Josefa Pérez Carmona

DEPORTISTAS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS ANDALUCES

Josefa Pérez Carmona
Olímpica

Pepi
Pérez

Almería

Josefa Pérez Carmona

05.01.1977

Almería

1
Juegos OlímpicosDeporteCategoríaPrueba
Resultado
2000 Sídney (Australia)HalterofiliaFemenina63 kg
Puesto 7


Biografía de Josefa Pérez Carmona

Considerada la mejor halterófila andaluza de todos los tiempos, con ocho medallas europeas absolutas en su haber, Pepi Pérez es además la única olímpica de Andalucía en este deporte cuyo estreno femenino en las Olimpiadas, acaecido en Sídney 2000, ella vivió en primera persona.

Nacida el 5 de enero de 1977 en Almería, hija de Antonio y Concepción y con un hermano menor, Alejandro, desde la infancia la práctica del deporte le resultó algo común. Comenzó entrenando y compitiendo en voleibol, deporte de gran arraigo en la ciudad almeriense, pero en 1987 terminó sucumbiendo a los encantos de la halterofilia, cuyo particular sonido de pesas al caer era banda sonora de su día a día, no en vano al lado de su casa, en el barrio del Quemadero, había un gimnasio –más bien cochera convertida en gimnasio. Así, con solo 10 años de edad, Pepi empezó a adquirir la técnica con un palo de fregona y, más tarde, con las barras y los discos propios de este deporte bajo la tutela de su entrenador Rafael Martín Viedma, santo y seña de la halterofilia almeriense.

A la diversión del principio pronto se le sumó el sacrificio y esfuerzo que requiere la preparación física, la mejora de la técnica y las marcas, pues nuestra protagonista, tras comprobar las satisfacciones que le ocasionaba esta disciplina, decidió comprometerse con el entrenamiento para comprobar hasta dónde podía llegar en la alta competición. Al lado de Rafael y representando al Club Halterofilia Almería, a partir de 1991 las satisfacciones al trabajo adquirieron forma de medallas en los campeonatos autonómicos y nacionales de categorías de promoción hasta que en 1994, con 17 años, la almeriense logró su primer título estatal absoluto dentro del II Campeonato de España Femenino, celebrado en Alcira (Valencia).

Hemos de significar –y el ordinal de la edición del torneo nacional así lo habrá revelado al lector– que estamos en los albores de la halterofilia femenina en España y que Pepi fue, sin duda, protagonista relevante de ese incipiente movimiento. Fíjense que, a raíz de esta medalla de oro, nuestra biografiada fue incorporada a un grupo de elite que la Federación Española de Halterofilia formó para el desarrollo de la especialidad y la participación en los campeonatos internacionales venideros. El grupo trabajó en Madrid bajo un sistema de concentración permanente, con base residencial en la Blume de Madrid y con el Centro de Alto Rendimiento como lugar de entrenamiento, a las órdenes del cubano Gabriel González y Miguel Fernández.

Aquel grupo, compacto y familiar, que efectuó un trabajo muy duro, con sesiones dobles de entrenamiento a veces los siete días de la semana, estaba formado fundamentalmente por seis deportistas, todas en edad júnior –aunque competían en torneos absolutos–, tales eran las valencianas Estefanía Juan y Mónica Carrió, la sevillana Rebeca Sires, la asturiana Emilia Fernández, la donostiarra Lourdes Gorostegui y la almeriense Josefa Pérez.

Ese cambio drástico de vida, alejada de su familia, entorno y compañeros del gimnasio de Almería, fue una prueba exigente para Pepi, quien, pese a todo, supo sobrellevar esta carga connatural al deporte de alto rendimiento y sacar el máximo provecho a las enseñanzas de los técnicos nacionales para, ya en 1995, demostrar la valía que atesoraba. Así, esa temporada, logró su primer gran éxito deportivo internacional: la medalla de bronce en arrancada (72,5 kilos) y el cuarto puesto en dos tiempos (90,0) y total olímpico (162,5) en la categoría de 59 kg dentro de la primera edición del Campeonato del Mundo Júnior, llevado a cabo en Varsovia (Polonia). Ese año, además, con solo 18 años, debutó en el Europeo absoluto, Beersheba (Israel).

A partir de aquí, Josefa Pérez fue creciendo como deportista, consolidando su posición en los campeonatos universales y continentales, ganando medallas en estos últimos –algunas tan queridas como las logradas en el Centro Deportivo San Pablo de Sevilla en 1997–, hasta lograr una de las deseadas –y reducidas, solo nueve– plazas para viajar a los primeros Juegos Olímpicos de la halterofilia femenina mundial.

El hilo conductor de seis años de entrega total al deporte llegaba a su fin ese día 19 de septiembre de 2000 que saltó a la pista del Centro de Convenciones de Sídney para competir en la categoría del peso medio (63 kg), con el doble premio de conquistar un diploma merced a la 7.ª posición alcanzada al final del concurso, con un total de 187,5 kilos, resultante de levantar 85 kilos en arrancada y 102,5 kilos en dos tiempos. Quedó a 55 kilos de la campeona, la china Chen Xiaomin, que con 242,5 kilos batió el récord del mundo.

Tras estos Juegos, Josefa Pérez decidió continuar en el alto nivel deportivo en busca de una segunda participación olímpica, en Atenas 2004, si bien afrontó este nuevo ciclo olímpico ya en Almería, junto a los suyos y con Rafael Martín como entrenador y consejero en el CH Almería. En este período, nuestra protagonista mantuvo ciertamente un notable nivel competitivo, con una presencia más que solvente en mundiales y europeos, y revalidando cada año “su” título de campeona de España. No obstante, el desgaste de tantas campañas y la exigencia intrínseca de la halterofilia le condujeron a tomar la decisión de retirarse después del Campeonato de España de 2003, a los 26 años, con un palmarés hasta la fecha inigualado. “Pese a solo faltar un año para los siguientes Juegos, era mi momento de irme”, manifiesta.

Sin rival en España, fue campeona nacional absoluta de forma consecutiva de 1994 a 2003, para un total de 10 títulos: en la categoría de 54 kg en Alcira 1994; en la categoría de 59 kg en Gandía 1995, Tenerife 1996 y Madrid 1997; en la categoría de 69 kg en Corcubión 1998, Cabaña de Bergantiños 1999, Huelva 2000, Ferrol 2001 y Valencia 2002; y en la categoría de 75 kg en La Coruña 2003.

En el ámbito internacional, la almeriense compitió en las seis ediciones del Campeonato del Mundo absoluto celebradas de 1996 a 2002, curiosamente debutando y despidiéndose en la misma ciudad, la capital de Polonia. Asistió a Varsovia 1996 (5.ª en 59 kg, con un total de 175,0), Chiang Mai 1997 (9.ª, 59 kg, 180,0), Lahti 1998 (6.ª, 63 kg, 192,5), Atenas 1999 (10.ª, 63 kg, 197,5), Antalya 2001 (14.ª, 63 kg, 185,0) y Varsovia 2002 (11.ª, 75 kg, 190,0).

Por su parte, Pepi fue seleccionada para nueve campeonatos de Europa absolutos desde 1994 a 2003, habiendo dejado de asistir únicamente a la edición de 2002. Estuvo presente en Roma 1994 (7.ª, 54 kg, 150,0), Beersheba 1995 (5.ª, 59 kg, 165,0), Praga 1996 (5.ª, 59 kg, 172,5), Sevilla 1997 (medalla de plata, 59 kg, 182,5), Riesa 1998 (medalla de bronce, 63 kg, 190,0), La Coruña 1999 (4.ª, 63 kg, 202,5), Sofía 2000 (medalla de plata, 63 kg, 190,0), Trencin 2001 (11.ª, 63 kg, 187,5) y Loutraki 2003 (9.ª, 69 kg, 197,5). A estos resultados en el total olímpico, añadir tres medallas de plata (dos tiempos en 1997 y arrancada y dos tiempos en 2000) y otras dos medallas de bronce (arrancada en 1997 y 1998).

Hay que advertir que en las tablas históricas de resultados de los europeos la andaluza sigue apareciendo como tercera clasificada en la edición de 1997, en Sevilla, amén de cuarta en arrancada y también tercera en dos tiempos. Así concluyó la competición y se entregaron las medallas en el podio instalado en el Palacio de los Deportes de San Pablo, si bien cuatro meses después el positivo de la vencedora, la turca Kabadayi Fatima, hizo que la clasificación se modificase en un puesto, circunstancia que a posteriori no ha sido recogida en los distintos registros. Por último, Pepi también participó en los Juegos Mediterráneos de Túnez 2001 –en los que no cuenta el total–, donde se hizo con las medallas de bronce de arrancada (87,5) y dos tiempos (105,0) en la categoría de 63 kg.

Años después de la retirada y por apetencia y divertimiento, Josefa Pérez, quien se había mantenido en unos niveles de forma más que aceptables, quiso volver a competir y con 33 años volvió a reverdecer laureles en el Campeonato de España celebrado en julio de 2010 en La Coruña, donde se aupó a la 4.ª posición (159) en 63 kg y conquistó la medalla de bronce en arrancada.

Tras cinco años de una nueva desvinculación, la llamada de las halteras volvió a ser escuchada en 2016 por nuestra protagonista, animada por el también levantador José Luis Muñoz Fuentes. Junto a él, volvió a los entrenamientos en el viejo CH Almería y, con solo un mes de preparación, se presentó, otra vez, en el Campeonato de España absoluto disputado en Madrid en el mes de junio. Cuarta clasificada en 63 kg, con un total de 160 kilos, este resultado le animó a seguir en la brecha y en octubre optó al Campeonato del Mundo Máster, en Heinsheim (Alemania), concluyendo en el 2.º puesto tanto en la categoría de 58 kg, dentro de su grupo de edad (35 a 39 años), con un total de 158 kilos, como en la general del torneo con todas las edades en liza, con 252 puntos.

El mismo camino repitió dos años más tarde, en 2018, cuando se presentó en el Nacional absoluto de La Coruña y, pese a haber cumplido los 40 años, se colgó la medalla de bronce en 53 kg con un total de 149 kilos. Resultado que le sirvió de estímulo para el Mundial Máster que se celebró ese año en Barcelona y donde Josefa se proclamó campeona universal de la categoría, con récord mundial en arrancada incluido. Aunque tal esfuerzo se saldó con una importante lesión en el hombro que le llevó a pasar por el quirófano y a estar un año y medio de baja, por lo que de momento no ha vuelto a competir.

Pepi, quien en 2000 recibió el Premio Andalucía de los Deportes, sigue entrenando en el seno de un nuevo club de halterofilia que ha impulsado junto a José Luis Muñoz dentro del gimnasio Elite Training, el Elite Training Halt. Asimismo, gracias a sus estudios de auxiliar técnico de enfermería, continúa trabajando en la asociación para personas con discapacidad que le abrió sus puertas tras la retirada en 2003, Asprodesa, en cuyo centro ocupacional traslada cada día su generosidad, amabilidad y alegría.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 23 de noviembre de 2020