina Pérez Naranjo

11.04.1965

Málaga

2
Juegos ParalímpicosDeporteCategoríaPrueba
Resultado
1992 Barcelona (España)Esgrima_en sillaFemeninaEspada individual 3-4
Puesto 9
1992 Barcelona (España)Esgrima_en sillaFemeninaEspada equipos
Medalla de bronce
1996 Atlanta (EE.UU.)Esgrima_en sillaFemeninaEspada individual A
Puesto 10
1996 Atlanta (EE.UU.)Esgrima_en sillaFemeninaEspada equipos
Medalla de bronce
1996 Atlanta (EE.UU.)Esgrima_en sillaFemeninaFlorete individual A
Puesto 11
1996 Atlanta (EE.UU.)Esgrima_en sillaFemeninaFlorete equipos
Puesto 4


Biografía de María Cristina Pérez Naranjo

Coetánea de la también andaluza Paqui Bazalo y la madrileña Gema Hassen-Bey, Cristina Pérez fue, como ellas, precursora de la esgrima adaptada en España en aquellos años previos a los Juegos de Barcelona 92, si bien, por nivel técnico, siempre estuvo un paso por detrás de las anteriores. Tal coincidencia temporal en las trayectorias de las tres privó a nuestra protagonista de obtener título nacional alguno, aunque, por el contrario, la alianza del trío conformó un sólido equipo español y les permitió brillar internacionalmente en Juegos Paralímpicos, mundiales y europeos, logrando subir al podio en los tres acontecimientos.

Nacida el 11 de abril de 1965 en Málaga, un infarto cerebral a los 24 años de edad le provocó la parálisis de la parte derecha del cuerpo (hemiplejia), momento a partir del cual decidió practicar deporte. Al principio optó, dada su fornida complexión, por las especialidades atléticas de lanzamiento de disco y peso, reseñando que en los XXI Campeonatos de España de Atletismo para Minusválidos, celebrados en Sevilla del 31 de mayo al 2 de junio de 1991, se adjudicó la medalla de bronce en peso modalidad silla de ruedas y la medalla de oro en peso y disco modalidad afectados diversos, siendo la única participante en esta última.

Escasa competencia y reducido estímulo que, posiblemente, constituyeron el origen de su cambio a la esgrima cuando pocos meses después le propusieron integrarse en el Club de Esgrima Ciudad Jardín que se estaba montando en Málaga y formar parte del movimiento originario de la esgrima en silla en España, que, además de la capital de la Costa del Sol, tenía sus otros focos en Toledo, Madrid y Barcelona. En el club malagueño empezó a entrenar junto a Paqui Bazalo y Carmen Martín Jiménez e inmediatamente debutó en competición en noviembre de 1991 en un torneo nacional en Madrid en el que ganó en espada individual. Unos días más tarde y antes de terminar el año formó parte del combinado español que tiró en el Torneo Internacional de Grenoble y en el Campeonato de Francia Abierto.

Metida de lleno en el año 1992, Cristina fue incluida en la concentración permanente que la esgrima en silla española constituyó en Barcelona para preparar los Juegos Paralímpicos. Fueron seis meses de intenso trabajo, a contrarreloj, apenas alterados por la disputa del I Campeonato Nacional de Esgrima en Silla (6-7 de junio) –Pérez ganó la plata en la única arma femenina, la espada, por detrás de Bazalo–, y que desembocaron en el debut en las Paralimpiadas el 6 de septiembre.

Nuestra biografiada fue una de las nueve concursantes en el torneo de espada clases 3-4, en cuya fase preliminar quedaría eliminada la tiradora con peor balance general. Desgraciadamente, este fue el caso de Cristina, quien no pudo acceder a los cuartos de final al caer derrotada en sus tres combates, ante la británica Carol Walton (4-5), la francesa Josette Bourgain (1-5) y la italiana Rossana Giarrizzo (1-5). No obstante, al día siguiente, la malagueña contribuyó en la consecución de la medalla de bronce en el concurso colectivo, alineada junto a su compañera de club Paqui Bazalo y Gema Hassen-Bey. Tras una simbólica fase preliminar que sirvió para jerarquizar a los cuatro conjuntos inscritos –España fue batida por Italia (2-5), Francia (4-5) y Reino Unido (3-5)–, las españolas perdieron (1-5) en semifinales a manos de las invictas italianas, pero se rehicieron ante las británicas (5-2) para garantizarse un sitio en el podio.

Aquella medalla de bronce cerraba y premiaba el fugaz y arduo período preparatorio de Barcelona 92 y abría un nuevo ciclo de cuatro años en el que Cristina, fuertemente comprometida con el deporte, viviría su mejor etapa como esgrimista.

En el ámbito estatal, participó sin excepción en todos los campeonatos de España, esto es, Toledo 1993, Torremolinos 1994, Madrid 1995 y Gijón 1996, logrando un total de 8 medallas, aunque ninguna de oro, metal del que le apartaron unas veces Paqui y otras Gema. Cristina se proclamó subcampeona nacional de espada en las cuatro ediciones reseñadas y subcampeona en florete en 1994, además de obtener la medalla de bronce en esta arma los tres años restantes.

Como miembro del equipo nacional, representó a España en los tres grandes acontecimientos del cuatrienio: el Campeonato del Mundo de 1994, en Hong Kong, de donde regresó con dos medallas de bronce por equipos, en espada y florete; el Campeonato de Europa de 1995, en Blackpool (Reino Unido), en el que se proclamó subcampeona continental de espada por equipos –cómo no, junto a Bazalo y Hasen-Bey–, además de acabar 4.ª en florete colectivo, 9.ª en florete individual y 10.ª en espada individual; y los Juegos de Atlanta 1996, en los que lograría su segunda medalla paralímpica y la quinta en el global de grandes competiciones.

En la capital del estado norteamericano de Georgia, Cristina encadenó cuatro días (17 al 20 de agosto) de competición sin descanso. Individualmente, su recorrido nunca superó los octavos de final. En florete, cosechó cinco derrotas en la fase preliminar –frente a Patricia Picot (2-5), Sophie Belgodere (0-5), Suzannah Rockett (4-5), Rosa Legorburu (3-5) y Monika Hertrich (2-5)– y una sexta en octavos de final, ante la alemana Silke Schwarz (2-15), mientras que en espada su tarjeta en la primera fase –perdió frente a Josette Bourgain (1-5), Belgodere (0-5), Rockett (1-5) y Hertrich (2-5), y ganó a Legorburu (5-2)– no le permitió promocionar directamente a cuartos de final y en octavos la eliminó la francesa Bourgain (3-15).

Por equipos, con cinco formaciones en ambas armas, la España de Cristina, Paqui y Gema se impuso a Estados Unidos en el único duelo de cuartos de final, tanto en florete como en espada, con resultados de 45-22 y 45-21, respectivamente. Ya en semifinales, perdió claramente en los dos torneos, contra Francia (16-45) en florete y a manos de Alemania (26-45) en espada. Por último, en la lucha por el bronce, Alemania apartó a las españolas del podio de florete (32-45), pero en espada las nuestras consiguieron la proeza de derrotar a las todopoderosas italianas Mariella Bertini, Laura Presutto y Rosalba Vettraino por la mínima (45-44).

Esa medalla aquel 20 de agosto supuso la recompensa de despedida de Cristina Pérez Naranjo, quien a principios de 1997 tomó la decisión de abandonar la práctica deportiva ante la dificultad de mantener el nivel exigido para permanecer en la elite internacional, a la que había pertenecido durante cinco temporadas. Después de su singladura en la esgrima, la vida de nuestra protagonista ha sido difícil y peliaguda, habiéndose debilitado sobremanera su salud hasta el punto de haber requerido su ingreso estable en una residencia.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 22 de octubre de 2020