Francisco Javier Fernández Peláez

DEPORTISTAS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS ANDALUCES

Francisco Javier Fernández Peláez
Granada

Francisco Javier Fernández Peláez

06.03.1977

Guadix (Granada)

3
Juegos OlímpicosDeporteCategoríaPrueba
Resultado
2000 Sídney (Australia)AtletismoMasculina20 km marcha
Puesto 7
2004 Atenas (Grecia)AtletismoMasculina20 km marcha
Medalla de plata
2008 Pekín (China)AtletismoMasculina20 km marcha
Puesto 7


Biografía de Francisco Javier Fernández Peláez

Paquillo Fernández es uno de los deportistas andaluces más laureados de todos los tiempos y el atleta español con más medallas en las grandes competiciones, siete –una plata olímpica y tres mundiales, y dos oros y un bronce europeos–, trayectoria sin igual empañada por la Operación Grial contra el dopaje en la que se vio implicado y que terminó suponiéndole una prematura retirada.

Nació el 6 de marzo de 1977 en el Hospital Viejo de Guadix (Granada), ciudad en la que ha vivido hasta 2005, al principio en el barrio de Santa Ana y desde 2000 en un piso en el centro. Fue el cuarto y último de los hijos –dos varones y dos hembras– que tuvieron sus padres, José y Adoración.

El Sardinilla, como se le conocía, empezó en el atletismo con solo 10 años en la escuela que en tierras accitanas tenía el marchador olímpico Manuel Alcalde, a la postre su entrenador hasta 2004. Fascinado por la marcha desde los comienzos, Francisco Javier supo compatibilizar en aquellos primeros años el aprendizaje de esta especialidad atlética con los estudios, primero en el Colegio Público Adelantado Pedro de Mendoza y, más tarde, en el Instituto de Formación Profesional Acci, en la rama de administrativo. Pero el futuro de nuestro protagonista estaría en el deporte y así él mismo lo presintió cuando en 1995 abandonó los estudios a raíz de sus primeros logros en la pista.

La buena estrella de Paquillo era algo que se veía venir desde que en 1994, con 17 años y afiliado al Atletismo Chapín de Jerez, hiciese su aparición en los rankings nacionales con el 9.º mejor tiempo de la temporada en 10 kilómetros en pista (43:30.0). En 1995 y 1996, dominó a sus anchas dicha prueba en las tablas de registros en España (40:54 y 40:38.26, respectivamente) y corroboró en competición la calidad de sus marcas, conquistando la medalla de oro en el Campeonato de España júnior de ambas campañas, haciéndose con la medalla de plata en el Europeo júnior de 1995, en Nyiregyházá (Hungría), y, sobre todo, apropiándose del título de campeón del mundo júnior en 1996, en Sídney (Australia).

En 1997, en su estreno en la categoría promesa y realizando paralelamente el servicio militar, debutó en la prueba de los 20 kilómetros, distancia en la que conseguiría sus grandes éxitos a partir de entonces. Así, en el ámbito doméstico, encadenó tres triunfos (1997, 1998 y 1999) en el Campeonato de España promesa, solapándose dos de ellos con las primeras medallas de oro en el Nacional absoluto, en el que el granadino ha conseguido 9 victorias (1998, 1999, 2000, 2001, 2002, 2003, 2004, 2007 y 2011). Dominador en España, no obstante, el verdadero legado de Paquillo se ha amasado, a golpe de pasos y más pasos, en el ámbito internacional.

Iniciamos el extenso repaso en 1997, año en el que fue subcampeón de Europa sub-23 en Turku (Finlandia) –primera edición de este certamen– y debutó (47.º) en la Copa del Mundo, en Podebrady (República Checa). En 1998, ganó la Copa de Europa en Dudince (Eslovaquia) y se alzó con la medalla de bronce en el Campeonato de Europa absoluto al aire libre, celebrado en Budapest (Hungría).

Grandísima presea que disparó las expectativas de éxito que sobre el andaluz se crearon ante su primera participación en el Campeonato del Mundo absoluto, que tendría lugar en 1999 en Sevilla y al que acudió habiendo rendido a aceptable nivel (12.º) en la Copa del Mundo de Mézidon (Francia), celebrada unos meses antes. Por ello, su 15.ª posición (1:27:23) en la meta del sevillano Estadio de La Cartuja supo a muy poco tanto a los aficionados como al propio atleta.

Pese al revés, nuestro biografiado colocó inmediatamente sus miras en los Juegos de Sídney 2000, para los que estaba clasificado por marca mínima acreditada. Si había alguna duda sobre su participación en Australia, esta quedó disipada en la Copa de Europa de 2000, en Eisenhuttenstad (Alemania), donde, con un tiempo de 1:18:56, se hizo con la medalla de bronce y el récord de España.

Así, el 22 de septiembre debutó en los Juegos Olímpicos en una prueba de 20 km que contó con 47 marchadores en liza y que Paquillo concluyó en 7.º lugar –diploma olímpico–, con un tiempo de 1:21.01, a dos minutos del vencedor, el polaco Robert Korzeniowski.

Después de las Olimpiadas y pese a la motivación que suele ofrecer esta participación a todo deportista, el andaluz vivió una temporada 2001 de corte gris y triste, muy posiblemente afectado por la noticia de la enfermedad que comenzó a padecer su entrenador, padre, consejero y amigo que no era otro que Manolo Alcalde. Consecuencia de ello, no subió al podio (4.º) en la Copa de Europa de Dudince y su regreso al Mundial absoluto al aire libre, celebrado ese año en Édmonton (Canadá), se saldó con el abandono en el kilómetro 14 de la prueba de 20 km, hecho que se producía por primera vez en su carrera deportiva.

La campaña de 2002 trajo consigo cambios en la forma de trabajar del granadino –incorporó a su equipo de colaboradores a la psicóloga Patricia Ramírez y al fisioterapeuta Juan Luis Balboa– y el salto de calidad fue excelso, materializándose en la consecución del récord del mundo de 20 km con un tiempo de 1:17:22, el 28 de abril de 2002 en Turku, y el título de campeón de Europa absoluto, logrado en verano en Múnich (Alemania). Prolegómeno de un año explosivo, el de 2003, en el que ganó –individualmente y por equipos– la Copa de Europa de Cheboksary (Rusia) y obtuvo la medalla de plata (1:18:00) en el Campeonato del Mundo absoluto al aire libre, en París (Francia), primera de las tres que lograría.

En plena cúspide del atleta, su descubridor y entrenador, Manuel Alcalde, falleció el 23 de abril de 2004, día que ha sido, como el atleta reconoce, el más triste de su existencia. En tales circunstancias, el accitano debió hacer gala de la entereza que siempre exhibió en la pista y la carretera y, tras el duelo, quiso dedicar a su mentor la más bella de las victorias en los inminentes Juegos Olímpicos.

Para ello, Paquillo quiso rematar la preparación que había comenzado con Alcalde bajo la dirección técnica del entonces campeón olímpico, Korzeniowski, otrora rival en las pistas y ya retirado. Sellada la nueva alianza, llegó la segunda participación olímpica de nuestro protagonista, Atenas 2004, el 20 de agosto, día que marchó luciendo un crespón negro sobre su hombro izquierdo en memoria de Manolo y llevando al cuello una medalla de San Judas Tadeo que le había regalado Montse, la mujer de aquel. Plenamente motivado y en una forma espléndida, Paquillo completó una soberbia carrera que le llevó a la medalla de plata olímpica (1:19:45), tras un vibrante pulso con el italiano Ivano Brugnetti, que le arrebató la gloria por escasos cinco segundos, y adelantando en 17 segundos al australiano Nathan Deanes, tercero.

En el siguiente ciclo olímpico, los éxitos de Fernández, con Korzeniowski de entrenador, no cesaron de engrosar un palmarés cada vez más deslumbrante. Así, el granadino sumó dos nuevas medallas de plata en el Campeonato del Mundo absoluto, en Helnsinki 2005 (1:19.36) y Osaka 2007 (1:22.40) –por detrás del ecuatoriano Jéfferson Pérez en ambos casos–, y dos victorias en la Copa del Mundo, en La Coruña 2006 –también por equipos, por primera vez en la historia de la marcha española, formando aquel conjunto Paquillo Fernández, Juan Manuel Molina, Benjamín Sánchez, José Ignacio Díaz y el también andaluz José David Domínguez– y Cheboksary 2008. Asimismo, se impuso en la Challenge Mundial de Marcha –circuito de la IAAF que engloba diversas pruebas puntuables– en 2005 y 2006 y logró su segundo título continental en Gotemburgo 2006 (1:19:09) y la medalla de oro en los Juegos Mediterráneos de Almería 2005, en cuya ceremonia de apertura desfiló como abanderado español.

Avales de sobra para otorgarle la categoría de favorito a convertirse en campeón olímpico en Pekín 2008. Sin embargo, en sus terceros Juegos, el 16 de agosto, Paquillo volvió a repetir la 7.ª plaza obtenida en Sídney 2000, con un tiempo de 1:20:32, a minuto y medio del oro del ruso Valeriy Borchin y a 50 segundos del podio.

Motivado para una cuarta aventura olímpica, Londres 2012, en la campaña de 2009 dio un portentoso salto a los 50 kilómetros, consiguiendo el triunfo en la primera (y única) prueba que disputó –era el Campeonato de España, en San Pedro del Pinatar (Murcia), el 1 de marzo– y la cuarta mejor marca española de todos los tiempos (3:41:02), únicamente por detrás de los mitos Valentín Massana, Jesús Ángel García Bragado y José Marín. Pese a ello, efectuó una nueva comparecencia mundialista –en Berlín (Alemania)– en la distancia de 20 km, saldada con un abandono que, desgraciadamente, no sería el único revés del año, ya que en noviembre su carrera deportiva se vio frenada de golpe al verse envuelto en la Operación Grial contra el dopaje, lo que le acarreó una sanción federativa que le mantuvo alejado de la competición hasta el 6 de marzo de 2011.

Ese día, cumplido el castigo, volvió a marchar en el Campeonato de España, llevado a cabo en la localidad castellonense de Benicasim. Se hizo con un nuevo título nacional en 20 km –el último– deteniendo el cronómetro en 1:22:17, una marca que le otorgaría el 2.º puesto del ranking nacional del año –había sido primero ininterrumpidamente desde 1998 a 2009– y la clasificación para el Mundial de Daegu (Corea del Sur), cuya participación terminó en una nueva retirada.

Desmotivado por todo lo ocurrido y vetado en muchos aspectos, no se colgó un dorsal en toda la campaña de 2012 y a principios de 2013 anunció la retirada como deportista de rendimiento. Actualmente vive en Almería –a donde se mudó tras los Juegos Mediterráneos celebrados allí– y es propietario de una tienda de atletismo llamada Run 04, además de un centro de entrenamiento personal llamado Vida04. Asimismo, es entrenador de varios marchadores de elite (dos guatemaltecos, un ecuatoriano y un irlandés), reseñando que esta faceta técnica también la desarrolló estando en activo pues desde 2006 y hasta la operación antidopaje dirigió el Centro Especializado de Alto Rendimiento de Marcha Manuel Alcalde, ubicado en Guadix.

A modo de resumen final, hay que destacar que, entre las distinciones recibidas, Paquillo es Medalla de Andalucía (2003) e ingresó en 2007 en la Real Orden del Mérito Deportivo, en la categoría de medalla de oro –antes se le había concedido la de plata–, y que a lo largo de su carrera deportiva perteneció a cinco clubes: Sevilla Abierta (1994 a 1996 y 1999 a 2001), Atletismo Veleta de Granada (1997 y 1998), Beep Guadix (2002), Agrupaejido (2003 a 2010) y Run 04 Atletismo (2011 a 2013).

Como corolario, el extraordinario palmarés sénior de este atleta se resume en 3 participaciones en los Juegos Olímpicos, 7 en Mundiales, 3 en Europeos, 4 en la Copa del Mundo, 4 en la Copa de Europa y una en los Juegos Mediterráneos, con un balance de 13 medallas, 7 de ellas de oro. Se alzó además con 13 títulos de campeón de España en las pruebas de 10 (pista), 20 y 50 km, y batió los récords mundiales de 10 km en pista (37:53.09, el 27 de julio de 2008 en Santa Cruz de Tenerife) y 20 km (1:17:22), siendo ambos actuales récords de España –también conserva los de 3 y 5 km en pista, y 10 km en ruta.

En el capítulo de distinciones, cabe destacar que en 1996, 1998, 2002, 2005 y 2006 recibió el Premio Andalucía de los Deportes.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 3 de noviembre de 2020