Guillermo María Mediano Sebrechts

DEPORTISTAS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS ANDALUCES

Guillermo María Mediano Sebrechts
Málaga

Guillermo María Mediano Sebrechts

03.02.1976

Málaga

1
Juegos OlímpicosDeporteCategoríaPrueba
Resultado
2000 Sídney (Australia)NataciónMasculina200 espalda
Puesto 29


Biografía de Guillermo María Mediano Sebrechts

Nadador polifacético y trotamundos en la búsqueda de nuevas sensaciones y métodos de entrenamiento en el nado –entrenó y compitió en Argentina, Estados Unidos, Canadá, Bélgica, Málaga, Madrid y Canarias–, el que a la postre se convertiría en el primer nadador olímpico de la provincia de Málaga nació el 3 de febrero de 1976 en la capital malagueña fruto del matrimonio de un español, Luis Ramón Mediano, y una belga, Bernadette Sebrechts.

Persona sencilla y viajera, Jimmy, como se le conoce en las piscinas, no tuvo una trayectoria deportiva al uso. Más bien podría calificársele de deportista peculiar y rebelde ante los parámetros reinantes, que (casi) nunca se ajustaban a sus preferencias y características, primando en el malagueño el ansia por competir sobre el volumen elevado de entrenamiento.

Desde sus primeros años, la práctica deportiva fue habitual en la vida de Guillermo gracias a las actividades complementarias (atletismo, balonmano, tenis y fútbol sala) que estaban a su alcance y practicó en el Colegio Cerrado de Calderón de la capital, así como en el Club El Candado, en cuya piscina aprendió las primeras técnicas del nado a través de un cursillo que realizó a los 7 años.

Buen deportista en todo aquello que iniciaba, con 11 años recibió del médico y directivo Domingo Sánchez Maspons el consejo de que se centrase exclusivamente en la natación debido a las calidades que había apreciado en él y así fue como en la temporada 1987-1988, bajo la dirección técnica de Toñi Sánchez, nuestro protagonista comenzó a nadar en sesiones dobles con el objetivo de ver hasta dónde podía llegar. Posteriormente, en la temporada 1988-1989, fue tomado a su cargo por el entrenador Javier Casademont en el Club Cerrado de Calderón y luego ingresó en el centro de alto rendimiento de esta entidad bajo la tutela de Fernando Tejero. Sin embargo, esta metodología de entrenamiento –que le había llevado a ser internacional juvenil, a los 15 años– se vio truncada a principios de 1992 debido al traslado de la familia Mediano Sebrechts a Argentina.

En el país sudamericano, el malagueño continuó su recorrido natatorio en el Club Obras Sanitarias de la Nación, con la preparación del profesor Osvaldo Arsenio y el ayudante Claudio Lutotovich, y logró –una vez formalizado el pasaporte argentino– los primeros éxitos absolutos al adjudicarse la medalla de oro en 100 y 200 metros espalda, 4×100 metros estilos y 4×100 metros libres en el Campeonato de Argentina, tanto en 1993 como en 1994. Asimismo, representó a este país en los Juegos Panamericanos celebrados en 1995 en Mar del Plata y en una edición de la Copa Latina.

No obstante, los deseos de Guillermo por mejorar y buscar nuevas sensaciones le llevaron en septiembre de 1994 a marchar a Canadá para entrenar en el club de natación de la Universidad de Calgary a las órdenes de Mike Blondal, gracias a una beca de la Secretaría de Deporte de Argentina. En la ciudad olímpica de Calgary, el nadador malagueño descubrió factores nuevos para la competición y explotó como nadador de alto nivel. Entre sus resultados cabe reseñar la escapada efectuada a finales de 1994 a Buffalo para competir en el Abierto de Estados Unidos –medalla de bronce en 100 y 200 espalda y de plata en 4×100 libre y 4×100 estilos– y el triple triunfo en 50, 100 y 200 espalda en la Copa de Canadá de 1995.

Sin embargo, la experiencia canadiense solo duró una temporada al verse alterada por diversos factores, entre ellos la falta de presupuesto, por lo que, tres años y medio después de su marcha de Málaga, Guillermo Mediano determinó regresar a finales de 1995 a la capital de la Costa del Sol para retomar los entrenamientos con Fernando Tejero en el Cerrado de Calderón y apurar las últimas opciones de adjudicarse una plaza en los Juegos Olímpicos de 1996, cosa que no se produciría.

Con la mente dirigida hacia las siguientes Olimpiadas, un nuevo inconveniente vendría a trastocar los planes de Mediano en la temporada 1996-1997, pues el centro malagueño cerró sus puertas y Jimmy hubo de marchar a la Residencia Joaquín Blume de Madrid para entrenar en las instalaciones del Consejo Superior de Deportes, también con Fernando Tejero como preparador.

Aunque durante el año 1997 el malagueño accedió al equipo nacional y participó en los Juegos Mediterráneos de Bari –5.º en 200 espalda, con 2:03.22– y el Campeonato de Europa de Sevilla –20.º en 200 espalda–, la estancia en Madrid nunca le resultó satisfactoria puesto que al no ser fijo en la selección no llegó a competir en la medida que deseaba. Este hecho le llevó a buscarse por su cuenta espacios en los que desarrollar su gusto por medirse a otros rivales y así, en el curso 1997-1998, debutó en la Copa del Mundo, un evento en piscina de 25 metros que se disputaba en varias series (12 por entonces) de cuatro continentes de diciembre a marzo y en el que la natación española apenas se había prodigado. Un formato del agrado de nuestro biografiado, quien en tal edición llegó a ser finalista en 100 libre en la reunión de Gelsenkirchen (Alemania).

Llama la atención que por entonces, el nadador andaluz, ya con 21 años, no había ganado todavía título absoluto alguno. No fue hasta 1998 cuando Guillermo inauguró la cosecha de medallas de oro en los campeonatos de España. Entonces, defendiendo los colores del Club Cerrado de Calderón, se impuso en 200 libre tanto en el Nacional de verano, en Alicante, como en el Nacional de invierno, en Sabadell, en el mes de diciembre y ya perteneciente a la campaña 1998-1999, la cual encaró de nuevo en Málaga.

Así es, Mediano, al no haber visto en los resultados la suficiente rentabilidad a tanto esfuerzo, abandonó Madrid en 1998 para volver a Málaga con su familia y con Javier Casademont, comenzando un nuevo planteamiento metodológico, de calendario y quizás vital, no en vano se matriculó en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Málaga, lo que le permitió participar, al término del primer curso, en la Universiada de Verano de Palma de Mallorca 1999 –finalista en 200 espalda.

Deportivamente, el primer reto que se impuso el andaluz en dicha temporada 1998-1999 fue competir globalmente en la Copa del Mundo, cosa que hizo con medios propios, de forma ajena al equipo nacional y bajo el distintivo del Cerrado de Calderón. Desafío que culminó con el rotundo éxito de subir al podio final como tercer clasificado en el estilo espalda, luego de haber sido medalla de plata en Río de Janeiro (Brasil) –prueba inaugural–, bronce en Pekín (China), plata en Hong Kong, plata en Malmö (Suecia), bronce en Imperia (Italia) y oro en Gelsenkirchen, siempre en 200 espalda, salvo en Suecia, que nadó el hectómetro.

Para rematar el año, compitió por España en la Copa Latina de 1999, en Guadalupe (Francia), colaborando –bronce en 4×200 libre– al triunfo por naciones, y también asistió a la Universiada de Palma de Mallorca.

Sin duda, el aporte de moral por el éxito sin precedentes logrado en la World Cup fue determinante para que el inquieto Guillermo encontrase en 2000 el equilibrio que ansiaba, así como el fichaje por un club señero: el Club Natación Metropole de Las Palmas de Gran Canaria –también nadó a lo largo de la campaña 1999-2000 con el Scaldis belga. Por ello, no debe extrañar que durante la parte invernal de dicha temporada fuese uno de los primeros nadadores españoles en realizar la marca mínima exigida para estar en los Juegos o que antes de viajar a Sídney firmase en el Campeonato de Europa de Helsinki 2000 (piscina 50 metros) su mejor actuación de siempre: 11.º en 200 espalda.

El 20 de septiembre de 2000, Guillermo Mediano cumplió el sueño que tanto había perseguido al saltar a la piscina del Centro Acuático de la ciudad australiana para nadar la quinta serie de la primera ronda de los 200 metros espalda. Su tiempo, 2:03.45, le clasificó 8.º de su tanda y 29.º en el total de 45 participantes, por tanto, fuera de los 16 puestos de semifinales, y, aunque en la temporada había nadado varias veces en mejores registros, marchó para Andalucía sin un ápice de decepción, con la satisfacción de haber cumplido un objetivo personal.

“En realidad, el objetivo era ir a Sídney, porque en los Juegos Olímpicos de Atlanta de 1996 podría haber participado y sin embargo no me llevaron. Nunca me han dado confianza y por tanto el mero hecho de estar ahí ya fue un triunfo personal”, declaró en entrevista concedida a El País.

Tras los Juegos y con la sensación de haber cumplido una etapa, nuestro protagonista empezó a centrarse en sus estudios universitarios, aunque sin abandonar la natación ni el equipo nacional. Eso sí, evolucionó a distancias menores y a pruebas de relevos, llevando a cabo un plan de entrenamientos personal y singular, pues en Málaga entrenaba solo en las piscinas de la Universidad de Málaga o el Club El Candado, cuando no lo hacía en la de su club, el Metropole, allí sí bajo la dirección técnica de José Ángel Blanco Montenegro.

Con los canarios lograría el título por clubes en el Campeonato de España de 2002, en Valencia, además de todo el grueso de entorchados que adornan el palmarés estatal de Guillermo: un total de 22 medallas de oro, que bien podrían haber sido más de no haber coincidido en el tiempo con nadadores como David Ortega, Jorge Sánchez o Aschwin Wildeboer, que le privaron de más títulos.

Resumiendo, en el Campeonato de España de Invierno –indicamos el año principal de la temporada, aunque el certamen se celebra en diciembre del año anterior– posee 11 triunfos: 200 libre (1999), 100 espalda (2000), 200 espalda (2000), 4×50 estilos (2003 y 2004), 4×100 estilos (2002 y 2004), 4×50 libre (2003 y 2004) y 4×100 libre (2003 y 2004). En el Campeonato de España Open de Primavera, solo tiene una medalla de oro: 100 espalda en 2005. Por último, en el Campeonato de España de Verano, venció en 10 ocasiones: 200 libre (1998), 4×50 estilos (2002, 2003 y 2005), 4×100 estilos (2002), 4×50 libre (2003 y 2004) y 4×100 libre (2002, 2003 y 2005).

En los años siguientes a Sídney 2000, las comparecencias internacionales de Guillermo fueron escasas, en sintonía con su alejamiento progresivo de la alta competición, aunque concentradas en 2003, año en el que hizo un último esfuerzo por conquistar una plaza en el equipo olímpico español de Atenas 2004, la cual nunca llegó pese a firmar sus mejores marcas personales en todas sus pruebas, a excepción del 50 espalda.

Así, ese año participó en la Universiada de Daegu (Corea), fue 5.º en 200 espalda en la prueba de la Copa del Mundo de Estocolmo (Suecia) y debutó en el Campeonato de Europa de piscina corta, en Dublín (Irlanda), donde firmó una discreta actuación –40.º en 200 libre y 23.º en 200 espalda– y encabezó el equipo español como abanderado. Además, con sus compañeros del Metropole, lideró el ranking mundial en la prueba de 4×50 estilos en piscina de 50 metros.

Definitivamente, en 2005 se despidió del equipo nacional participando en los Juegos Mediterráneos de Almería y nadando su última final –7.º en 200 espalda (2:06.20)–, aunque por entonces ya había comenzado una nueva etapa como técnico en el Centro Especializado de Alto Rendimiento de la Federación Andaluza de Natación en Málaga y el Club Cerrado de Calderón, gracias a su titulación de entrenador nacional de natación.

Sin haber anunciado nunca una retirada efectiva –de hecho ha seguido compitiendo en ámbitos autonómicos–, en los años sucesivos Guillermo Mediano se dedicó a consolidar una sólida formación en marketing –licenciado en Relaciones Públicas y Publicidad, máster en Dirección de Marketing y Comunicación, y máster en Administración de Empresas– y trabajar en dicho campo y en la organización de eventos turísticos, aunque también aspiró a entrar en el Comité Olímpico Español como representante de los deportistas, sin resultar elegido.

Posteriormente, se desvinculó del deporte y creó (2010) junto a uno de sus dos hermanos una empresa de comercio internacional y, más recientemente, ha vuelto a las piscinas para trabajar como entrenador de la Real Federación Española de Natación, así como del triatleta Rubén Ruzafa. En la actualidad es el primer entrenador del Real Club Mediterráneo de su Málaga natal, y reside en la cercana localidad de Torremolinos con su pareja, Micaela, y la hija de ambos, Valentina.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 1 de diciembre de 2020