Luis Astolfi Pérez de Guzmán

DEPORTISTAS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS ANDALUCES

Luis Astolfi Pérez de Guzmán
Olímpico

Luis
Astolfi

Sevilla

Luis Astolfi Pérez de Guzmán

17.04.1959

Sevilla

4
Juegos OlímpicosDeporteCategoríaPrueba
Resultado
1984 Los Ángeles (EE.UU.)Hípica_SaltosMixtaIndividual
Puesto 10
1984 Los Ángeles (EE.UU.)Hípica_SaltosMixtaEquipos
Puesto 7
1988 Seúl (Corea del Sur)Hípica_SaltosMixtaIndividual
Puesto 43
1992 Barcelona (España)Hípica_SaltosMixtaIndividual
Puesto 19
1992 Barcelona (España)Hípica_SaltosMixtaEquipos
Puesto 4
2000 Sídney (Australia)Hípica_SaltosMixtaIndividual
Puesto 64
2000 Sídney (Australia)Hípica_SaltosMixtaEquipos
Puesto 14


Biografía de Luis Astolfi Pérez de Guzmán

En Luis Astolfi, Andalucía tiene al mejor jinete de saltos de obstáculos de su historia deportiva y, junto al remero Fernando Climent, el andaluz con más Juegos Olímpicos –cuatro–, a solo uno de las andaluzas María José Rienda y María Peláez, que encabezan el exclusivo ranking de participaciones.

Hijo de Antonio y María Dolores y el sexto de catorce hermanos, nació el 18 de abril de 1959 en Sevilla dentro de una familia muy vinculada al Real Club Pineda de Sevilla y al mundo del caballo, lo que se tradujo en una pronta afición hípica y el gusto por la competición. Luis se inició en las actividades hípicas en dicho club a los once años, de la mano del gran profesor Antonio Espigares, montando uno o dos días por semana en el picadero. No obstante, a partir de los catorce años, la periodicidad aumentó y su presencia en el club a lomos de un caballo se hizo diaria, participando además en concursos nacionales durante el verano en Santander, San Sebastián, Vigo y Gijón.

Con diecisiete años, su compromiso con la hípica se intensificó y logró sus primeros éxitos en los Campeonatos de Andalucía montando caballos de una ganadería y entrenando con el francés Enric Bidon. El siguiente paso fue la internacionalidad, cosa que logró con solo 19 años en concursos de carácter universitario, además con brillantez pues alcanzó la medalla de bronce en el Campeonato de Europa universitario de 1979 y el subcampeonato en el Mundial –competición ya inexistente– en 1980 y 1982, en París, resultados que, después de licenciarse en Derecho, le animaron a dedicarse plenamente a la hípica a partir de 1983.

Ese año se instaló en Madrid con una beca de la Real Federación Hípica Española y comenzó a entrenar con Luis Álvarez Cervera, haciéndose más habitual y destacado en los concursos internacionales, tales los de Jerez de la Frontera (Cádiz), Madrid, Barcelona, Wiesbaden (Alemania), Aquisgrán (Alemania) y La Baule (Francia). Ello avala la llamada para el equipo nacional olímpico de saltos de los Juegos de Los Ángeles 1984, a los que acude con el caballo alemán Feinschnitt Z, propiedad de Luis Álvarez Cervera y Enrique Sarasola y con el que logra la 10.º posición en la prueba individual y el diploma (7.º) por equipos, en compañía del propio Álvarez Cervera, Rutherford Latham y Alberto Honrubia.

Luego de su primera experiencia olímpica, el sevillano, pleno de ilusión, se impone en el Campeonato de España de ese año, en Barcelona, y destaca en las pruebas de la Copa de las Naciones en París (6.º) y Dortmund (5.º) con un nuevo caballo de su propiedad, Coreeven Steephers, que será compañero de viaje hasta los Juegos de Seúl. Un camino hacia los segundos JJOO que comienza residiendo todo el año 1985 en Alemania, como tantos jinetes andaluces, contratado por el alemán Paul Schockemöhle –campeón de Europa de saltos en 1981, 1983 y 1985– para montar caballos de su propiedad en concursos internacionales de Inglaterra, Francia, Alemania y Holanda. Curiosamente el último año de la triple corona del alemán, tuvo como uno de sus rivales al propio Luis Astolfi, que debutó en el Campeonato de Europa celebrado en Dinard (Francia), con una discreta 32.ª posición, a lomos de Manhattan.

A finales de 1985, el andaluz retornó a España gracias al patrocinio de La Ina Domecq y con su propia estructura participó en 1986 en concursos nacionales e internacionales, si bien en 1987, encontrándose en Donaueschingen (Alemania), se declararía la peste equina en España, por lo que Luis se verá obligado a permanecer una larga temporada fuera de España, primero en Biarritz (Francia) y luego en Lieja (Bélgica), en unas cuadras alquiladas por la federación española. El final de tan intensos cuatro años fue la participación en los Juegos de Seúl 1988 de Luis Astolfi y Coreeven Steephers –caballo que ya había vendido, pero cuyo nuevo dueño permitió que compitiese con el hispalense hasta el final del ciclo olímpico–, aunque lamentablemente un enfriamiento en los riñones del animal los días previos provocó que el binomio actuara mermado y fuese eliminado en la primera ronda de calificación –43.ª posición entre 74 competidores– y que ni siquiera pudiese competir por naciones, prueba en la que España fue 8.ª, siendo sustituido Luis por Alfredo Fernández Durán.

Con 30 años, Astolfi emprendió el muy ilusionante camino hacia los Juegos de Barcelona 92 adjudicándose su segundo título nacional en 1989, a lomos de Pour Le Merite, si bien el nuevo ciclo olímpico volvió a estar afectado por la peste equina en España, lo que obligó a Astolfi a prepararse por tierras americanas y holandesas a las órdenes del entrenador holandés Henk Nooren, contratado por la federación española. Pese a todo, fue campeón del Trofeo Príncipe de Asturias en 1990, medalla de plata en las pruebas de la Copa de las Naciones de 1991 en Aquisgrán (Alemania) y Luxemburgo, y vencedor de la Copa del Rey de 1991 y 1992, en Madrid, además de 6.º por equipos y 31.º individual, con Quartz de Vallon, en el Campeonato de Europa de 1991, en La Baule (Francia).

Por tanto, Astolfi fue justamente seleccionado para sus terceros Juegos Olímpicos, después de recuperarse de una grave fractura de húmero en el brazo derecho, consecuencia de un accidente de circulación en mayo, en Santiago de Compostela. Una rápida y larguísima operación de once horas y una rehabilitación intensa permitieron que en un tiempo récord se superase el susto que puso en entredicho su participación. Así pues, acudió a Barcelona 1992 con el caballo Fino La Ina y logró su mejor prestación olímpica de siempre al concluir en 4.ª posición la prueba por equipos –segundo diploma olímpico, a solo 0.75 de la medalla de bronce, que recayó en Francia–, formando cuarteto con Luis Álvarez Cervera, Enrique Sarasola y Pedro Sánchez Alemán, siendo además 19.º en la tabla individual, disputando la final.

Buen recuerdo conserva Luis de aquel caballo con el que compitió en Barcelona, un magnífico ejemplar que fue adquirido por cien millones de pesetas entre la empresa que le daba nombre y el Comité Olímpico Español y con el que en 1993 el sevillano participó en su último Europeo, en Gijón, logrando la 9.ª posición por equipos y la 28.ª individual. Poco después, el animal, a poco de alcanzar la madurez competitiva, falleció de un cólico y Astolfi quedó sin montura de garantias para poder aspirar a los Juegos de Atlanta 1996.

Pese a todo, nuestro olímpico continuará compitiendo nacional e internacionalmente y casi sin esperarlo, cuando pensaba que había cerrado su trayectoria olímpica, participó en los cuartos Juegos Olímpicos, los de Sídney 2000, al sustituir a su amigo Juan Antonio De Witt, lesionado, a lomos del caballo de este, Filias, y por expreso deseo del propietario del animal. Sin conexión alguna con el animal pues lo montaba por primera vez, ocupó el 64.º lugar individual y el 14.º por equipos, junto a Fernando Sarasola, Rutherford Latham y el también sevillano Ricardo Jurado.

A menor nivel competitivo y dedicando gran parte de su tiempo a facetas empresariales, aunque siempre vinculadas al mundo del caballo, el cuatro veces olímpico prosiguió compitiendo y ganando pruebas en concursos nacionales e internacionales como los del Circuito de la Luna y Circuito del Sol de Montenmedio, en Vejer de la Frontera (Cádiz), o los de Pineda (Sevilla), Madrid, Marbella (Málaga), El Espinar (Segovia), Sotogrande (Cádiz), Principado de Asturias y La Coruña, entre otros, con caballos como Caramelo, Carecer, Dorado, Arrogant, Klerjon, Du Palluel, Paladín, Libia, Rochester, Gavilán y Codar, equino de su propiedad y nominado como mejor caballo criado en España en 2006. Con él obtuvo en 2007 el 6.º puesto en el Campeonato de España, en El Espinar (Segovia), y el triunfo en la Copa Presidente del Gobierno, en Madrid, concluyendo el año como 10.º del ranking nacional absoluto.

Mucho menos implicado en la competición, Astolfi sigue frecuentando los concursos nacionales –en 2009 llegó a ser subcampeón de España– e internacionales casi exclusivamente del entorno (Francia, Portugal y Marruecos), si bien sus últimas participaciones fuera de España tuvieron lugar en países como Bélgica, Eslovaquia y Holanda, donde compitió por última vez en Valkenswaard en mayo de 2018. Desde entonces, solo se ha inscrito en eventos nacionales, en los que permanece en activo preparando caballos jóvenes.

Por otra parte, su actividad se ha diversificado ya que también es criador y promotor de concursos, imparte cursos de equitación en España y en el extranjero, es intermediario en la compraventa de caballos y técnico en la Real Federación Hípica Española, siendo un referente para los jóvenes jinetes.

Actualmente, vive en Sevilla –aunque pasa algunas épocas en Polonia– y sigue siendo un habitual de su club de toda la vida, Pineda, donde comparte su afición con sus dos hijos, Luis, el mayor, nacido premonitoriamente en el año olímpico de 1992 y que ha seguido los pasos de sus padres como jinete profesional, y Marina, la menor, ambos fruto de su matrimonio con la empresaria Isabel Flórez.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 24 de noviembre de 2020