Juan Miguel Zarzuela Iglesias

Biografía de Juan Miguel Zarzuela Iglesias

Apellido íntimamente ligado con honor al deporte adaptado español –véase la medalla de plata lograda en baloncesto en silla en Río de Janeiro 2016–, Zarzuela fue durante una época sinónimo de acierto ante las dianas merced a las prestaciones del precursor de la saga, Juan Miguel, hecho arquero por mor de uno de sus hijos, hoy estrella del baloncesto, y que posee su propia parcela en la gloria deportiva al haber conquistado tres diplomas en sus dos Juegos Paralímpicos, un título universal en seis participaciones consecutivas de los campeonatos del mundo y otra corona continental, curiosamente en la ciudad checa de Nymburk en ambos casos.

Deportista ejemplar dentro y fuera de los campos de tiro, siete veces campeón nacional individual –cuatro al aire libre y tres en sala–, Juan Miguel Zarzuela nació el 1 de febrero de 1958 en Jerez de la Frontera (Cádiz). Sus padres, Juan y Pilar, tuvieron cinco hijos, siendo él el segundo y el mayor de los tres varones. Siempre en su ciudad natal, estudió en el hoy llamado CEIP Al-Andalus y después hizo la Formación Profesional en el Centro Salesiano Manuel Lora Tamayo, donde se sacó la oficialía. Joven empezó a trabajar y lo hizo durante cuatro años en un hostal en la ciudad jerezana, antes de incorporarse al servicio militar y, cumplida la otrora obligación, dedicarse durante años al sector de la construcción.

Asentado laboralmente y con la vida –como suele decirse– encarrilada después de casarse con Antonia y tener tres hijos, todos varones (Juanmi y los gemelos Pablo y Alejandro, ambos con una lesión de espina bífida), en 1994, a la edad de 36 años, sufrió un accidente laboral al caerse desde un andamio situado a una altura de cuatro metros y medio, con la mala suerte de sufrir rotura de huesos calcáneos y esguince de ambos tobillos. Tales lesiones se fueron agravando con el paso del tiempo hasta el punto de que Juan Miguel ha tenido que ponerse prótesis en la cadera y en la cabeza de los dos fémures.

Para entonces ya se había introducido en el mundo del tiro con arco por medio de su hijo Alejandro, a base de acompañarlo dos veces en semana a tirar al Club Carcaj como actividad extraescolar. Su hijo acabó abandonando el arco por el baloncesto en silla, igual que su gemelo Pablo, pero Juan Miguel se enganchó a ese deporte de tal manera que con 40 años se empeñó en probarse y entrenar de forma metódica con objetivos de rendimiento, siguiendo los consejos de los hermanos José Luis y Antonio Hermosín, el primero de ellos paralímpico en Barcelona 1992.

Su primera referencia competitiva de interés data de 2000, cuando acabó 6.º en su primer Campeonato de España, en Alcuéscar (Cáceres). En la temporada siguiente, el andaluz ya se hizo con el título estatal en Alcalá de Henares y fue incluido por primera vez en el equipo nacional, viajando al Campeonato del Mundo de Nymburk, donde consiguió un magnífico 5.º puesto –llegó a cuartos de final– en la categoría de pie o standing (ST), en la que siempre ha competido.

Animado por los resultados, Juanmi prosiguió en su recorrido y en 2002 renovó su cetro nacional en Madrid y volvió a ser internacional, esta vez en el Europeo de Spala (Polonia), donde pese a ser segundo en la calificación debió conformarse con el 18.º puesto final. Ya en 2003, fue bronce estatal en Mancha Real (Jaén) y, en el Mundial de Madrid, 17.º en el torneo individual y 8.º por equipos.

Con estos avales, el jerezano fue convocado para debutar en los Juegos de Atenas 2004, donde cumplió con creces, ya que en la prueba individual se llevó un meritorio diploma. Luego de tener la 12.ª mejor puntuación en la ronda previa, el gaditano se deshizo en dieciseisavos de final del británico Paul Hawthorne (151-136) y en octavos del coreano Hyu Kwan Cho (144-142) antes de sucumbir en cuartos ante el polaco Tomasz Lezanski (89-95), luego medallista de plata. Al ser el segundo mejor perdedor en dicha ronda, se clasificó 6.º, mientras el oro fue para el eslovaco Imrich Lyocsa.

Por equipos, el Zarzu –así le conocían sus compañeros–, el valenciano Manuel Candela y el también andaluz José Manuel Marín acabaron novenos en la ronda de ranking, con 1.783 puntos, siendo primera Corea, con 1.885. Los cuatro primeros pasaron a cuartos directamente y España debió buscar su puesto en dicha fase en los octavos de final, cosa que no consiguió al perder ante Eslovaquia en el desempate (18-26), después de empatar a 209, lo que les otorgó el puesto undécimo.

Tras la experiencia griega, Zarzuela siguió comprometido con los entrenamientos y competiciones con el equipo nacional, con el que acudió a los mundiales de Massa 2005 y Cheongju 2007. Mientras en los primeros fue 7.º individual –cayó en cuartos ante el ucraniano Serhiy Atamanenko– y 5.º por equipos con Marín y Candela –apeados en cuartos por Corea–, en los segundos rozó la medalla en solitario (4.º), perdiendo la final de consolación por un ajustado 98-96 ante Lyocsa y estuvo discreto (14.º) por equipos.

Sin embargo, su mayor éxito en este ciclo llegó en el Campeonato de Europa de 2006, en Nymburk, cuando, después de haber pasado sin pena ni gloria en el torneo individual (17.º), contribuyó al título de campeón continental logrado por el equipo español, junto a sus inseparables Marín y Candela. Un éxito al que se sumó la medalla de oro individual y de bronce por equipos en el Gran Premio Europeo celebrado en Stoke Mandeville (Reino Unido) en 2008, a escasos dos meses de los Juegos de Pekín. Ese mismo año, además, el jerezano había prolongado su racha de triunfos en el Campeonato de España: oro al aire libre en 2006 y 2008, y oro en sala –primera vez– en 2007.

Obviamente, el coordinador nacional de tiro con arco adaptado, Fernando Julián, contó con el andaluz para las Paralimpiadas de 2008 y Juanmi no defraudó a nadie, trayéndose para España dos diplomas de la capital china.

En la competición individual de arco recurvo de pie, su secuencia fue la siguiente: 9.º en la ronda inicial con 602 puntos (por los 631 del primero, el italiano Mario Esposito), victoria en 1/16 de final ante el griego Romaios Roumeliotis (97-90), victoria en octavos frente al ruso Timur Tuchinov (98-97) y derrota en cuartos a manos del citado Esposito (95-102). Al ser el tercer peor derrotado, obtuvo la 7.ª plaza final de una prueba que encumbró al mongol Baatarjav Dambadondog.

El segundo diploma se registró en la prueba por equipos, en la que la tripleta española –Zarzuela, Marín y Candela; con el balear Antonio Sánchez como suplente– superó la ronda de ranking con la 5.ª mejor marca (1.755, por los 1.886 puntos de Corea), pero fue eliminada en cuartos de final por Japón (183-188), lo que les clasificó en 8.ª posición.

A la vuelta de Pekín, nuestro protagonista volvió a saborear las mieles del éxito en la que fue seguramente su mayor gesta. Sucedió en el Campeonato del Mundo de 2009 en la ciudad talismán de Nymburk, donde el conjunto español de arco recurvo, en esta ocasión compuesto por Marín, Sánchez y Zarzuela, se colgó la medalla de oro tras batir a Turquía en una final para la historia (194-191). ¡Campeones del mundo! A ello añadió el jerezano la 11.ª plaza individual.

Tras este éxito sin precedentes, Juan Miguel Zarzuela empezó a entrenar con el olímpico sevillano Felipe López Garrido, del que, como afirma, aprendió mucho pese a que ya enfilaba el epílogo de su carrera deportiva. No obstante, aún quedaban compromisos en el tintero. La misma formación campeona del mundo acudió al Europeo de Vichy 2010 y se apuntó el 5.º puesto –Zarzuela quedó 9.º en el concurso individual– y en 2011 volvió a defender el pabellón nacional en un nuevo certamen mundialista, en Turín (Italia), si bien no pudo revalidar el cetro universal al bajar hasta la 9.ª plaza, la misma que firmó el jerezano en solitario.

Con todo, el equipo no consiguió la clasificación para los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 y Juan Miguel, individualmente, tampoco pudo rubricar el pasaporte para los que hubieran sido sus terceras Paralimpiadas. Ausente del equipo nacional ya a partir de 2012, el ilustre jerezano decidió poner punto final a sus días en el deporte en 2013, a sus 55 años, regalándose una última medalla de oro en el Campeonato de España, esta vez en sala –la segunda había llegado en 2009– en el certamen celebrado en La Nucia (Alicante).

Actualmente, Juanmi continúa viviendo en Jerez de la Frontera, disfrutando de la pensión que le quedó por invalidez permanente y sobre todo de los éxitos de sus gemelos Alejandro y Pablo en el deporte de la canasta.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 29 de octubre de 2020