Félix Gancedo Gómez

DEPORTISTAS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS ANDALUCES

Félix Gancedo Gómez
Olímpico

Félix
Gancedo

Málaga

Félix Gancedo Gómez

18.09.1940

Málaga

3
Juegos OlímpicosDeporteCategoríaPrueba
Resultado
1968 Ciudad de México (México)VelaMixtaFlying Dutchman
Puesto 11
1972 Múnich (Alemania Federal)VelaMixtaDragón
Puesto 15
1976 Montreal (Canadá)VelaMixtaTempest
Puesto 9


Biografía de Félix Gancedo Gómez

Nacido el 18 de septiembre de 1940 en Málaga, Félix Gancedo es, sin duda, uno de los grandes regatistas de la historia del deporte andaluz. Dos veces campeón universal absoluto, cuatro continental y nacional en multitud de ocasiones, empezó a practicar deporte desde muy temprana edad siempre en alianza con el medio acuático y su club de toda la vida, el Mediterráneo de Málaga.

Hijo de navegantes –su padre, Félix Gancedo Sáenz, destacó en tales lides y su madre, Soledad, también hizo sus pinitos en la clase snipe– y criado en el barrio malagueño del Limonar junto a sus siete hermanos, con 15 años inició su largo idilio en la división snipe gracias al regalo de un barco de este tipo que les hizo, a él y a su hermana, su tía María Antonia. Un balandro que, como recuerda nuestro protagonista, costó 13.000 pesetas y al que bautizaron Marisol. A bordo de esta embarcación de categoría no olímpica, el malagueño comenzó a experimentar las sensaciones que terminarían por apasionarle por la vela y que le llevarían a emprender la faceta competitiva, en cuyos inicios tuvo la ayuda de Manuel Pico y su tío Carlos Gómez Raggio, otro insigne patrón de vela ligera. Al año de aquel regalo debutó (1956) como patrón en regatas oficiales y en 1958 participó por primera vez en un Campeonato de España.

Sin embargo, a pesar de su talento para la navegación, otro deporte ocupaba los sueños de juventud de Gancedo: el remo. Miembro de la incipiente formación del Real Club Mediterráneo, que estaba dirigido técnicamente por Alfonso Queipo de Llano, Félix fue partícipe de la obtención del primer título nacional del club andaluz en cualquiera de sus secciones, cosa que sucedió en Sevilla en 1961 durante el Campeonato de España de Yolas, en el que Gancedo, Antonio Rodríguez Sales y el timonel Ángel Nieto se impusieron en la prueba de “dos con” a bordo de una yola adquirida expresamente para dicho objetivo, la Bolgani.

Animado por este éxito, Félix intensificó su preparación física en el gimnasio del club y preparó el asalto a botes de rango olímpico, concretamente el skiff, con el anhelo de estar en los Juegos de Tokio 1964. Al final, España no envío a ningún remero a aquellas Olimpiadas, pero, de haberlo hecho, nuestro protagonista hubiera sido uno de los aspirantes no en vano en 1964 se proclamó en Sevilla campeón de España de skiff, medalla de oro con la que se resarció de la decepción sufrida un año antes en el Nacional celebrado en Tudela (Navarra), cuando se alzó con la medalla de bronce luego de ver como el campeón y el subcampeón se salían del recorrido sin ser penalizados por los jueces.

Sin embargo, cuando llegó el título nacional en remo nuestro atlético biografiado –a sus 24 años derrochaba potencia física– ya tenía su corazón dividido, pues la vela estaba ocupando cada vez más horas de su tiempo tanto por el entrenamiento como por la competición. Así, ese mismo año de 1964, obtuvo la medalla de plata –31 de julio en Barcelona– en el Campeonato de España de la clase snipe como tripulante del balandro Rocío III de Pedro Casado Bolín y al lado de otro socio del club, Gonzalo Fernández de Córdova, duque de Arión, hizo las mismas funciones de proel en la consecución del título nacional de la clase flying dutchman, en Vigo (Pontevedra), significando este triunfo el comienzo de una estrecha colaboración competitiva que se prolongaría durante años para bien del deporte andaluz.

Esta primera medalla de oro en el Campeonato de España motivó la inclusión del binomio en el plan específico de la federación española para la preparación de las Olimpiadas de Tokio 1964 –una especie de equipo preolímpico–, si bien, al término de las pruebas señaladas, la dirección técnica nacional decidió desplazar a Japón solo un regatista, Juan Olábarri, en finn, lo cual provocó en Félix Gancedo una segunda decepción. No sería olímpico, por el momento, ni en remo ni en vela.

En el nuevo período olímpico, el andaluz se centró de forma exclusiva en la vela, cuya práctica empezó a compaginar con su trabajo directivo en los Almacenes Félix Sáenz, propiedad de su tío, aunando durante muchos años desempeño profesional por la mañana, navegación en la bahía de Málaga al mediodía y preparación física en el gimnasio por la tarde.

En estas condiciones, Gancedo obtuvo su primer resultado relevante internacional en 1965, siendo 5.º en el Campeonato del Mundo de Snipe disputado en Las Palmas de Gran Canaria, actuando de proel del patrón Pedro Casado, del que tanto aprendió. Más adelante, no logró acompañar al duque de Arión en su nuevo triunfo en el Campeonato de España de flying dutchman –en 1967 en Palamós, con Antonio Rodríguez de tripulante–, pero regresó a sus funciones en el Campeonato del Mundo celebrado en octubre de 1967 en Montreal (Canadá) –solo acudieron dos barcos españoles y ellos fueron los mejores– y durante toda la intensa temporada de 1968, que culminó en la victoria en el Nacional de Arenys de Mar (Barcelona) y la designación como barco representante de España en los Juegos, en detrimento de los también malagueños Casado y Rodríguez, los otros mundialistas.

En la sede olímpica de vela de México 1968, en la ciudad pacífica de Acapulco, Gonzalo Fernández de Córdova, como patrón, y Félix Gancedo, como tripulante, sumaron 101,7 puntos en las 7 regatas programadas, lo que les otorgó el 21 de octubre el 11.º puesto final (entre 30 barcos), lejos de los vencedores, los británicos Rodney Pattison e Iain MacDonald-Smith, que terminaron con 3,0 puntos.

Tras la maravillosa experiencia en los Juegos, nuestro protagonista continuó sus entrenamientos en el mar pero abrió una nueva etapa, que resultaría larga y fructífera, en la clase que le vio nacer como navegante, la snipe. Una clase no incluida en el programa olímpico, si bien ello no obstaculizó al malagueño para volver a cruzar en dos ocasiones el umbral de la Villa Olímpica, relato que dejamos para más adelante. Ahora nos centramos en el dominio que el andaluz ejerció en esta división de la vela ligera y que comenzó en 1969, con la consecución de su primera medalla de oro en el Campeonato de España, que tuvo lugar en La Manga del Mar Menor, en Murcia.

En la máxima competición nacional totalizó nada más y nada menos que 15 títulos de campeón de España y 2 subcampeonatos, siempre a bordo de su Gran Numa –bautizó su barco con el nombre del león protagonista de El libro de la selva– y con diversos tripulantes. Ganó en La Manga 1969 (con Antonio Burgos), Santander 1970 (Burgos), Palma de Mallorca 1971 (Burgos), La Coruña 1972 (Burgos), Málaga 1973 (Rafael Parga), Gijón 1974 (Javier Otero), Santiago de la Ribera 1975 (Manuel Bernal), Ciudadela 1977 (Bernal), Valencia 1978 (Carlos Llamas), Melilla 1979 (Llamas), Vigo 1980 (José Huertas), Santander 1981 (Llamas), Almería 1983 (Llamas), Villagarcía de Arosa 1985 (Rodrigo Marques) y, definitivamente, La Coruña 1990 (Jesús Vilar). Y fue medalla de plata en Cartagena 1982 y Gijón 1986, ambas con Carlos Llamas e inscribiendo en 1982 al barco como El Viejo Numa.

Incontestable en España, en el ámbito internacional Gancedo se mostró igualmente como un competidor feroz, atesorando 3 títulos de campeón del mundo y 4 de campeón de Europa. Por partes. En el Campeonato del Mundo absoluto, ganó la medalla de oro en Málaga 1973, con Rafael Parga, y en Punta del Este (Uruguay) 1975, con Manuel Bernal. Además, se hizo con la medalla de plata en Long Beach (Estados Unidos) 1981, con Carlos Llamas; con la medalla de bronce en Río de Janeiro 1971, con Antonio Burgos; y con la 4.ª posición en Buenos Aires 1985, con Llamas. A estos cuatro metales absolutos, unió en 1991 el título de campeón del mundo máster en Santiago de la Ribera (España), al lado de Carlos Llamas. Para valorar el calado de los logros de Gancedo, reseñar que en la historia del Mundial absoluto masculino de snipe solo ha habido tres triunfos españoles, correspondiendo, como ha quedado indicado, dos de ellos al malagueño.

Por su parte, en el Campeonato de Europa absoluto, Félix Gancedo se alzó con la victoria en Oporto 1972, Hangö (Finlandia) 1974, Valencia 1978 y Oporto 1990, teniendo como tripulantes a Rafael Parga, Javier Otero, Carlos Llamas y Jesús Vilar, respectivamente, y subió al podio como subcampeón en Le Havre (Francia) 1976, junto a Manuel Bernal.

Para cerrar el repaso a su hegemonía en la clase snipe, indicar que Gancedo y Llamas se impusieron en 3 ediciones del Trofeo Princesa Sofía, tales fueron las de 1978, 1980 y 1982. En dicho evento internacional, celebrado cada año en Palma de Mallorca, nuestro olímpico estrenó su casillero de triunfos –total de cuatro– en 1973, cuando llevó a la victoria, junto a Juan Carlos de Borbón y el duque de Arión, al barco Fortuna, de la clase dragón. Ello nos sirve para introducir la reseña de la participación de Félix Gancedo en los Juegos Olímpicos de Múnich, un año antes, la cual se produjo a bordo de este mismo barco y junto a los mismos compañeros.

Para la designación del barco que habría de representar a España en esta clase en la rada olímpica de Kiel, en septiembre de 1972, la federación española estableció cinco regatas selectivas, en las cuales el Fortuna –patroneado por el entonces príncipe Juan Carlos de Borbón, con el malagueño Gonzalo Fernández de Córdova, duque de Arión, de medio, y fundamentalmente Francisco Viudes, de proel– se ganó sobradamente la plaza.

Ya con vistas a la mejor preparación de los tres barcos españoles clasificados para los Juegos –un dragón, un soling y un finn–, la federación desplazó a Alemania una flotilla de adiestramiento compuesta por otras tantas embarcaciones, una por cada clase participante, hallándose en dicho equipo complementario Félix Gancedo como tripulante proel del dragón Presumido, patroneado por Francisco Blasco. En estas circunstancias, ya en Kiel y durante la disputa de una regata preparatoria entre los 23 balandros participantes en la competición olímpica de dragón, el 25 de agosto, Paco Viudes sufrió una lesión y ello obligó a su inmediata sustitución por su homólogo en el barco complementario de entrenamiento, que no era otro que nuestro protagonista, a solo 4 días de la primera regata olímpica, prevista para el 29 de agosto.

Así pues, enrolado en el Fortuna, de nuevo al lado de su amigo Fernández de Córdova y estrenándose con el futuro rey de España, Gancedo participó en sus segundos Juegos Olímpicos, los cuales concluyó el 8 de septiembre logrando, al término de la séptima y última regata, la 15.ª plaza (entre 23 barcos), con 111 puntos, habiendo vencido los australianos John Cuneo, Thomas Anderson y John Shaw, con 13,7 puntos.

La escasa conjunción del trío, con tan pocos días de entrenamiento, fue determinante en el resultado, aunque aquella experiencia unió a los tres navegantes que, como ha quedado indicado, repitieron experiencias competitivas en el Trofeo Princesa Sofía y en el Campeonato de España de la clase dragón, en el que se impusieron en 1974 y 1975.

Así las cosas, con todo el conocimiento posible, siendo un referente de la vela española, europea y mundial, Félix Gancedo llegó a un nuevo año olímpico, el de 1976, en el que fue designado patrón del barco español que participaría en la clase tempest –clase efímera en el programa olímpico pues solo estuvo en 1972 y 1976– en los Juegos de Montreal, donde su experiencia en barcos de dos navegantes se consideró podía ser decisiva. Así fue. Ejerciendo de patrón, con Jesús Turró Homedes de tripulante y tras siete días de competición en la sede de Kingston, el binomio rozó el diploma olímpico –acabó 9.º entre 16 barcos–, con 99 puntos acumulados, por los 14 de los campeones, los suecos John Albrechtson e Ingvar Hansson.

Después de estos Juegos, Gancedo se despidió el equipo olímpico español –sorprendido por la “politización” que estaba adquiriendo su deporte–, aunque siguió compitiendo en vela ligera hasta los años noventa, a partir de los cuales se mantuvo unido a su querido mar disfrutando de la navegación como ocio y competitivamente como tripulante de balandros de clase superior, cruceros, habiendo contribuido a distintos triunfos en 15 ediciones de la Copa del Rey de Vela.

En el capítulo de distinciones, destacan en la sala de trofeos de Gancedo la medalla de oro de la Real Orden del Mérito Deportivo, el Premio Nacional del Deporte de 1975 y el Premio Andalucía de los Deportes en 1990 y 2002, así como la designación por el Ayuntamiento de Málaga como el mejor deportista malagueño de todos los tiempos.

Actualmente, ya jubilado, Félix Gancedo continúa viviendo en su ciudad natal y disfruta de sus aficiones, la cría de periquitos, loros, cotorras y otras especies, y el coleccionismo de minerales, así como de la navegación recreativa en su club, el Real Club Mediterráneo, del que fue presidente del 5 de abril de 1991 al 5 de abril de 1995. En el ámbito personal, Félix Gancedo se ha casado en dos ocasiones –con Victoria y Tania– y tiene tres hijos, Patricia y Félix, del primer matrimonio, y Gonzalo, del segundo, ninguno de los cuales se ha dedicado a la vela.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 14 de diciembre de 2020