Inmaculada González Casado

DEPORTISTAS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS ANDALUCES

Inmaculada González Casado

Inmaculada González Casado

26.12.1970

Granada

1
Juegos OlímpicosDeporteCategoríaPrueba
Resultado
1992 Barcelona (España)VoleibolFemeninaVoleibol
Puesto 8


Biografía de Inmaculada González Casado

Veinticuatro años en la elite y catorce de ellos de forma ininterrumpida en la selección contemplan la carrera deportiva de Tico González, jugadora que representa como ninguna el canto a la pasión desbordada por el voleibol. Desde que en 1987 debutase en la máxima categoría de voleibol español y hasta que la dejó en 2011, con 41 años, esta granadina cortés y trabajadora ha hecho gala de un compromiso por su deporte digno de los mayores elogios. Y bien que los merece, aunque no los necesita pues la mera enumeración de sus logros ha de servir para dimensionar lo que representa Inmaculada González Casado para el deporte español y andaluz.

Amén de lo que a continuación describimos, Tico, nada menos que 186 veces internacional absoluta, tiene el privilegio de haber integrado la selección femenina de voleibol en su única participación olímpica, en Barcelona 1992, junto a Virginia Cardona, Laura de la Torre, Asunción Doménech, Estela Domínguez, Marta Gens, Olga Martín, Carmen Miranda, Rita Oraá, Mª del Mar Rey, Inmaculada Torres y Ana María Tostado. España, como anfitriona, hizo lo que pudo, si bien fue incapaz de sumar un solo set y terminó 8.ª y última de un torneo que fue planteado en dos grupos de cuatro equipos cada uno. En la primera fase, el combinado español acabó 4.º de su pool tras perder por 0-3 ante el Equipo Unificado, Japón y Estados Unidos, lo que le condenó directamente a disputar el partido por el séptimo puesto ante China, que le doblegó asimismo por 0-3.

Nacida el 26 de diciembre de 1970 en Granada, la que hasta el momento es la única jugadora de voleibol andaluza participante en unos Juegos Olímpicos debió marchar, siendo pequeña, a Almería debido al traslado laboral de su padre. En la capital almeriense, la espigada niña –llegaría a los 1,82 m de estatura– estudió en el Colegio Público Azcona, donde coincidió con el que fue jugador del Club Unicaja Almería, Manolo Berenguer, y con el profesor y entrenador de voleibol Moisés Ruiz Tocón. Sin duda este encuentro con Moi determinó el discurrir de la vida de Tico, quien, con 11 años, se lanzó a empaparse de todos los estímulos que ese nuevo deporte comenzó a proporcionarle.

Durante cinco años se formó, creció como jugadora y compitió exclusivamente en Almería, en el seno de la Agrupación Deportiva La Salle, que fue su escaparate para que los grandes clubes conocieran su calidad técnica, datos antropométricos y rol de colocadora. Y, ¿quién se interesó por ella? Pues nada más y nada menos que el doble campeón de liga (1986 y 1987) y campeón de copa (1987), el CV Tormo Barberá de Játiva (Valencia), al que la andaluza marchó para debutar en División de Honor femenina en la temporada 1987-1988, a las órdenes del gijonés José Miguel Pérez. Pese a todo, nuestra biografiada jugó únicamente dos campañas en el cuadro valenciano, la del debut y la 1988-1989, aunque ciertamente brillantes, pues conquistó los dos títulos de la Copa de la Reina en juego y ambos subcampeonatos de liga.

El motivo de la marcha de Tico fue su inclusión en el grupo de trabajo que la federación española creó para preparar la participación en los Juegos Olímpicos de 1992. Unos meses antes, sin haber cumplido los 18 años, había jugado el primer partido con la selección absoluta –un España-Finlandia amistoso, en Barcelona–, reclamada por el técnico José Antonio “Toño” Santos del Campo, y en 1989 hizo lo propio en el combinado júnior que representó a España en el Campeonato del Mundo, en Perú.

Por tanto, mientras su club ganaba la liga 1989-1990 y desaparecía al término de la temporada 1990-1991, la granadina se hacía cada vez más importante en la larga –más de dos años– concentración permanente de la selección absoluta, asistiendo al Campeonato del Mundo B de 1990, celebrado en El Puerto de Santa María (Cádiz) –España acabó en 9.ª posición– y, dentro del año 1991, a la Copa del Mundo de Tokio (puesto 11.º), Juegos Mediterráneos de Atenas (puesto 6.º) y Universiada de Verano de Sheffield (Reino Unido). Y, obviamente, como ha quedado ya indicado, ganándose su puesto en el equipo olímpico.

Ciertamente, Inmaculada adquirió la condición de olímpica muy joven, con 21 años, de modo que, cuando terminaron aquellos Juegos de imborrable recuerdo para ella, aún tenía por delante prácticamente toda su carrera deportiva. Esta se recondujo en el ámbito de club a través del madrileño CV Telyco Alcorcón en la temporada 1992-1993, ganando la Copa de la Reina 1993 y siendo 3.ª en la liga de División de Honor. Al año siguiente, marchó a Vigo –en la ciudad pontevedresa terminó los estudios de Fisioterapia– para fichar una temporada (1993-1994) por el recién ascendido Hormigones Vigo, club que al término del campeonato descendió.

Tras esa temporada, la andaluza aceptó la propuesta del ex seleccionador nacional femenino, Aurelio Ureña Espá, y marchó a su ciudad natal, Granada, a enrolarse en el equipo de voleibol del Club Deportivo Universidad de Granada, a la postre la entidad que más tiempo pudo disfrutar del juego de la colocadora olímpica, no en vano encadenó ocho campañas: 1994-1995 a 2001-2002. Con el club granadino, siempre en la máxima categoría, llegó a ser subcampeona de liga en 1998 y 2001, 3.ª clasificada en 1997, 1999 y 2000, y subcampeona de la Copa de la Reina en cuatro ocasiones –1997, 1998, 1999 y 2000, perdiendo todas las finales ante el Construcciones Marichal de Tenerife–, siendo elegida en 1998 y 1999 mejor colocadora de la competición. Asimismo, participó con el cuadro granadino en competiciones europeas, como fueron la Recopa y la Liga de Campeones.

Con 31 años, quiso vivir la aventura de jugar en el extranjero y recaló en la temporada 2002-2003 en el Asterix Kieldrecht, de la localidad belga de Beveren, un club puntero que había ganado dos años antes la Top Teams Cup –segunda competición continental– y con el que la andaluza se impuso en la Supercopa de Bélgica, compatibilizando el voleibol competitivo y su profesión de fisioterapeuta.

Concluida la aventura europea, vivió y disfrutó la experiencia de la maternidad, lo que, deportivamente hablando, supuso una campaña en blanco (2003-2004), tras la cual, siguiendo sus raíces, fichó por dos años (2004-2005 y 2005-2006) por el CV Almería, en la Liga FEV –segunda división. No obstante, una de las mejores colocadoras de la historia del voleibol español había de concluir su etapa deportiva en la elite y en el verano de 2006 firmó contrato, a sus 35 incombustibles años, con el Club Voleibol Ciutadella –se ha llamado Patricia Menorca Voley y Valeriano Allés Menorca–, para jugar en la Superliga Femenina.

En la isla de Menorca, la andaluza empezó una nueva vida junto a su hijo y su pareja, firmando sus últimas cinco temporadas como jugadora (2006-2007 a 2010-2011), siendo feliz en la pista y fuera de ella, y se despidió de su deporte a lo grande, pues en 2011 conquistó, por fin, el título de campeona de liga que tantas veces había acariciado y nunca logrado. Antes había sido subcampeona en 2010 y 3.ª en 2009, y, en la Copa de la Reina, 2.ª clasificada en 2009 y 2011.

Por otra parte, habíamos dejado la trayectoria de Tico con la selección española en los Juegos Olímpicos. Tras Barcelona 1992, nuestra protagonista siguió representando a España en los eventos internacionales, destacando la 5.ª posición en los Juegos Mediterráneos de Túnez 2001 y las participaciones en la Spring Cup de 1998 (9.º puesto), 1999 (9.º), 2000 (5.º) y 2001 (medalla de plata), celebradas en Esmirna (Turquía), Radom (Polonia) y las dos últimas en Brno (República Checa), respectivamente.

Retirada del deporte en la primavera de 2011, Inmaculada González Casado se presentó en las listas del Partido Popular al Ayuntamiento de Ciudadela en las elecciones municipales de ese año, a resultas de lo cual fue concejala de Deportes el mandato completo, hasta 2015, trabajando por el deporte en el municipio donde continúa viviendo. En la actualidad ejerce como fisioterapeuta, ya sea atendiendo a particulares o trabajando para un club de fútbol, el CE Mercadal.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 19 de diciembre de 2020