Manuel Cáceres Garrón

DEPORTISTAS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS ANDALUCES

Manuel Cáceres Garrón
Paralímpico

Manolo
Cáceres

Sevilla

Manuel Cáceres Garrón

31.07.1956

Sevilla

4
Juegos ParalímpicosDeporteCategoríaPrueba
Resultado
1980 Arnhem (Holanda)Baloncesto_en sillaMasculinaBaloncesto en silla
Puesto 11
1984 Nueva York (EE.UU.) / Stoke Mandeville (GBR)AtletismoMasculinaLanzamiento de disco L3
Puesto 5
1984 Nueva York (EE.UU.) / Stoke Mandeville (GBR)AtletismoMasculinaLanzamiento de peso L3
Puesto 4
1984 Nueva York (EE.UU.) / Stoke Mandeville (GBR)Baloncesto_en sillaMasculinaBaloncesto en silla
Puesto 10
1988 Seúl (Corea del Sur)Baloncesto_en sillaMasculinaBaloncesto en silla
Puesto 12
1992 Barcelona (España)Baloncesto_en sillaMasculinaBaloncesto en silla
Puesto 6


Biografía de Manuel Cáceres Garrón

Cuando Manuel Cáceres se retiró de la selección española en los Juegos Paralímpicos de Barcelona 1992 era el segundo jugador con más internacionalidades del país (101), solo superado por el también andaluz Antonio Henares, una cifra que describe de forma meridiana la significación de este sevillano, nacido en la capital el 31 de julio de 1956, para el deporte adaptado andaluz y nacional.

Hijo primogénito de Manuel y Patrocinio –su hermano menor se llama Ángel–, a los nueve meses de vida contrajo el virus de la poliomielitis, que le afectó a las piernas, lo cual no fue impedimento para que durante su infancia y juventud practicase deporte en el colegio, con especial gusto por el balonmano, en el que se movía bien en el puesto de portero jugando contra chicos con y sin discapacidad indistintamente.

Tras el colegio, Manolo entró a trabajar en una fundición de hierro en Sevilla en cuyo desempeño, accionando una máquina laminadora, tuvo un accidente laboral –desgarro muscular– a raíz del cual empezó a hacer deporte en silla de ruedas. Viviendo en Sevilla, el sitio para llevar a cabo tal actividad –que, como él reconocía, necesitaba y ansiaba– no podía ser otro que el CD Virgen del Rocío. En el club hospitalario causó alta en 1975, sin haber cumplido los 19 años, y permanecería hasta 2001: 27 años de una vinculación que terminó por la desmembración del equipo de baloncesto en silla. En tal período, además, los lazos de nuestro protagonista con el hospital se fortalecieron cuando entró a trabajar de celador en Urgencias.

El ingreso del joven Cáceres en el equipo de baloncesto supuso de facto el abandono del balonmano y, además, el inicio del adiestramiento en pruebas atléticas, como complemento al juego de la canasta. No obstante, muy mal no lo debió hacer cuando el sevillano se proclamó varias veces campeón de España en lanzamiento de peso y disco y, por ello, representó a España en esta disciplina deportiva tanto en los Juegos Paralímpicos de 1984 como en los Juegos Internacionales de Stoke Mandeville 1985 (4.º en peso).

Sin embargo, sería la cancha y bajo los tableros –jugaba de pívot– donde el andaluz se expresaría con más acierto, convirtiéndose en jugador titular del Virgen del Rocío y uno de sus mejores anotadores. Recordamos, entre otras actuaciones, sus 20 puntos en la final de la Copa del Rey de 1987, en Cuenca, donde el cuadro hispalense barrió al Lladró de Valencia (53-38) para conquistar el cuarto de sus cinco trofeos (1978, 1982, 1985, 1987 y 1988). También en la Liga Nacional, la contribución de Cáceres resultó decisiva para que el equipo se hiciese con tres entorchados (1977, 1978 y 1988), más la victoria en el extinto Trofeo Nacional de la Seguridad Social de 1975. Subcampeonatos hubo muchos. Manuel y el Virgen del Rocío fueron segundos en las ligas de 1976, 1979, 1980, 1981, 1982, 1983, 1989, 1990, 1991 y 1995 y en las copas de 1980, 1981, 1983, 1989, 1991 y 1995.

A ello, hay que unir la medalla de plata obtenida en 1979 en el torneo continental celebrado en el mes de mayo en Bélgica y que reunió a ocho clubes europeos campeones nacionales, representantes de Holanda, Inglaterra, Italia, Alemania, Suecia, el país anfitrión y, obviamente, España.

Tal era su calidad que, obviamente, a la tercera temporada en la máxima categoría nacional fue llamado por el seleccionador nacional, José Barbero, para debutar en los International Stoke Mandeville Games de 1977, adonde se desplazó junto a cuatro paisanos y compañeros de equipo: Moreno, Jara, Alamillo y Montenegro. España acabó en 6.ª posición.

Tras aquellas primeras internacionalidades, llegó la gran cita de las Paralimpiadas de Arnhem 1980 y Cáceres, cómo no, estaba en la agenda del seleccionador al igual que otros andaluces: los sevillanos Francisco Pérez, Ángel Alamillo y Jesús Guerrero, y los malagueños Gaspar Anaya, Salvador Zurita, Joaquín Fernández y Antonio Henares. Completaron el equipo Antonio Salazar y Juan Berrio.

El español fue uno de los 17 equipos participantes en aquel “eterno” torneo –diez partidos jugó cada selección– que acabó en un honroso 11.º puesto. Tras ganar a Australia (73-56) e Italia (74-56) y perder ante Estados Unidos (45-79) y Japón (65-70) en la ronda preliminar, quedó a un paso de entrar en el grupo de los mejores (los ochos equipos que disputaron las medallas) y, por ende, abocado a jugarse los puestos del 9.º al 17.º.

En la parte baja de la competición, los españoles perdieron en su grupo ante los belgas (55-64) y ganaron a italianos (80-64), brasileños (92-44) y egipcios (133-31), y, más tarde, en los cruces finales, cedieron ante Alemania Federal (53-65) y se impusieron a Reino Unido (66-54) por la 11.ª plaza. Israel se proclamó campeona y Holanda subcampeona.

Desde este año de 1980 y con las únicas excepciones de los europeos de Ginebra 1981 y Lorient 1987, Manuel Cáceres fue al equipo nacional como el equipo nacional fue a Manuel Cáceres. Estuvo en todos los compromisos internacionales que se disputaron hasta 1992, asistiendo a los campeonatos de Europa de Falun 1982 (5.º), Charleville-Mézières 1989 (10.º) y Ferrol (6.º); los Juegos Europeos de París 1983 (medalla de bronce); la fase previa de la Copa de Oro, en Gits (Bélgica) en 1985; los tres amistosos contra Estados Unidos organizados con motivo del Mundobasket 1986 (una victoria española y dos derrotas); los Juegos Internacionales de Stoke Mandeville de 1985 (formidable medalla de oro) y 1986 (4.º); y los Juegos Paralímpicos de 1984, 1988 y 1992.

En el primero de ellos se dio la peculiarísima circunstancia de que nuestro protagonista fue “dos veces” paralímpico porque aquella edición se celebró en dos sedes distintas: Nueva York y Stoke Mandeville. Manuel acudió primero a la urbe norteamericana para participar en pruebas atléticas y, cuando retornó a España a principios de julio, deshizo y volvió a hacer el equipaje para viajar a Inglaterra, dado que el día 22 se inauguraron las pruebas deportivas para discapacitados en silla.

En Nueva York, el andaluz se inscribió en los tres lanzamientos, esto es, disco, peso y jabalina, pero solo compitió en los dos primeros, logrando la 5.º plaza en disco –hizo 16.38, por los 25,50 del campeón, el británico Eric Pearce– y la 4.ª en peso –6,20, por los 9,11 del sueco Peter Sorensen, campeón–, dentro de una clase, la L3, que registró poca participación (seis inscritos).

Por su parte, en Stoke Mandeville, se clasificó 10.º en el torneo de baloncesto en compañía de Pedro Alonso, Tadeo Armengol, Cesáreo Ruiz, Antonio Gómez y los andaluces Henares, Joaquín Fernández, Gallardo, Benítez, Jara, Albelda, Paco Pérez y Albelda.

La formación española ganó a Alemania Federal (74-62) y perdió ante Israel (76-58) y México (79-90) en la primera fase, lo que le clasificó 4.ª de su grupo y la llevó a disputar los puestos de consolación, ya que el acceso a cuartos de final estaba reservado a los dos primeros equipos de cada una de las cuatro fracciones. Por tales puestos, los españoles se impusieron a los yugoslavos (82-60) y, por la novena posición, cayeron frente a los italianos (56-77).

Cuatro años más tarde, en Seúl 1988, España repitió la peor actuación en unos Juegos que databa de su debut en 1972 (12.ª plaza). El combinado, integrado por los andaluces Cáceres, Albelda, Fernández, Henares, Eustaquio Mira, Salvador Núñez y Salvador Zurita, además de Alonso, Pablo Beiro, Juan Guzmán, Iñaki Ibarreta y Ricardo Núñez, volvió a quedar eliminado en la fase de grupos, luego de perder ante Holanda (57-79) e Israel (55-72) y ganar a Corea (84-63). Por tanto, de nuevo a luchar por el 9.º puesto, en cuya pelea venció a Brasil (65-37), perdió frente a Bélgica (43-58) y, por último, por la 11.ª posición, cayó a manos de Reino Unido (34-40).

Nuestro sevillano cerró su singladura en el combinado nacional con un diploma en los Juegos Paralímpicos de Barcelona 1992, en compañía de sus paisanos Albelda, Diego de Paz, Fernández, Henares, Juan Lara, Mira y Zurita, además de Eloy Guerrero, Ibarreta, Jesús Torres y Fernando Vila.

En esta ocasión, el torneo tuvo un proceso clasificatorio previo más estricto –estuvo reducido a 12 selecciones, en contraposición a las 17/18 de ediciones precedentes– y contó con un formato idéntico al del baloncesto convencional, es decir, una fase preliminar de dos grupos de seis equipos, de la que los cuatro primeros de cada fracción pasaban a cuartos de final.

El conjunto español estuvo en el grupo B y no completó unos buenos preliminares, ya que perdió ante Estados Unidos (62-71), Reino Unido (62-64) y Canadá (45-53), y solo ganó a Japón (68-46) y Argentina (58-52). Pese a todo, pasó a cuartos por los pelos, como 4.ª del grupo, lo que le llevó a un difícil cruce ante la primera del grupo A, Holanda, que se llevó el triunfo (53-59). Abocados a la lucha por los puestos del 5.º al 8.º, los españoles volvieron a caer a manos de los británicos (54-55) y, por la 7.ª plaza, ganaron a los australianos (63-59). Al final, la descalificación de los campeones, Estados Unidos, por positivo de tres de sus jugadores, hizo que el resto de selecciones subiese un puesto.

Actualmente, Manuel Cáceres reside en la localidad sevillana de Dos Hermanas, adonde se trasladó en 1986, junto a su mujer, Rosario, y dos niñas, Elisabeth y Natividad.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 8 de octubre de 2020