José Prieto Escaso

DEPORTISTAS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS ANDALUCES

José Prieto Escaso
Olímpico

Pepe
Prieto

Huelva

José Prieto Escaso

24.04.1946

Huelva

1
Juegos OlímpicosDeporteCategoríaPrueba
Resultado
1984 Los Ángeles (EE.UU.)Tiro con arcoMasculinaIndividual
Puesto 43


Biografía de José Prieto Escaso

Lo suyo, desde que empezase en el tiro con arco a los 29 años –la misma edad que su paisano, amigo y olímpico precursor Paco Peralta–, fue la búsqueda de una clasificación olímpica que logró al tercer intento, en 1984, luego de haberse quedado a las puertas en las dos Olimpiadas precedentes.

Nacido el 24 de abril de 1946 en Huelva, hijo de Santiago y Edelmira y con una hermana menor, Victoria, Pepe Prieto jugó y practicó deporte como cualquier chaval de su época habitualmente en la calle, de manera singular el fútbol, pero también fue un gran aficionado al remo hasta una edad bastante avanzada. Todas ellas disciplinas muy distintas a la que conoció un buen día de 1975 de forma casual y a través de unos amigos practicantes, como fue el tiro con arco, que desde principios de la década de los 70 estaba adquiriendo un gran empuje en la ciudad onubense. Aquel tensar y tirar llamó la atención de nuestro protagonista quien no dudó en sumarse con arrojo a aquel movimiento arquero de Huelva tan entusiasta, novedoso y dinámico.

Tanto que, en pocos meses de práctica y todo ello dentro del año 1975, Pepe Prieto pasó de aprender mediante la observación y de manera totalmente autodidacta a darse de alta en la recién creada Federación Onubense de Tiro con Arco (1974) y de debutar en torneos locales a alcanzar las puntuaciones necesarias para ascender a la 2.ª categoría primero y más tarde en la 1.ª categoría en el Torneo Enrique Tarragó. Gracias a ello, se ganó el derecho a participar en el Campeonato de España absoluto al aire libre de 1976, en su ciudad de Huelva, donde nuestro arquero ganó la medalla de bronce individual en la disciplina olímpica de recurvo y la medalla de oro por equipos, junto a sus amigos Paco Peralta y Pepe Saavedra.

Tales logros le ocasionaron el ingreso en el grupo de alta competición de la federación española y el derecho a participar en el Campeonato de Europa que ese mismo año tuvo lugar en Copenhague (Dinamarca) y donde buscó con ahínco la puntuación exigida por el Comité Olímpico Español para participar en los Juegos de Montreal 1976. Su clasificación fue discreta (40.º) y la puntuación insuficiente, como la de todos los arqueros españoles, de forma que ningún representante nacional acudió a Canadá.

No obstante lo anterior, no había la menor duda de que Pepe Prieto, con poco más de un año de práctica, había alcanzado un nivel elevado que le permitía albergar esperanzas de éxito en muchas competiciones nacionales e incluso internacionales. Como muestra, en el cierre de esa temporada, acudió el Torneo de Marrakech, en Marruecos, y firmó la 5.ª posición individual y la 2.ª por equipos.

En 1977, más y mejor. En febrero ganó en el Campo Costa de la Luz de Huelva –actual Campo de Tiro José Sánchez y donde se concentraba la actividad de la federación onubense– el Torneo Saludes in Memoriam con una marca de 1.200 puntos que le otorgaba el galardón Estrella FITA 1200, convirtiéndose en el 4.º español de la historia en alcanzar este nivel. Luego, en mayo se proclamó primer campeón andaluz absoluto tanto en la prueba individual (1.103 puntos) como en la colectiva –con Huelva­– en la edición inaugural del Campeonato de Andalucía celebrada en Jerez de la Frontera. Más tarde, consiguió la medalla de plata individual –y también por equipos– en el Campeonato de España al aire libre, en Gijón, lo que le valió a Pepe para volver de pleno derecho el equipo nacional en el comienzo del nuevo ciclo olímpico.

Representando a España, participó en 1977 en el Torneo de las Naciones, en Ginebra (Suiza) –5.º clasificado y récord de España en la distancia de 50 metros–, y en el Torneo Ambrosiano, en Milán (Italia), que concluyó 28.º. Asimismo, en 1978, hizo lo propio en el torneo de Lodz (Polonia), de nuevo en el Ambrosiano (47.º individual y 5.º por equipos) y, por segunda vez, en el Campeonato de Europa, en Stoneleigh (Reino Unido).

Campeón de España en sala en 1978, en Santander, en 1979 se alzó con la medalla de bronce individual y la de plata por equipos en el Nacional al aire libre llevado a cabo en el mes de junio en Zaragoza, si bien la actividad más importante para Prieto se desarrolló en el calendario internacional habida cuenta la inminencia de una nueva Olimpiada.

Así, esta campaña de 1979 asistió por primera y única vez a dos grandes acontecimientos, como fueron el Campeonato del Mundo, en julio, y los Juegos Mediterráneos, en septiembre. En los primeros, oficiados en Berlín (Alemania Federal), cayó hasta el puesto 72.º con una pobre marca de 2.149 puntos en la prueba individual, mientras que por equipos terminó 21.º (de 23 naciones) en compañía del onubense José Saavedra, el sevillano Manuel Lloreda y el asturiano Arturo Lorenzo. En los segundos, desarrollados en Split (Yugoslavia), se aupó a la 7.ª posición en la prueba individual con una marca de 2.337 puntos, por los 2.432 del campeón, el italiano Spigarelli. En ambos casos, la competición se efectuó a doble serie FITA.

Miembro del equipo nacional, nuestro biografiado encaró el año 1980 con toda la ilusión por estar en los Juegos Olímpicos de Moscú y, lo que es más importante, con un buen estado de forma que demostró en la tirada organizada en febrero en Madrid como preparación del conjunto nacional, superando los 1.200 puntos en un round FITA, al igual que su paisano Paco Peralta y el sevillano Lloreda, este con 1.225 puntos, a uno del récord nacional. A posteriori, Prieto mantuvo un buen nivel en torneos como el de Havre (Francia) o el Casco de Oro de Ginebra, aunque sin conseguir la puntuación exigida por los federativos españoles (1.230) para viajar a los Juegos, cosa que sí hizo el también onubense Paco Peralta. A última hora y en la pugna por el segundo pasaporte olímpico, le desbancó el joven ovetense Antonio Vázquez Megido.

Serio revés para el andaluz, quien, pese a todo, en el Campeonato de España al aire libre celebrado en Sevilla después los Juegos, el 25 de septiembre, confirmó que, como afirmaba su amigo Peralta, era el mejor arquero del país al proclamarse campeón nacional individual con 1.225 puntos, homologados como la segunda mejor marca nacional de todos los tiempos. También ganó la medalla de bronce por equipos. Así las cosas, José Prieto se mantuvo fiel a sus propósitos y puso el punto de mira en los Juegos de Los Ángeles 1984.

El arranque del nuevo ciclo olímpico fue muy moderado –7.º en el Nacional al aire libre, en Ibiza, y medalla de plata en el Nacional de campo, en Alcalá de Henares (Madrid), ambos en 1981–, aunque a partir de 1983 todo adquirió un ritmo frenético.

A principios de ese año, la Federación Española de Tiro con Arco creó una concentración permanente en la Residencia Blume de Madrid formada por veinte arqueros escogidos que, a las órdenes del técnico italiano Codispoti, debían preparar específicamente el asalto a los Juegos Olímpicos, con una primera criba que dejaría dicho grupo en nueve componentes al final de esa temporada. Al principio, Pepe Prieto se integró en la concentración, pero el trabajo, la exigencia de estar en Madrid y discrepancias con el método le motivaron a llevar una preparación particular en Huelva, asesorado por el técnico Juan Antonio Tirado y en las instalaciones de la Ciudad Deportiva, con visitas puntuales a Madrid para llevar a cabo controles. Todo ello con la tranquilidad de saber que la no pertenencia al grupo no suponía impedimento para aspirar a los Juegos si cumplía los requisitos, esto es, obtener una puntuación de 1.250 que el propio Prieto consideraba una “mínima escandalosa”.

En tales condiciones, Prieto ofreció su mejor cara en los años 1983 y 1984, en los que, casi sin competir en el extranjero –en 1984 lo hizo solo en el calendario doméstico–, firmó actuaciones como la 4.ª plaza en el Campeonato de España al aire libre de 1984, la medalla de oro en el Nacional de sala de 1984, en Madrid, y las medallas de oro y bronce en los nacionales de campo de 1983 y 1984, en Linares (Jaén) y Elda (Alicante), respectivamente. Igualmente batió en tres ocasiones la plusmarca nacional de 30 metros y en cuatro la de 50 metros.

Pero por encima de todo elevó su marca personal y batió el récord de España en round FITA dos veces, primero con 1.238 puntos (1983) y, en enero de 1984, con 1.253, tres puntos por encima de la mínima exigida por la federación para estar en Los Ángeles, barrera que unos meses después también superó el barcelonés Manuel Rubio. De esta forma, el 8 de agosto de 1984, en la sede olímpica de El Dorado Park, en Long Beach, Pepe Prieto cumplía el sueño de su madurez cuando empezó a tensar aquellos arcos de madera en su Huelva natal: participar en los Juegos. Tras dos días de competición, el andaluz sumó 2.341 puntos (1.167+1.174), los cuales le llevaron a la 47.ª plaza (entre 61 competidores), a 275 del ganador, el americano Darrel Pace.

La consecución del objetivo no implicó la retirada del gran arquero andaluz, quien en los años posteriores continuó en activo, si bien centrado en la especialidad de campo, en la que encadenó cinco títulos nacionales absolutos (1985, 1986, 1987, 1988 y 1989) y amplió el número de internacionalidades mediante la asistencia al Campeonato del Mundo de 1988, en Bolzano (Italia). En 1989, se proclamó campeón de Andalucía en la modalidad olímpica aún con una puntuación de nivel: 1.226.

En 1991, a los 45 años, decidió retirarse del tiro con arco de rendimiento, aunque siguió vinculado a él como observador, asesor y comentarista en diferentes medios de comunicación hasta pasados los Juegos de Barcelona 1992.

En la vida “civil”, Pepe Prieto –padre de tres hijos, David, José Ángel y Diana– se ha dedicado profesionalmente a la construcción y de manera particular a la decoración de interiores, sin dejar de lado actividades de entretenimiento y escape de lo cotidiano, cuales son la vela recreativa, la pintura y la escritura. El onubense, residente en Mazagón y fuertemente implicado en el desarrollo de esta localidad costera, pinta desde 1997 retratos a carboncillo de personas representativas de esta bonita playa y que ha expuesto en el bar que regentaba hasta su jubilación. En 2012, mostró sus trabajos en la sala multifuncional de esta mancomunidad dentro de una exposición titulada Mazagón, su gente. Asimismo, se sintió atraído por la política y fue candidato a la alcaldía de Huelva en las elecciones municipales de 1987 por el Partido Democrático Popular.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 10 de diciembre de 2020