Ignacio Rambla Algarín

DEPORTISTAS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS ANDALUCES

Ignacio Rambla Algarín
Olímpico

Ignacio
Rambla

Cádiz

Ignacio Rambla Algarín

02.01.1964

Jerez de la Frontera (Cádiz)

2
Juegos OlímpicosDeporteCategoríaPrueba
Resultado
1996 Atlanta (EE.UU.)Hípica_Doma clásicaMixtaIndividual
Puesto 11
1996 Atlanta (EE.UU.)Hípica_Doma clásicaMixtaEquipos
Puesto 7
2004 Atenas (Grecia)Hípica_Doma clásicaMixtaIndividual
Puesto 41
2004 Atenas (Grecia)Hípica_Doma clásicaMixtaEquipos
Medalla de plata


Biografía de Ignacio Rambla Algarín

Nacido el 2 de enero de 1964 en Jerez de la Frontera (Cádiz), el subcampeón olímpico de doma clásica creció en La Espléndida, una barriada jerezana pegada a la finca El Paquete –hoy más conocida por Los Alburejos– de Álvaro Domecq Díez cuya frontera, entre barrio y cortijo, eran unos árboles entre los cuales el niño Ignacio Rambla curioseaba cada día con enorme atención el discurrir de caballos y jinetes, pese a que su padre era trabajador de la propia finca.

Hijo de Francisco y Rosario, benjamín de cuatro hermanos –los mayores se llaman Agustín, Dolores y Remedios–, Ignacio ha vivido siempre en Jerez. Bautizado en la Parroquia de Santa Ana, estudiante del Colegio Princesa Sofía y el Instituto Alvar Núñez, futbolista –y dicen que bastante bueno– del Atlético Los Naranjos en Primera Regional y, cómo no, alumno y luego profesor y gestor de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre.

Aquella curiosidad de la niñez avivada por la observación del mundo del caballo encontró afortunadamente el apoyo de Antonio Moreno, cariñosamente llamado el Pelao, que fue quien introdujo a Ignacio en el ambiente de las actividades hípicas y quien le entusiasmó con las primeras lecciones en el arte de montar, pues en la familia Rambla Algarín ni había tradición, ni conocimientos, ni medios para ello. Establecida aquella alianza fortuita entre pedagogo improviso y alumno ilusionado, cuando Álvaro Domecq Romero fundó la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre resultó que Moreno se convirtió en jinete de la misma y hombre de confianza. Desde dicha posición, el Pelao hizo las gestiones necesarias ante Domecq para que Ignacio ingresase como alumno en el verano de 1978.

Su instrucción corrió a cargo de grandes jinetes y profesores como Manuel Vidrié, José Sollo, Joao Batista, Francisco Meseguer, Manuel Méndez, Luis Ramos Paúl o Mercedes González, entre otros. Enseñanza que, por otro lado, alternó con la participación en los espectáculos ecuestres que la escuela –luego fundación– realizaba durante sus giras por países sudamericanos como México, Venezuela y Argentina, y con las primeras competiciones de doma clásica. Debutó en 1980 en el concurso nacional del club Pineda de Sevilla –a lomos de Pomelo– y en 1984 llevó a cabo su primer Campeonato de España, sobre Sultán, en San Andrés de Llavaneras (Barcelona).

Sin embargo, el ámbito deportivo no era por entonces una prioridad para nuestro protagonista y sí la adquisición de conocimientos. De esta forma, en 1983 obtuvo la plaza de jinete-profesor de la Escuela y en 1985 la Real Federación Hípica Española le expedió el título de profesor nacional de equitación. De 1996 a 2002 ocupó el cargo de director técnico de la Real Escuela, no sin dificultades, y a partir de 2002 ha llevado el área de competiciones deportivas en la institución jerezana.

Ignacio Rambla volvió al plano competitivo en 1994, reapareciendo en el Campeonato de España, en Culleredo (La Coruña), y estrenándose en el ámbito de los concursos internacionales en Apres (Francia), Schoten (Bélgica) y, sobre todo, Aquisgrán (Alemania), donde ocupó la 4.ª plaza. Y lo hizo de una forma intensa, comprometida y continuada, con grandes objetivos en mente y montando a un pura raza española tordo, perteneciente a la Yeguada Militar y que estaba llamado a abrir el camino a este linaje equino en las más importantes competiciones del mundo, repletas de caballos centroeuropeos. Este precursor no fue otro que Evento, un caballo que Ignacio tomó cuando tenía ocho años, luego de no haber dado buen resultado en los espectáculos de la escuela. Pronto demostraría que los cuadrilongos eran su espacio predilecto.

Rambla y Evento ganaron en 1995 y 1996 el Campeonato de España, en Sevilla, destacaron en los concursos internacionales de Villanova d’Asti (Italia), Hamburgo (Alemania), Schoten (Bélgica), Copenhague (Dinamarca) y Aquisgrán, y debutaron en el Campeonato de Europa de 1995, en Mondorf-les-Bains (Luxemburgo), donde Rambla se aupó a la 18.ª posición individual y, en compañía de Rafael Soto, Juan Matute y Beatriz Ferrer-Salat, a la 6.ª posición por equipos que concedía, además, la clasificación colectiva para los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996.

Para esta magna ocasión, el entrenador nacional Jürgen Koschel mantuvo la composición del cuarteto e Ignacio Rambla y Evento debutaron en las Olimpiadas, firmando una formidable actuación en el Georgia International Horse Park de Conyers que se tradujo en el 11.º puesto individual –el mejor español con diferencia– y el 7.º por equipos, por tanto, diploma olímpico.

No obstante, hay que reseñar que antes de los Juegos, Ignacio montó a otro grandísimo animal como era Invasor, caballo inscrito para las Olimpiadas expresamente como recambio de Evento o Flamenco –la montura de Rafael Soto– y al que Rambla dio recorrido competitivo en eventos internacionales previos a los Juegos, como fueron los concursos de Schoten (5.º en el gran premio especial o GPS), Copenhague (2.º en el GPS) y Aquisgrán (10.º individual y 4.º por naciones).

Tras la grata experiencia olímpica, la coalición Rambla-Evento se mantuvo hasta la temporada de 1998, deleitando al público español –en 1997 Rambla se hizo con su tercer campeonato de España, en la localidad ilerdense de Vilaller– y los de media Europa, con actuaciones como la 11.ª posición individual y la 4.ª colectiva en el Campeonato de Europa de 1997, en Verden (Alemania), y el 16.º puesto individual y el 6.º por equipos en los Juegos Ecuestres Mundiales de Roma 1998. A ello, el jerezano sumó notables presencias en copas de las naciones (6.º en Aquisgrán 1997 y 1.º en Rennes 1998) y resultados relevantes en pruebas individuales de concursos internacionales: 1.º en el GPS de Jerez, 6.º en el gran premio estilo libre (kür) de Ginebra y 7.º en la kür de Estocolmo, en 1997; 5.º en la kür de Neumünster y 11.º en la final de la Copa del Mundo, en Gotemburgo, en 1998.

Retirado Evento tras los Juegos Ecuestres de Roma, Rambla cerró el año en Aquisgrán con Invasor –3.º en la GPS y 5.º en la copa de las naciones– y a partir de 1999 asumió la monta de otros dos caballos españoles, dos tordos, Granadero para la inmediata competición y Distinguido –cinco años menor e hijo de Evento– para su progresión.

Con el primero rayó a gran altura en los concursos de Villanova d’Asti (4.º) y Aquisgrán (7.º en la kür) y estuvo en el cuadrilongo de un nuevo Campeonato de Europa, el de 1999 en Arnhem (Holanda) –17.º individual y 4.º por equipos–, donde España volvió a conseguir la clasificación coral para los siguientes Juegos Olímpicos, Sídney 2000. No obstante, Ignacio no viajó a Australia debido a una inoportunísima cojera de Granadero y unos cólicos sufridos por el posible recambio, Distinguido, al que ya había medido en competición en los torneos internacionales de Vejer (5.º) y Jerez (3.º) ese mismo año olímpico.

La ausencia de Sídney no desmotivó al jinete jerezano, que en el nuevo ciclo obtuvo los mejores resultados de su trayectoria deportiva perfectamente integrado en el equipo nacional de doma clásica, al lado de los andaluces Jiménez Cobo y Soto y la catalana Ferrer-Salat. Primero, supo aprovechar la fugaz estrella de Granadero –murió en 2006– y sobre su silla se clasificó 11.º individual y 4.º por equipos en el Campeonato de Europa de Verden 2001 y 21.º individual y 3.º colectivo (medalla de bronce) en los Juegos Ecuestres Mundiales de Jerez 2002. En copas de las naciones, en Aquisgrán, subió al podio como 3.º en 2001 y 2.º en 2002, y en pruebas individuales destacó en Vejer (2.º en el GPS de 2001 y 2002 y vencedor de la kür en 2002), Aquisgrán (10.º en la kür de 2001 y 5.º en la de 2002) y Lingen (7.º en la kür de 2002).

Por su parte, sobre Distinguido, cosechó el 8.º lugar en la kür del concurso de Nörten Hardenber en 2002 y en 2003 logró la 19.ª plaza en el Europeo de Hickstead (Reino Unido) y, sobre todo, la medalla de plata por equipos, que llevaba aparejada la clasificación olímpica.

En esta ocasión, en Atenas 2004, el cuarteto español se mantuvo unido por decisión del técnico nacional, el belga nacionalizado alemán Jean-Émile Bemelmans, quien también vio con buenos ojos la incorporación al equipo de un nuevo pura raza española, Oleaje, otro producto de la Real Escuela, estéticamente impecable y al que Rambla, en solo cuatro meses de monta –participó con él en los concursos de Saumur (4.º), Wiesbaden, Fritzens (12.º) y Aquisgrán (6.º por naciones)–, llevó a puntuaciones hasta entonces inimaginables para este precioso caballo negro de diez años, de tal forma que esta fue su montura en el Centro Olímpico Ecuestre Markopoulo de la capital griega, en detrimento de Distinguido.

En la prueba individual olímpica, el binomio logró el puesto 41.º con una puntuación de 64.750 y, como cuarta nota española, no sumó para el concurso colectivo, si bien Ignacio formó parte aquel ya legendario equipo formado también por Soto, Jiménez y Ferrer-Salat que conquistó una extraordinaria medalla de plata el sábado 21 de agosto, con una nota general de 72.917, solo por detrás de Alemania (74.653) y superando a Estados Unidos, Holanda, Dinamarca y Suecia, entre otras naciones. Metal que representa la primera presea de la doma clásica española en los Juegos y la tercera en el conjunto de las disciplinas hípicas olímpicas.

Después de la formidable gesta en Grecia, Ignacio Rambla siguió entrenando y compitiendo en busca de sus terceros Juegos, de nuevo a lomos de Distinguido, con el que, empero, no podrá competir más que tres años. El carácter competitivo del equino se apagó, pero antes dejó muestras de su clase a manos de Rambla en diversos frentes.

Medalla de bronce en el Nacional de 2004, en Jerez de la Frontera, en grandes eventos logró la 16.ª plaza individual y la medalla de bronce por equipos en el Campeonato de Europa de Hagen 2005, así como el 37.º puesto individual y el 10.º por equipos en los Juegos Ecuestres Mundiales de Aquisgrán 2006, el último campeonato internacional de nuestro biografiado. En concursos internacionales, fue 6.º en la kür de Barzago y 8.º en la copa de las naciones de Aquisgrán, en 2005; 3.º en la kür de Saumur, 7.º en la kür de Hansbeke, 8.º por naciones y 10.º individual en Aquisgrán, 3.º en el GPS de Vierzon y 2.º en la kür de Fritzens, en 2006.

En noviembre de 2007 Distinguido saltó a la pista por última vez en el Campeonato de España celebrado en Oviedo, donde el binomio acabó en 4.ª posición.

En las temporadas posteriores, paralelamente a sus quehaceres profesionales en la Real Escuela y la impartición de clases magistrales, Ignacio Rambla continuó domando nuevos ejemplares en busca de un caballo con nivel de gran premio. Tras haberlo intentado con Filemón (2003), Baccara (2005), Optimista (2006), Vistoso (2007-8) y Jarillero (2008), en 2012 volvió a ser competitivo con Fogonero, otro pura raza española –Rambla es el domero que más caballos de este linaje ha montado– con el que consiguió calificaciones de nivel, en torno a 70.0, en Vejer de la Frontera, Róterdam y Aquisgrán, y la preselección para los Juegos Olímpicos de Londres 2012 junto a otros seis binomios, si bien finalmente no fue elegido. Desde entonces no ha vuelto a la alta competición.

Miembro de honor de la Federación Ecuestre Internacional y de la Asociación Internacional de Entrenadores, en 1999 le fue concedido el Caballo de Oro a título individual, considerado el máximo galardón nacional para profesionales del mundo ecuestre, y en 2004 fue distinguido con el Premio Andalucía de los Deportes.

Actualmente, vive en Jerez de la Frontera junto a su esposa, Nuria Navarro Román, y dos hijos, Ignacio y Fernando, trabajando en la Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre y compartiendo su rica experiencia de jinete, especialmente apto para desarrollar caballos de dudosa progresión.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 25 de noviembre de 2020