Francisco Sanjosé García

Biografía de Francisco Sanjosé García

Curro Sanjosé, miembro de aquella desafortunada selección olímpica que participó en Montreal 1976, fue uno de los símbolos del Sevilla Fútbol Club en los años 70 y 80, no en vano toda su trayectoria profesional discurrió en el club nervionense, llegando a jugar 373 partidos con la camiseta blanca a lo largo de 16 temporadas, de ellos 335 oficiales (321 como titular) entre encuentros ligueros, coperos y correspondientes a competiciones europeas. Jugador queridísimo por la afición sevillista, la casta y la entrega, su contundencia en defensa y un potentísimo disparo a puerta fueron las características que le hicieron un jugador fundamental en el lateral izquierdo para cuantos –y no fueron pocos– entrenadores pasaron por el banquillo hispalense.

Persona hecha a sí misma, de orígenes humildes e hijo de José y Josefa, nació el 12 de noviembre de 1952 en Sevilla, en cuya zona de la Puerta Carmona se crio, educó –en el Colegio Público Calvo Sotelo de la calle Arroyo– e inició en el arte del fútbol hasta que un suceso, en forma de tragedia, vino a cambiar el rumbo vital de nuestro protagonista. El 25 de noviembre de 1961, al poco de cumplir los 9 años, el desbordamiento del arroyo Tamarguillo inundó casi toda Sevilla y dejó a su familia, como a otros 30.000 sevillanos, sin hogar. La rápida respuesta gubernamental para paliar las consecuencias del desastre permitió a los afectados con menos recursos reubicarse a partir de marzo de 1962 en las “provisionales” y prefabricadas Casitas Bajas de San Pablo, germen del actual barrio del Polígono San Pablo.

Fue en este nuevo entorno donde Currili, como se le conoce cariñosamente, empezó a jugar al fútbol formalmente en el cercano campo de la Cruzcampo como componente del equipo del barrio, que dirigía Mané, a la postre su primer entrenador y de cuyas manos saldrían otros profesionales del fútbol como Demetrio, Quino, Carballo y Fali.

No obstante, su potencial y velocidad como extremo izquierdo pronto llamaron la atención de los ojeadores futbolísticos locales que buscaban nuevos valores en los campos de las barriadas y así en la campaña 1963-1964 Curro Sanjosé accedió a los infantiles del Real Betis Balompié, bajo la dirección técnica de Pepe Peñafuerte. Tras un año con los verdiblancos, recaló en el club Los Ángeles de su barrio y en la temporada siguiente (1965-1966) pasó al Atlético San Ignacio, donde jugó dos años a las órdenes de Juan Vela en los campos de Marqués de Contadero, en el barrio de Ciudad Jardín. Fue el presidente de esta modesta entidad del fútbol base sevillano el que, a la vista de la calidad del jugador, empleó su vinculación con el Sevilla FC para, a través de Antonio Vega, intermediar por él y lograr que Curro ingresase en los juveniles del club nervionense en la temporada 1967-1968.

Luego de dicha campaña en la plantilla dirigida por Pepe Herrera, aún siendo juvenil fue cedido al Club Deportivo Alcalá, equipo vinculado del Sevilla FC, para continuar su progresión. Con la formación de Alcalá de Guadaíra, dirigida por Carlos Galvis, actuó dos temporadas en Tercera División, en las cuales fue convocado tanto para la selección andaluza juvenil como para la selección española juvenil, en la que fue internacional con Emilio Santamaría en el banquillo. Además, hay que reseñar que en el curso 1969-1970 fue llamado por el nuevo entrenador blanco, el austríaco nacionalizado alemán Max Merkel, para entrenar con el primer equipo, y ese año terminó tercero en la Liga Española.

La oportunidad para mostrarse entre los mayores se la ofreció el propio técnico centroeuropeo, apodado Míster Látigo por sus métodos, en la siguiente temporada, la 1970-1971 –Curro figuraba en la plantilla del filial, el Sevilla Atlético, en Tercera División–, cuando debutó en el primer equipo como titular en el partido de dieciseisavos de final de la Copa del Generalísimo que enfrentó al Pontevedra y el Sevilla en el Estadio Municipal de Pasarón, el 25 de abril de 1971. Allí, a Curro Sanjosé le marcó el defensa Irulegui, pues no olvidemos que aún jugaba de extremo izquierdo. Después de este encuentro, el jugador sevillano disputó los partidos de ida y vuelta de la semifinal copera frente el Valencia, con derrota sevillana.

El debut en el Campeonato Nacional de Liga no llegaría hasta la campaña 1971-1972, ya con el griego Dan Georgiadis en el banquillo, pues Merkel había sido destituido en mayo de 1971 –a falta de una jornada para el final de la liga– por unas declaraciones efectuadas en el diario Sur contra la política del Sevilla, algunos directivos y el propio presidente José Ramón Cisneros. La circunstancia de la lesión de Manolín Bueno –uno de los principales fichajes del año, procedente del Real Madrid– y el buen fútbol que Curro estaba llevando a cabo en el Sevilla Atlético obraron que, con 20 años recién cumplidos, nuestro biografiado realizase el 19 de diciembre de 1971 en el Nou Camp ante el Barcelona –victoria local por 1-0– su primer partido de liga. Una grandísima alegría que se fue disipando a lo largo de la temporada por la mala marcha del equipo –Curro jugó nueve partidos más– y el descenso a Segunda División, pese a los cambios de entrenadores (Diego Villalonga y el inglés Vic Buckingham).

El Sevilla y Curro Sanjosé permanecerían en la segunda categoría nacional durante tres temporadas (1972-1973, 1973-1974 y 1974-1975) y con diversos entrenadores: Juan Arza y Salvador Artigas, en la primera; el austríaco Ernst Happel, Santos Bedoya y Enrique Buqué, en la segunda; y Roque Olsen, en la tercera y artífice del ascenso. Otros hechos destacables que el jugador vivió en estos tres años fueron el fallecimiento de su compañero Pedro Berruezo en el trascurso del partido contra el Pontevedra del 7 de enero de 1973, su reconversión a defensa lateral izquierdo que articuló Santos Bedoya y el récord personal de 32 partidos de liga disputados el año del ascenso.

Plenamente asentado en el primer equipo sevillista y en la Primera División –que ya no abandonaría nunca–, tras una buena temporada 1975-1976 –el Sevilla quedó clasificado 11.º y obviamente mantuvo la categoría– Curro Sanjosé contrajo matrimonio el 12 de junio de 1976 con Amparo, si bien su luna de miel se vio truncada por la convocatoria que recibió de los seleccionadores nacionales Ladislao Kubala y Gustavo Biosca para la concentración específica que el equipo olímpico iba a llevar a cabo en Barcelona antes de los Juegos de Montreal, pese a que el sevillano no había participado en la fase clasificatoria.

Sanjosé estuvo en aquella preparación y también viajó a la capital francófona de Canadá junto a los andaluces Juanito, Pulido y Esteban Vigo, así como Vitoria, Olmo, Cundi, Saura, Paco Bermejo, Isidoro San José, Tente Sánchez, Juani, Arconada, Mir, Pedro Camus e Idígoras, con Manzanedo de tercer portero.

Muchos de ellos nombres importantes del fútbol español que, pese a todo, no lograron brillar en un devaluado torneo, con solo 13 equipos en liza –los tres africanos renunciaron por boicot político– y problemas para rellenar la plaza dejada por Uruguay. En tales condiciones, el equipo español solo jugó dos partidos en la primera fase, ambos en el Estadio Olímpico y con un resultado de derrota ante Brasil (1-2), el 20 de julio, y frente a Alemania Democrática (0-1), el 22 julio, sin poder actuar ante el otro equipo del grupo, Zambia, que no se presentó. Con tal balance, España quedó eliminada en la fase de grupos y relegada al 9.º puesto, igualada con otras cuatro selecciones.

Tras los Juegos, Curro Sanjosé afrontó sus mejores años de fútbol, ganándose el respeto de compañeros, rivales y entrenadores a base de entrega, pundonor y eficacia en la defensa de los delanteros diestros y contribuyendo a una gran época del Sevilla FC. Dirigido por Luis Cid Carriega (temporadas 1976-1977 a 1978-1979), Miguel Muñoz (1979-1980 a 1981-1982) y el coriano Manolo Cardo (1981-1982 a 1985-1986), disfrutó de grandes campañas sevillistas en la liga (5.º en 1983 y 7.º en 1982) y de la disputa de la Copa de la UEFA en sus ediciones de 1982-1983 y 1983-1984, debiendo significar que en la primera de ellas la formación andaluza, con jugadores del nivel de Buyo, Nimo, Álvarez, Pablo Blanco, Pintinho, Francisco, Juan Carlos y el propio Sanjosé, eliminó al Levski Sofía y al PAOK de Salónica antes de caer en cuartos de final ante el Kaiserslautern.

Coincidiendo con la conclusión de su contrato al término del curso 1985-1986, Curro Sanjosé decidió retirarse del fútbol profesional, motivo por el que la entidad sevillista le rindió homenaje el día 12 de agosto de 1986 en el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, con un partido que enfrentó al Sevilla y al equipo uruguayo del Nacional. Nuestro protagonista había disputado su último encuentro el 23 de marzo, curiosamente en el campo del eterno rival, el Benito Villamarín del Real Betis Balompié, con triunfo verdiblanco por 1-0.

A su retirada invirtió en negocios inmobiliarios y hosteleros, a cuya gestión se ha dedicado desde entonces, habiéndose desvinculado totalmente de la práctica del fútbol –juega al pádel– que no de la afición por su Sevilla, al que suele seguir en sus compromisos nacionales e internacionales tanto de local como de visitante. Fruto de su profundo sentir sevillista, en 1999 constituyó la Asociación de Veteranos del Sevilla FC junto a ex jugadores como Juan Arza, Baby Acosta, Enrique Lora, Francisco, Pablo Blanco, Rodri, José Antonio Salguero o Manolo Cardo, entre otros. Tampoco el club le olvida y el 18 de noviembre de 2015 volvió a distinguir su trayectoria haciéndole entrega del octavo Dorsal de Leyenda, con el número 3.

Actualmente, Curro Sanjosé vive en el barrio de Nervión junto a su esposa Amparo, con la que tiene dos hijas, Sara y Olga, y ya nietos.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 18 de noviembre de 2020