Francisco Javier Álvarez del Rosario

DEPORTISTAS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS ANDALUCES

Francisco Javier Álvarez del Rosario
Sevilla

Francisco Javier Álvarez del Rosario

07.09.1967

Badajoz

1
Juegos OlímpicosDeporteCategoríaPrueba
Resultado
1988 Seúl (Corea del Sur)Piragüismo_TranquilasMasculinaK-4 1.000 m
Eliminado en semifinales


Biografía de Francisco Javier Álvarez del Rosario

Nuestro protagonista nació el 7 de septiembre de 1967 en Badajoz, pero como él dice “solo soy extremeño de nacimiento”, pues, tras llegar al mundo, su familia –sus padres Francisco y Manuela y sus tres hijos, siendo él el segundo– se trasladó a vivir a Santa Olalla de Cala (Huelva) y luego, cuando el pequeño Javier contaba con ocho años, llegó a Sevilla, escenario en el que nuestro protagonista comenzó su desarrollo deportivo.

Pronto, a los once años, dicho desarrollo se derivó al piragüismo en el Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla, del que sus padres eran socios, como una actividad complementaria al colegio y con un carácter recreacional, lejos de objetivos competitivos, hasta que emerge la figura del que será capaz de convencer a Javier para mayores metas, Pedro Ruiz Ruda, por aquel entonces entrenador del club.

Es con catorce años cuando percibe que puede progresar en el piragüismo y siente el reto de mejorar cada día y medirse con otros palistas. Así, en su segundo año cadete, de la mano de Antonio Rodríguez, como entrenador, obtiene la medalla de bronce en el Campeonato de España en la prueba de K-1 500 metros y el oro en la de K-2 500 con su amigo y compañero Francisco Leal Trujillo. Es el comienzo de la rueda de entrenamientos (en Sevilla) y concentraciones (en la residencia Blume de Madrid) que, dentro del equipo nacional, disfrutará y sufrirá para llegar lo más arriba posible.

Los resultados no se hacen esperar. En 1984 es subcampeón de España júnior en K-1 500 y medalla de bronce en K-1 1.000 y K-2 1.000, y debuta internacionalmente en el Campeonato de Europa júnior, en Múnich (Alemania), donde se proclama campeón continental en K-2 1.000, junto al asturiano Sergio Rubiera. Asimismo, es subcampeón en K-2 500 con el mismo compañero y en K-4 1.000 con el propio Rubiera, el emeritense Fausto Moreno y el madrileño Cristóbal Rionda.

Al año siguiente (1985), mide fuerzas en el terreno mundialista al participar en el Campeonato del Mundo júnior celebrado en Castel Gandolfo (Italia), al lado de Roma y a orillas del lago Albano, logrando la 5.ª plaza en K-2 500, con Francisco Leal, y la 6.ª plaza en K-4 1.000, junto al asturiano Pedro González, el zamorano José Toribio y de nuevo Leal.

Todos los indicadores son buenos para el futuro del andaluz en la categoría sénior, en la que ingresa en 1986 aunque de forma gris por su negativa a formar parte de la concentración permanente del equipo nacional en Madrid, de modo que la actividad del hispalense se centra en el Guadalquivir a las órdenes del olímpico Álvaro López Espejo y dentro de la disciplina de club, tendencia que mantiene en 1987, cuando logra doble título nacional en K-2 500 y K-2 1.000, medalla de plata en K-4 1.000 y, sobre todo, retorna al equipo español, debutando en la Regata de Holstebro (Dinamarca).

Con tales méritos, es incluido en la convocatoria de la Real Federación Española de Piragüismo para una concentración permanente de la que habría de salir la composición del K-4 nacional que acudiría a los Juegos de Seúl 1988. Esta vez el sevillano sí acepta y desde septiembre de 1987 a septiembre de 1988 se prepara a conciencia para ser olímpico, cosa que finalmente logra siendo uno de los seleccionados junto al también sevillano Fernando Fuentes, el zamorano Juan José Román y el vallisoletano Juan Manuel Sánchez.

El K-4 nacional debutó el 27 de septiembre en el campo de regatas de Misari alcanzando la 4.ª posición, entre 6 barcos, en la tercera y última regata de la primera ronda. Por tanto, hubo de acudir a la repesca del día siguiente, fase en la que logró el objetivo de pasar a semifinales tras acabar 2.º en la segunda serie. Por último, el 29 de septiembre, el bote español concluyó 5.º y último de su serie y quedó fuera de la final (pasaban los tres primeros de cada una de las tres regatas), con el 11.º mejor tiempo. Había 18 embarcaciones y Hungría obtuvo el título.

Con 21 años recién cumplidos y la motivación de haber estado en una Villa Olímpica, Barcelona 1992 debía haber sido la siguiente estación en la carrera del andaluz y, de hecho, comenzó muy bien el nuevo ciclo olímpico al ser seleccionado para el Campeonato del Mundo absoluto de 1989, en Plovdiv (Bulgaria), donde alcanzó las semifinales en K-4 en las distancias tanto de 500 como de 1.000 metros. Ese mismo año se alzó además con la medalla de oro en K-2 500 y la de plata en K-1 500 en el Campeonato de España.

No obstante, las discrepancias con la federación con respecto a las concentraciones retornan en 1990 y ello le aleja irremisiblemente del equipo nacional, pese a mantener un buen nivel de forma, lo que acredita con la medalla de oro en el Campeonato de España en la prueba de K-1 500. Finalmente en 1992, el año olímpico, decide poner punto y final a su faceta de deportista de alta competición y seguir vinculado a su deporte como técnico hasta 2004, formando palistas en el Círculo Mercantil e Industrial y la Federación Andaluza de Piragüismo.

Paralelamente al deporte, obtuvo la licenciatura en Empresariales y ha desarrollado su faceta profesional como funcionario del Estado y gerente de una empresa familiar. Javier Álvarez reside en la actualidad en el municipio sevillano de Espartinas junto a su mujer, Nuria, y a sus dos hijos, Javier y Celia.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 3 de diciembre de 2020