Josué Brachi García

DEPORTISTAS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS ANDALUCES

Josué Brachi García
Olímpico

Josué
Brachi

Sevilla

Josué Brachi García

08.09.1992

Sevilla

1
Juegos OlímpicosDeporteCategoríaPrueba
Resultado
2016 Río de Janeiro (Brasil)HalterofiliaMasculina56 kg
Sin marca


Biografía de Josué Brachi García

Nacido el 8 de septiembre de 1992 en el barrio sevillano de Torreblanca, este menudo levantador de 1,58 metros de estatura es grande en significación para el deporte nacional, no en vano suya es la primera medalla de oro de la halterofilia española en grandes campeonatos. Hijo de Juan Carlos y Fernanda, su infancia discurrió entre su barriada natal y la vecina Sevilla Este, mayormente en los espacios del Colegio Público Príncipe de Asturias y las calles de ambos arrabales, donde daba rienda suelta a su carácter inquieto y, como él afirma, algo conflictivo, siempre bajo la atenta mirada de su madre, con la que se crio, o su abuela, que hacía las veces de aquella cuando trabajaba.

Los comienzos deportivos de Josué fueron dispersos, pues de niño no encontró la definición de la que muchos otros olímpicos gozaron a la misma edad. Así, probó en la natación, a montar en bicicleta, en el fútbol –“no valía ni para calentar banquillo”– o en el kárate, modalidad de la que, por cuestiones de convivencia familiar, su madre le apartó ya que, rememora el deportista, “todo lo que aprendía lo practicaba con mi hermana mayor”.

Sin embargo, un hecho terrible vendría a cambiar el rumbo de la vida del pequeño Brachi. El fallecimiento de su madre, cuando contaba con 11 años de edad, obligó a la familia a efectuar un forzoso replanteamiento vital dentro del cual Josué cambió de colegio –mudó al centro donde estudiaba su hermana Liliana, Nuestra Señora de las Mercedes, en el barrio de Heliópolis, en pleno curso de sexto de primaria–, modeló su personalidad hacia un carácter más tranquilo y se inició en la práctica de la halterofilia, a los 13 años, por consejo y persistencia de su padre, quien en su juventud fue un practicante de considerable nivel.

Así fue como el joven Josué, pese a sus serias reticencias, se presentó un día de 2005 en el sótano del Complejo Deportivo San Pablo, en Sevilla, para emular aquello que había visto hacer a su padre en vetustas cintas de vídeo, con la suerte de que encontró a dos magníficos técnicos, como son Rosario Muñoz Villalón y Manuel Bermejo Díaz, quienes a las dos semanas ya habían conseguido que Brachi se involucrase al máximo en los juegos de aprendizaje de la halterofilia.

Desde ese momento, nuestro olímpico nunca ha abandonado la desvencijada instalación hispalense ni a sus entrenadores de confianza, a excepción de un breve paso por la Residencia Joaquín Blume y Centro de Alto Rendimiento de Madrid en 2014, cuando sufrió una seria lesión de hombro de la que se recuperó retornando a su entorno, y la concentración previa a los Juegos Olímpicos de 2016, que llevó a cabo en Madrid y Barcelona.

Así es. Joshua, como se le conoce en el mundillo de la halterofilia, ha convertido la familiaridad, la cercanía a su círculo de confianza y una vida entregada a la halterofilia en elementos consustanciales a la forma de vivir su deporte y en un ingrediente esencial para sacar lo mejor de sí mismo, de tal modo que, aunque actualmente vive en Sevilla Este, pasa la mayor parte del tiempo en el Polígono San Pablo, entre el centro de entrenamiento y la cercana casa de su abuela, habiendo hecho célebre su dieta a base de guisos tradicionales.

Volviendo a los comienzos, el pequeño Brachi comenzó a mostrar aptitudes en la vieja tarima de San Pablo desde el primer momento y Charo Muñoz decidió implicarse plenamente en la formación de la joven promesa, desde el aprendizaje lúdico hasta la enseñanza de técnicas cada vez más complejas, obteniendo de Joshua respuesta en forma de compromiso, disciplina, constancia y resultados. Siempre en la categoría de los 56 kilos, el año 2009 fue el primero en el que el sevillano mostró el potencial de su menudo y potente físico. Comenzó la temporada obteniendo el primer título nacional de su carrera al imponerse en La Coruña en el Campeonato de España júnior, con 204 kilos de total olímpico. Posteriormente fue 4.º (con 208) en el Nacional absoluto, en Gijón, y debutó internacionalmente enlazando participación en el Campeonato de Europa sub-23 –en Wladyslawowo (Polonia)–, Campeonato de Europa juvenil –Eilat (Israel)– y Campeonato del Mundo juvenil –Chiang Mai (Tailandia)–, concluyendo respectivamente en las posiciones 10.ª (205), 9.ª (210) y 22.ª (203), esta última en 62 kilos pues dio en la báscula algo más de su peso habitual.

Un prometedor comienzo que ha sido refrendado en las campañas posteriores, en las que en cada una de ellas ha dado un paso adelante en marcas y resultados. De este modo, en 2010, fue campeón nacional júnior (231) en Gijón y absoluto (236) en La Coruña, 4.º en dos tiempos –hizo 3 nulos en arrancada y no obtuvo clasificación en el total– en el Europeo júnior en Limasol (Chipre) y 11.º (230) en el absoluto en Minsk (Bielorrusia), y 8.º (232) en el Mundial júnior en Sofía y 21.º (234) en el Mundial absoluto en Antalya (Turquía).

En 2011, de nuevo campeón nacional júnior (237) en La Coruña y subcampeón absoluto (239) en Pamplona, por detrás del andaluz Javier Guirado. En el ámbito internacional, 5.º (238) en el Campeonato de Europa júnior de Bucarest (Rumanía) –medalla de bronce en arrancada–, 11.º (237) en el Campeonato del Mundo júnior en Penang (Malasia) y 22.º (237) en el absoluto en París (Francia).

Afrontó la campaña 2012 –su último año en la categoría júnior– con esperanzas de obtener el pase para los Juegos Olímpicos, objetivo del que solo un kilo le separó en la pesca de plazas a través de ranking, aunque sus prestaciones fueron elogiosas: doble campeón español, júnior (248) en La Coruña y absoluto (247) en Molins de Rey (Barcelona), campeón de Europa júnior (249) en Eilat (Israel) –además de medalla de oro en arrancada (113) y dos tiempos (136)–, subcampeón del mundo júnior (247) en Guatemala –bronce en arrancada (111)– y 6.º (242) en el Campeonato de Europa absoluto en Antalya.

En 2013, estuvo ausente del Nacional y concluyó 4.º (245) en el Campeonato de Europa, en Tirana (Albania), y 8.º (246) en el Campeonato del Mundo, en Wroclaw (Polonia). En 2014, recuperó el cetro nacional (253) en Madrid, fue 5.º (253) en el Europeo de Tel Aviv (Israel), 22.º (247) en el Mundial de Almaty (Kazajistán) y, el 21 de noviembre, campeón de Europa sub-23 (256) en Limasol, amén de medalla de oro en arrancada (117) y de plata en dos tiempos (139).

En 2015, revalidó en Klaipeda (Lituania) la corona continental sub-23 (255), repitiendo oro en arrancada (117) y plata en dos tiempos (138), y la nacional (241), en Madrid. Asimismo, acabó 10.º (260) en el Campeonato del Mundo de Houston (EEUU) –clasificación que supuso un paso de gigante en las aspiraciones olímpicas– y 4.º (254) en el Campeonato de Europa absoluto de Tiflis (Georgia), pero alcanzando la medalla de oro –primera de la halterofilia española– en arrancada (118).

Grandes prestaciones que fueron mejoradas en la campaña de 2016 pues el 17 de abril, en Forde (Noruega), el andaluz se proclamó subcampeón continental absoluto en total olímpico, con 264 kilos, igualado con el italiano Mirco Scarantino, si bien el menor peso corporal de este le otorgó el título. Eso sí, Brachi revalidó la medalla de oro en arrancada (121) y logró la plata en dos tiempos (143).

Luego de este instante cumbre y de forma previa al Campeonato de España celebrado el 12 de junio en Madrid –en el que acabó 2.º (250) en 62 kg–, nuestro protagonista vio cumplidos sus anhelos al comunicar la federación española que Andrés Mata y los andaluces David Sánchez y Brachi eran los elegidos para ocupar las tres plazas olímpicas masculinas conseguidas por España en los Juegos de Río de Janeiro 2016, en buena medida gracias a los puntos acumulados por el sevillano en los Mundiales de 2014 y 2015.

Así pues, a las diez de mañana del domingo 7 de agosto, Josué Brachi se estrenó en unos Juegos Olímpicos compitiendo en el Pabellón 2 de Riocentro dentro del grupo B de la prueba de 56 kg, con aspiraciones de obtener un diploma olímpico, objetivo por el que renunció a la ceremonia de inauguración, celebrada 48 horas antes. Ambicioso y seguro de sí, debutó con una barra cargada de 120 kilos, solo un kilo por debajo de su récord de España –para tomar una referencia, indicar que solo los cuatro primeros clasificados en la prueba comenzaron con un peso superior–, pero el andaluz falló en los tres intentos y quedó fuera de la competición, en la que el chino Long Qingquan (307) fue el mejor de los 19 contendientes. No había tiempo para lamentaciones y el sevillano señaló al terminar la competición que “una batalla perdida es la sabiduría de la próxima victoria”. Un estímulo para seguir entrenando y mejorando para los siguientes objetivos, como volver a estar en los Juegos y, como afirmó en una entrevista a Diario de Sevilla, por qué no ser campeón del mundo.

Josué reapareció en competición en el Campeonato de Europa sénior celebrado en la ciudad croata de Split en abril de 2017, aunque de nuevo quedó sin clasificación en la categoría de 56 kg al fallar en sus tres intentos en arrancada con un peso de 118 kilos. Más adelante obtuvo la medalla de oro (261) en la categoría de 62 kg en los nacionales absolutos y culminó el curso con su mayor éxito personal hasta la fecha: la medalla de bronce en arrancada (118 kilos) en el Campeonato del Mundo absoluto, en Anaheim (Estados Unidos), dentro de la categoría de 56 kilos. A ello sumó la 5.ª posición en total y dos tiempos.

Un año después, el sevillano se superó en el Europeo de Bucarest (Rumanía), donde se colgó el oro en 56 kg total (254) y en arrancada (116), además de la plata en dos tiempos (138), batiendo esta vez al italiano Scarantino y erigiéndose en el primer español campeón continental en total olímpico. En el Mundial de Asjabad (Turkmenistán) repitió el bronce del curso anterior en arrancada (115 kilos) y la 5.ª plaza en total (250), siendo 8.º en dos tiempos, todo ello en la categoría de 55 kilogramos. También en 2018 fue medalla de bronce en arrancada (121) y 5.º en dos tiempos en los Juegos Mediterráneos de Tarragona y por supuesto campeón de España en La Coruña en las tres modalidades en 62 kilos.

Menos brillante estuvo en 2019, cuando solo pudo ser 6.º en el Europeo de Batumi (Georgia) con 273 kilos, récord de España, logrando la 5.ª plaza en arrancada (125) y la 9.ª en dos tiempos (148, asimismo plusmarca nacional); en el Mundial de Pattaya (Tailandia) hizo 9.º en arrancada (125) pero falló sus tres intentos en dos tiempos. Por lo demás, volvió a proclamarse triple campeón nacional en Madrid, triple medallista de plata en el Campeonato Iberoamericano en Palmira (Colombia) y triple de oro en la Copa Mediterránea celebrada en Serravalle (San Marino).

Ya en 2020, Brachi –Premio Andalucía de los Deportes en 2015 y medalla de bronce de la Real Orden del Mérito Deportivo en 2019– apenas ha podido competir por la pandemia sanitaria, aunque en noviembre ha vuelto a ser campeón de España de 61 kilos en La Coruña y mantiene todas las ilusiones con vistas a la que debe ser su segunda participación olímpica en Tokio 2021.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 23 de noviembre de 2020