Marcelo Rosado Carrasco

DEPORTISTAS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS ANDALUCES

Marcelo Rosado Carrasco
Paralímpico

Marcelo
Rosado

Málaga

Marcelo Rosado Carrasco

02.10.1978

Ronda (Málaga)

4
Juegos ParalímpicosDeporteCategoríaPrueba
Resultado
2004 Atenas (Grecia)Fútbol_5MasculinaFútbol 5
Medalla de bronce
2008 Pekín (China)Fútbol_5MasculinaFútbol 5
Puesto 4
2012 Londres (Reino Unido)Fútbol_5MasculinaFútbol 5
Medalla de bronce
2016 Río de Janeiro (Brasil)Fútbol_5MasculinaFútbol 5
Puesto 6


Biografía de Marcelo Rosado Carrasco

Este rondeño es, a todas luces, una de las columnas de la selección española de fútbol 5 para deficientes visuales (clase B1) y, de hecho, es el único andaluz que ha estado presente en todas y cada una de las cuatro ediciones de las Paralimpiadas transcurridas desde que esta especialidad balompédica se introdujo en el programa de los Juegos, esto es, desde Atenas 2004 hasta Río 2016. En estos cuatro certámenes, posee un botín de dos medallas de bronce y dos diplomas, éxitos a los que une cuatro preseas en el Mundial y nada menos que ocho medallas en los europeos, incluidos cinco títulos, para constituir un palmarés de grandísimo valor.

Marcelo Rosado nació el 2 de octubre de 1978 en la localidad malagueña de Ronda, siendo el primogénito de la familia: sus padres se llaman Juan Antonio y Ana María y sus hermanos menores, Ana y Juan Antonio. Nuestro protagonista nació con deficiencia visual, pero fue a los siete años cuando se quedó ciego por un desprendimiento de retina. Pese a que fue operado, con el tiempo quedó invidente total, motivo por el cual sus progenitores optaron por internarlo en el Centro de Recursos Educativos Luis Braille de la ONCE en Sevilla, donde cursó la EGB.

En dicho centro comenzó a practicar atletismo dentro de las actividades propias de la institución, llegando a competir en los campeonatos interescolares que la Organización Nacional de Ciegos Españoles organiza cada año entre sus colegios. No era cojo precisamente Marcelo en el desempeño atlético y desde la categoría benjamín se le veían maneras en las pruebas de medio fondo, no en vano en 1993, con 14 años, ganó dos medallas de oro en 800 y 1.500 metros en un campeonato europeo escolar para ciegos.

Llegado ese momento, sus padres le regresaron a Ronda para estudiar el Bachillerato en el Instituto Pérez de Guzmán, sucediendo que a la vuelta a su terruño conoció el fútbol para ciegos gracias a Ramón Medina, fundador del equipo ONCE Málaga y artífice de que Marcelo comenzase a practicar esta disciplina. Hasta que alcanzó la edad adulta estuvo compaginando carreras atléticas y balompié, pero terminó por inclinarse por el balón cuando en 1995 fue convocado por vez primera para jugar con la selección nacional.

Antes de eso, había iniciado los estudios de Administración y Dirección de Empresas en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Málaga –a lo que añadió más tarde un máster por la Universidad Autónoma de Madrid–, faceta universitaria que compaginó sin problemas con los entrenamientos del ONCE Málaga, a las órdenes de Eduardo Solís y después de José Urbano, hombre clave en la progresión del club y de Marcelo en particular.

Ausente del primer Campeonato de Europa, que tuvo lugar en 1997 en Barcelona y en el que España inició su colección de títulos, nuestro protagonista ha desplegado a partir de entonces una trayectoria internacional sin parangón que incluye su concurso en cinco mundiales y ocho europeos. A escala universal, el malagueño se colgó la medalla de bronce en la edición inaugural del Mundial, celebrada en Campinhas (Brasil) en 1998, y en la sucesiva, en Jerez de la Frontera en 2000, y se proclamó subcampeón del mundo en 2002 (Río de Janeiro) y 2010 (Hereford, Reino Unido). Además, acabó 4.º en 2006 (Buenos Aires).

En cuanto al máximo torneo continental, nuestro biografiado ha concurrido a 8 de las 12 ediciones del Campeonato de Europa, habiendo logrado el título en Oporto 1999, Mánchester 2003, Torremolinos 2005, Atenas 2007 y Loano 2013, además de una medalla de plata (Aksaray 2011) y dos de bronce (Nantes 2009 y Hereford 2015).

Amén de estos resultados y de la medalla de bronce en los Juegos Mundiales de la IBSA de Sao Paulo 2007, su principal hito es –se apuntó al principio– haber competido en cuatro Paralimpiadas, siendo un baluarte imprescindible para el seleccionador Carlos Campos en Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012 y para su sucesor en el cargo, Jesús Bargueiras, en Río de Janeiro 2016.

En el debut del fútbol 5 en los Juegos, en la capital griega, Marcelo estuvo acompañado de otros tres andaluces, Alfredo Cuadrado, José López y Antonio Martín Gaitán, además de Adolfo Acosta, Vicente Aguilar, Pedro García, Carmelo Garrido y los porteros Carlos Álvarez y Gonzalo Largo. España ganó en la primera fase a Francia (2-0) y Corea (3-0), empató con Grecia (0-0) y perdió ante Argentina (1-2) y Brasil (0-3), por lo que acabó tercera en el grupo único de seis países, debiendo pelear por el bronce con Grecia. Un duelo en el que el combinado nacional se impuso por un claro 2-0, haciéndose con la medalla.

Cuatro años más tarde el desarrollo del torneo fue similar. Con seis países en liza y un grupo único, la selección española ganó un solo encuentro, ante Reino Unido (3-1), hizo tablas con Corea (2-2) y cayó ante Argentina (0-2), Brasil (0-1) y China (0-1), pese a lo cual concluyó cuarta y todavía pudo disputar el bronce, si bien Argentina se lo arrebató en la tanda de penaltis tras igualar a un tanto. Acosta, Aguilar, García, Garrido y los andaluces Cuadrado, López, Martín, Rosado y los porteros José Manuel Gómez y Álvaro González –el 60% del equipo– conformaron la delegación española.

En Londres 2012, el peso andaluz también fue notable, con cinco jugadores –Cuadrado, López, Martín, Rosado y el portero González–, la mitad de un equipo que completaban Acosta, Youssef El Haddaoui, José Luis Giera, Francisco Javier Muñoz y el guardameta Raúl Díaz. Esta vez fueron ocho las naciones contendientes, separadas en dos grupos en una fase inicial que España concluyó primera con una victoria (2-0 a Irán) y dos empates (a uno con Reino Unido y sin goles con Argentina), accediendo a las semifinales. En ese duelo crucial, el combinado nacional sucumbió ante Francia por 0-2 y debió disputar con Argentina –otra vez– el tercer puesto del podio. En contra de lo sucedido en Pekín, la suerte estuvo del lado español en la tanda de penaltis tras un choque sin goles.

En su cuarta y última participación paralímpica, en Río de Janeiro en 2016, al rondeño ya no le acompañó ningún andaluz. Y a punto estuvo de no ir él tampoco, ya que el equipo español no se había clasificado para los Juegos al acabar en 3.ª posición el Europeo de 2015 –solo los dos primeros ganaban plaza. Sin embargo, la decisión del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) de excluir a Rusia de los Juegos permitió a nuestro país ocupar su plaza en el fútbol para ciegos.

Así pues, España acudió finalmente al Centro Olímpico de Tenis de Río, donde se congregaron ocho conjuntos para disputar las ansiadas medallas, premios que quedaron lejos del alcance del equipo nacional. Iván López, Garrido, Acosta, El Haddaoui, Javier Muñoz, Sergio Alamar, Giera, Pedro Gutiérrez, Sergio Rodríguez y Rosado cerraron la primera fase como terceros del grupo B, con dos derrotas (China y Argentina, en ambos casos por 0-1) y una victoria (1-0 a México), lo que les dejaba fuera de las semifinales y dirigidos al partido por la quinta posición frente a los terceros del grupo opuesto, los turcos. Este duelo se resolvió con empate a cero y victoria de Turquía en los penaltis. Por tanto, 6.º puesto para los españoles.

Este enfrentamiento ante los asiáticos fue el último compromiso con la selección española para Marcelo Rosado, ala zurdo que sigue en activo con su equipo de siempre, el ONCE Málaga, en el que lleva un cuarto de siglo cosechando éxitos, tales como 11 títulos de Liga –el último en la temporada 2016-17, ya con Antonio Ruiz en el banquillo– y 9 triunfos en el Campeonato de España, es decir, todos los de club malagueño.

Por lo demás, el rondeño ha sabido compaginar el deporte con su trabajo en la ONCE, donde ingresó en 2003 dentro del departamento de ventas en Málaga. Luego dirigió la agencia de la ONCE en Ronda y posteriormente ha sido responsable del departamento de Servicios Sociales, primero en Almería y desde hace unos años en Málaga, donde reside con su mujer, Beatriz, y el hijo de ambos, Marcelo.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 23 de octubre de 2020