José Ramón Beca Borrego

DEPORTISTAS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS ANDALUCES

José Ramón Beca Borrego
Olímpico

Ramón
Beca

Sevilla

José Ramón Beca Borrego

08.04.1953

Sevilla

3
Juegos OlímpicosDeporteCategoríaPrueba
Resultado
1988 Seúl (Corea del Sur)Hípica_CompletoMixtaIndividual
Puesto 32
1996 Atlanta (EE.UU.)Hípica_CompletoMixtaIndividual
Puesto 17
2000 Sídney (Australia)Hípica_CompletoMixtaEquipos
Puesto 7


Biografía de José Ramón Beca Borrego

Ramón nació en Sevilla el 8 de abril de 1953, siendo el quinto de los diez hijos –cuatro varones y seis hembras– que tuvieron sus padres, Pedro y María. Se trata del jinete más polivalente que ha dado la hípica andaluza. De familia ganadera de caballos, tradición que mantiene, se especializó en la exigente disciplina del concurso completo ya en la madurez, alcanzando su culminación con un diploma olímpico en Sídney 2000, y aún continúa en activo en doma clásica, superados los 65 años de edad.

Pasó su juventud montando en el Real Club Pineda de Sevilla, empezando en la especialidad de saltos a los 15 años y compitiendo en la misma desde los 17, y pasando luego a la doma, un aprendizaje y una experiencia que le resultaron utilísimas cuando, con su vida profesional y personal encarrilada, decidió afrontar una especialidad tan compleja, difícil y dura como es el concurso completo. Tan dura que un buen caballo solo puede hacer uno o dos concursos al año.

Instalado en la élite nacional, la primera satisfacción a su entrega le llegó al participar en los Juegos de Seúl 1988, con el equino Count de Bolebec, con el que acabó en 32.ª posición –entre 50 competidores, de los cuales concluyeron 36– la prueba individual, el 22 de septiembre, con una puntuación de -272.80, siendo el vencedor el neozelandés Mark Todd, con -42.60.

Después de los Juegos, el sevillano formó parte del equipo nacional participante en el Campeonato de Europa de 1989, celebrado en Burghley (Reino Unido), donde, sobre Count de Bolebec, rozó la medalla colectiva al clasificarse en 4.º lugar. Resultado que le permitió acudir el año posterior a los primeros Juegos Ecuestres Mundiales, en Estocolmo (Suecia), con el mismo animal, en los que concluyó 33.º la prueba individual y 5.º la colectiva.

A pesar de estos resultados, el jinete sevillano no logró ser incluido en la selección olímpica para Barcelona 92, revés del que se sobrepuso continuando con la cría de caballos y compitiendo fundamentalmente en el ámbito nacional, pero sobre todo con la toma desde julio de 1995 del caballo tordo inglés Perseus II, con el que no pudo participar en el Campeonato de Europa de 1995, celebrado en septiembre en Pratoni del Vivaro (Italia), por lesión del animal, pero sí en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996. El nuevo binomio actuó con solvencia en el Georgia International Horse Park, de Conyers, donde el sevillano mejoró su papel de ocho años atrás al acabar el 26 de julio en el puesto 17.º (de 19 clasificados y 35 participantes) con una penalización de -164.75, por -56.80 que firmó el medalla de oro, el neozelandés Robert Blyth Tait.

La dificultad de la preparación de los caballos para el completo y la falta de tiempo que nuestro jinete tiene para dedicarse al alto nivel competitivo no impiden que, dentro del nuevo ciclo olímpico, este participe en los campeonatos importantes. Tales son los casos del Campeonato de Europa de 1997, de nuevo en Burghley, con una discreta 34.ª plaza final; los Juegos Ecuestres Mundiales de 1998, en Roma (Italia), con un balance de un 9.º puesto por equipos y un 63.º individual; y el Europeo de 1999, en Luhmühlen (Alemania), que termina en la 45.ª posición individual y la 8.ª por equipos, puesto que le otorga plaza al equipo español para los Juegos de Sídney 2000.

Logrado el objetivo, el 31 de julio de 2000 el seleccionador nacional, José Manuel Pérez Arroyo, comunica la composición final del equipo, en el que figuran Ramón Beca –y Perseus II– junto a Enrique Sarasola y Jaime Matossian. El sevillano competirá en sus terceros Juegos Olímpicos y lo hará obteniendo el mejor resultado de su trayectoria deportiva pues, en el centro ecuestre de Horsley Park, el conjunto nacional revalida el diploma olímpico logrado por España en 1992 y 1996, al finalizar, al cabo de los 4 días de competición (16 al 19 de septiembre), en la 7.ª plaza entre 12 países (10 clasificados), con una penalización de -1341.20, lejos de los australianos, primeros con -146.80.

Nuestro sevillano, ya con 47 años, vislumbra, por qué no, los cuartos Juegos y emprende otros cuatro años de preparación, cuya primera estación es la participación (39.º individual) en el Campeonato de Europa de 2001, en Pau (Francia). Seleccionado para los Juegos Ecuestres Mundiales de Jerez 2002, no llega a participar por una lesión de Perseus II, caballo con el que compartió vida deportiva hasta septiembre de 2003, cuando llega la retirada del animal a sus 17 años de edad, por lo que Beca queda sin monta ni opciones de estar en Atenas 2004.

Este momento significó el abandono de Ramón Beca, empresario inmobiliario y una de las mayores fortunas de Andalucía, de la etapa competitiva en el concurso completo para nutrir de más tiempo sus otras facetas ecuestres, fundamentalmente la de criador de especímenes de completo en Inglaterra –algunos de ellos han sido montados por el neozelandés Andrew Nicholson, medallista olímpico y mundial–, siendo considerado Beca uno de los más importantes criadores del mundo. No obstante, en el terreno de la cría, el sevillano siempre se ha sentido especialmente orgulloso de su yegua Laura, victoriosa en varias de las carreras de Sanlúcar de Barrameda de 1995 y a lomos de la cual el propio Ramón Beca ganó la prueba del 150.º Aniversario ese mismo año, la carrera con mayor dotación económica de la historia del hipódromo sanluqueño y un gran recuerdo para el triple olímpico.

Igualmente reputado jugador de polo, deporte en el que ha llegado a ser campeón de España en 2006 y 2009, y en el que también está dedicado a la cría de caballos enfocados a su práctica, Beca se planteó a finales de 2011 un nuevo reto personal, competir al más alto nivel en doma clásica.

Para este nuevo reto, asumió la monta del semental lusitano Zaire, con el que debutó en el concierto internacional en febrero de 2012 en el Circuito Hípico del Sol, en Vejer de la Frontera (Cádiz), primer paso en la evolución de un binomio que en 2015 despuntó a nivel de gran premio, en los concursos de Vilamoura (Portugal) y Madrid, si bien la gran cita del año fueron los Juegos Panamericanos en Toronto (Canadá), donde Beca compitió representando a Uruguay en busca de una plaza olímpica en Río de Janeiro 2016, objetivo que quedó alejado al concluir en una retrasada 39.ª posición. Un hecho llamativo que se deriva de la obtención de la nacionalidad uruguaya concedida por el gobierno de este país sudamericano donde la empresa de Ramón Beca, Bekinsa, posee relevantes negocios inmobiliarios.

Durante 2016, el binomio Beca-Zaire compitió en diversos concursos 3 estrellas en Portugal y España, mejorando las puntuaciones obtenidas durante la campaña anterior, si bien en 2017 solo actuó en una reunión, la de Lisboa. En los últimos años ha competido en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, aunque fue eliminado, y previamente en el clasificatorio para tal evento celebrado en Buenos Aires de 2018.

Casado con Leticia y padre de cuatro hijos –Leticia, Frida, Pedro y María–, Ramón reside en su Sevilla natal aunque pasa largas temporadas en Uruguay por sus negocios. Y todavía porfía por regresar a una cita olímpica en Tokio 2021, Juegos para los que trata de clasificarse bajo la bandera uruguaya. “Aquí sigo, aún no me pienso retirar”, afirma el ambicioso jinete.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 24 de noviembre de 2020