José Luis Benítez Morales

DEPORTISTAS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS ANDALUCES

José Luis Benítez Morales
Málaga

José Luis Benítez Morales

01.09.1958

Málaga

1
Juegos ParalímpicosDeporteCategoríaPrueba
Resultado
1984 Nueva York (EE.UU.) / Stoke Mandeville (GBR)Baloncesto_en sillaMasculinaBaloncesto en silla
Puesto 10


Biografía de José Luis Benítez Morales

Beni, como le conocían sus compañeros y amigos, nació el 1 septiembre de 1958 en Málaga y fue uno de los grandes jugadores de baloncesto en silla que compusieron la época dorada del legendario club Ademi y, debido a su calidad, también de las selecciones españolas de los años ochenta del siglo XX, con las que participó en los Juegos Paralímpicos de 1984, en el Mundial de 1979 y en cinco campeonatos de rango continental.

Padeció poliomielitis infantil, causa de su discapacidad física en el tren inferior y motivo de que desde muy joven se integrase en la Asociación de Minusválidos de Málaga, dentro de cuyas actividades formativas se especializó en cableaje. Así, con solo 14 años comenzó a ejercer este oficio, si bien posteriormente trabajó como ordenanza en residencias y centros de jubilados y discapacitados de Estepona y Málaga hasta su pronta jubilación a los 35 años –estando en la Gerencia Provincial–, a consecuencia de una post polio y complicaciones derivadas de las transfusiones sanguíneas que sufrió de pequeño.

Persona trabajadora y luchadora, siempre supo aunar el desempeño laboral, la atención a su familia –mujer y dos hijos– y el deporte, que constituyó para él motivo de orgullo e ilusión diaria desde que en sus años de juventud empezase a practicar a niveles de rendimiento dos de las disciplinas que había conocido durante la rehabilitación: atletismo y baloncesto en silla.

Muy común en aquella época la combinación de ambos deportes en el entorno de las personas con discapacidad física, nuestro protagonista causó alta en la Federación Española de Deportes para Minusválidos (FEDM) y, en el seno del S.S. Carlos Haya, inició su trayectoria competitiva fundamentalmente en atletismo, donde destacaría en lanzamiento de jabalina –como el sevillano Montenegro– y en carreras, constando en su palmarés una medalla de bronce en la barcelonesa Jean Bouin de 1979 –carrera para discapacitados–, la medalla de oro en los II Juegos Nacionales de Deportes para Minusválidos (Madrid 1972) y la plata en la siguiente edición del mismo certamen (1976).

No obstante, el recuerdo indeleble de Beni en el ámbito deportivo reside en el baloncesto, cuya trayectoria en el alto nivel principió gracias a unos amigos que le llevaron en 1977 al jovencísimo Ademi, club fundado dos años antes por Gaspar Anaya y que ese curso iba a comenzar su segunda temporada en la máxima categoría nacional, la Primera División. Imbuido en el ambiente de aquel equipo familiar, junto a bisoños pero pujantes jugadores como Henares, Zurita o Joaquín Fernández, Beni encontró el sitio en el que quería estar y en 1977-1978 llevó a cabo la primera de sus 13 campañas consecutivas en la entidad malagueña (hasta la 1989-1990), en las que nuestro José Luis puso su corazón, carácter y capacidad de liderazgo al servicio del técnico Anaya para llevar al club malagueño a la conquista de 11 títulos de liga (1979, 1980, 1981, 1982, 1983, 1984, 1985, 1986, 1987, 1989 y 1990) y 7 copas del Rey (1979, 1980, 1981, 1983, 1986, 1989 y 1990), además de los subcampeonatos ligueros de 1978 y 1988 y el de copa de 1988, así como varias participaciones en competiciones europeas de clubes.

Reconocido y valorado por sus dotes defensivas, Benítez fue convocado por primera vez por el seleccionador nacional, José Barbero, para el Campeonato del Mundo o Copa de Oro –oficialmente, International Wheelchair Basketball Gold Cup– de 1979, que tuvo lugar en Tampa (Estados Unidos). En la ciudad de Florida, el malagueño inauguró su casillero de internacionalidades –llegaría a 45– y, junto a sus paisanos Henares y Zurita y los también andaluces Jara, Alamillo, Montenegro o Moreno, aupó a España a la 7.ª posición.

Tras este relevante debut, José Luis o Beni Jordan, como se le apodaría en la segunda parte de su carrera deportiva debido a su intensidad y rapidez en la pista, concurrió a otros siete grandes acontecimientos con el combinado nacional. Amén de los Juegos Paralímpicos de 1984, cuya participación se reseña a continuación, el bravo malagueño asistió a los campeonatos de Europa de Ginebra 1981 (puesto 6.º), Falun 1982 (5.º), Lorient 1987 (8.º) y Charleville-Mézières 1989 (10.º), así como a los primeros Juegos Europeos para Discapacitados, que tuvieron lugar en París del 4 al 10 de julio de 1983 y donde el cuadro español logró la medalla de bronce.

Esta medalla reluce sobremanera en el álbum de trofeos de José Luis aunque siempre por detrás de la medalla de oro que los españoles lograron en 1985 en los Juegos Internacionales de Stoke Mandeville y que la prensa de la época calificó erróneamente de título mundial, cuando este se había sido puesto en juego antes, en la Copa de Oro de Halifax 1983, y lo sería después, en la de Melbourne 1986, en ambas ocasiones sin la presencia de España. No obstante, ello no debe restar mérito a un triunfo formidable ante parte de los mejores equipos del momento y que otorgó a Benítez –con el número 8 a la espalda– y a sus compañeros un reconocimiento y fama hasta entonces inusitado para deportistas con discapacidad en España.

Completa el recorrido de nuestro protagonista con la camiseta nacional la asistencia a la fase de clasificación del Mundial de Brujas 1990, meses antes del mismo y en el que España tampoco pudo lograr el billete mundialista. Al regreso a España, José Luis, con 31 años, dejó el baloncesto para dedicarse más plenamente a su mujer y dos hijos, cuyo nacimiento en 1980 y 1988 fue el motivo de que el gran jugador malagueño no asistiese a las ediciones de los Juegos Paralímpicos de esos años, en Arnhem y Seúl, respectivamente.

Así las cosas, su única participación paralímpica acaeció en 1984, también en la localidad británica de Stoke Mandeville, adonde viajó en compañía de los también andaluces Henares, Joaquín Fernández, Albelda, Gallardo, Jara, Cáceres y Francisco Pérez. Ocho andaluces en un equipo de doce.

El torneo, que reunió a 18 conjuntos y terminó siendo ganado por Francia –derrotó a Holanda en la final–, comenzó con una primera fase en la que España, en el grupo B, se impuso a Alemania Federal (74-62), pero perdió con Israel (76-58) y México (79-90), una tarjeta que no le permitió escapar de la 4.ª y última posición de su fracción, por tanto, sin posibilidad de acceder a los cuartos de final. A continuación, por los puestos menores, venció a Yugoslavia (82-60) y cerró la competición perdiendo ante Italia (56-77), lo que le otorgó la 10.ª posición final.

Años después de dejar el deporte activo, nuestro biografiado quiso emprender la faceta de entrenador de baloncesto y estuvo varios años enseñando sus habilidades y conocimientos a jóvenes jugadores en el Club El Candado de Málaga. Desgraciadamente la post polio le obligó a dar por irrealizables muchos proyectos, como su sueño de haber formado parte del cuadro técnico del Unicaja de Málaga en la Liga ACB. José Luis Benítez Morales falleció en Málaga el 2 de febrero de 2012, a los 53 años de edad, tras luchar sus últimos años contra el cáncer. Como recuerdan sus hijos, fue una persona “generosa, leal, orgullosa, de gran humanidad y, sobre todo, con una gran capacidad de superación y personalidad”.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 16 de octubre de 2020