Carlos Luis Carreño Cejudo

DEPORTISTAS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS ANDALUCES

Carlos Luis Carreño Cejudo
Almería

Carlos Luis Carreño Cejudo

19.04.1973

Almería

1
Juegos OlímpicosDeporteCategoríaPrueba
Resultado
2000 Sídney (Australia)VoleibolMasculinaVoleibol
Puesto 9


Biografía de Carlos Luis Carreño Cejudo

Nacido el 19 de abril de 1973 en Almería, cuarto de los seis hijos que tuvieron sus padres, Juan Felipe y Antonia, este espigado –más de dos metros de bondad–, trabajador y comprometido jugador de voleibol desarrolló su infancia por las calles almerienses como todos los chicos de su edad, aunque en su caso tuvo la fortuna de la genética y de encontrarse en el Colegio Público Azcona con un profesor que determinó su vida voleibolística.

Este no fue otro que Moisés Ruiz Tocón “Moi”, quien inició y entusiasmó a Charly en los procedimientos y en el juego de voleibol a una edad muy temprana, once años, y a pesar de las preferencias de Carlos por el baloncesto. Así, en la etapa de los 11 a 15 años, nuestro protagonista fue progresando en las categorías infantil y cadete, en las que compitió por el Colegio Público La Aneja, antesala de su paso al Club Estudiantes de Almería y, posteriormente, Caja Almería.

Siendo cadete, disfrutó de la primera llamada a una concentración de perfeccionamiento, la organizada en El Puerto de Santa María (Cádiz) del 26 al 31 de diciembre de 1988 por la Federación Andaluza de Voleibol en su afán de búsqueda de nuevos talentos del voleibol. Allí, Carlos, además de entrenar y competir, hizo amigos para toda una vida, tales fueron David Díaz, Óscar Villegas o David González. Al año siguiente, asistió a una nueva concentración, esta vez de carácter nacional, del 1 al 15 de agosto en León, y con consecuencias significativas pues al término de la cual fue seleccionado para la concentración permanente de Palencia, donde la Real Federación Española de Voleibol concentraba a sus talentos. Tras las dudas iniciales de sus padres, Carlos marchó a la Meseta para completar nada menos que tres temporadas (1989-1990, 1990-1991 y 1991-1992) en aquel foco del voleibol español, tres años en los que el diamante almeriense sería pulido por el entrenador, padre deportivo y consejero José Miguel Serrato, asistido por Jesús Merino.

Consecuencia de todo ello, Carlos Carreño se hizo un jugador fundamental en el entorno de los equipos nacionales y en el ámbito de club. Centrándonos en este último para desarrollar posteriormente el primero, reseñar que, luego de conseguir la medalla de plata en el Campeonato de España juvenil de 1992, en Tenerife, con el CV Unicaja Almería, el central debutó en el primer equipo del club almeriense en la temporada 1992-1993, siendo aún júnior. Fue la primera de las 13 campañas que Carreño jugó en el equipo de sus amores y en el que se retiró a la conclusión de la 2005-2006, destacando la excepción de la temporada 1996-1997, en la que se alistó en el CV Gran Canaria.

El balance con el CV Unicaja es esplendoroso. En el ámbito doméstico, a las órdenes de entrenadores como Fernando Muñoz, Axel Mondi o Piero Molducci, conquistó 7 campeonatos de Superliga (1998, 2000, 2001, 2002, 2003, 2004 y 2005) y un subcampeonato (1993), 5 ediciones de la Copa del Rey (1995, 1998, 1999, 2000 y 2002) y un 2.º puesto (1993), y 2 ediciones de la Supercopa (2002 y 2003). En el terreno continental, brilla con luz propia el 2.º puesto alcanzado en la Copa de Europa de Campeones –actual Liga de Campeones de la CEV– del año 1998, luego de perder en la final celebrada en Novi Sad (Serbia) ante el Casa Unibon de Módena (Italia) por 1-3, éxito que sigue siendo el máximo logro internacional de un club español. Asimismo, en 2001, el CV Unicaja fue 3.º en la Top Teams Cup, denominación por entonces de la Recopa de Europa –actual Copa CEV. Por su parte, en el único año con el CV Gran Canaria, logró la Copa del Rey (1997), batiendo en la final al propio Unicaja.

Volviendo atrás, comenzamos en 1991 el repaso a la trayectoria de Carreño como jugador del equipo nacional. Ese año logró la medalla de plata con la selección juvenil en la primera Concentración Olímpica de la Juventud, celebrada en Palencia, y al año siguiente obtuvo el mismo metal en el Campeonato de Europa júnior, en Polonia. Destacar que ese año de 1992 se incorporó a la selección absoluta que estaba preparando la participación en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, si bien su juventud y falta de experiencia competitiva en el nivel sénior le imposibilitaron el acceso al equipo olímpico.

En 1993, el andaluz se despidió del combinado júnior, llegando a las 120 internacionalidades en el Campeonato de Mundo júnior de Argentina, en el que España ocupó la 9.ª plaza, y se integró plenamente en la selección absoluta, con la cual enlazaría en las campañas siguientes el 10.º puesto en la Universiada de Búfalo (EEUU) 1993, la medalla de oro en la Spring Cup de Brno (Chequia) 1994, la medalla de plata en la Universiada de Fukuoka (Japón) 1995, la 7.ª posición en la Liga Mundial 1995 –debut de España– y la 10.ª plaza en la Liga Mundial de 1996.

Ausente España de los Juegos Olímpicos de 1996, Carlos y sus compañeros iniciaron el camino hacia los siguientes, los de Sídney 2000, con más ganas que nunca y, consecuencia de ello, firmarían el más notable ciclo olímpico del voleibol nacional, a las órdenes del seleccionador Raúl Lozano. Muestra de ello, los puestos en la Liga Mundial (9.º en 1997, 8.º en 1998, 5.º en 1999 y 11.º en 2000), el debut tanto en el Campeonato del Mundo (8.º en Japón 1998) como en la Copa Mundial (6.º en Japón 1999) y, fundamentalmente, la primera posición en el Torneo Preolímpico de Atenas, del 24 al 26 de julio, ante Túnez, Grecia y China, lo que otorgó a España el ansiado billete olímpico para Sídney 2000.

Para los Juegos, Carreño fue seleccionado junto a Alexis Valido, Cosme Prenafeta, Enrique de la Fuente, Ernesto Rodríguez, José Antonio Casilla, José Luis Moltó, Juan Carlos Robles, Luis Pedro Suela, Rafa Pascual y los también andaluces Miguel Ángel Falasca y Juanjo Salvador. Un solvente equipo que aspiraba al diploma, pero que quedó apeado de la competición tras la primera fase, en la que ganó a Egipto (3-0) y cayó derrotado ante Cuba (1-3), Australia (1-3), Brasil (1-3) y Holanda (1-3), lo que la situó en el 5.º y penúltimo puesto del grupo A, fuera de los cuatro primeros que accedían a cuartos de final. El torneo olímpico de voleibol, disputado del 17 de septiembre al 1 de octubre, contó con 12 selecciones en liza y fue ganado por Serbia y Montenegro.

La decepción olímpica del voleibol español en Sídney se prolongó durante los posteriores ciclos, pues el equipo nacional nunca más ha participado en los Juegos. En el primero de los intentos, para Atenas 2004, Carreño integró el conjunto que acudió al Preolímpico de Madrid y que, ante Camerún, Cuba y Holanda, no pudo lograr la clasificación. Fue el agrio final a cuatro años notables para la selección: 5.ª en los Juegos Mediterráneos de Túnez 2001, 13.ª en el Campeonato del Mundo de Argentina 2002, 8.ª en el Campeonato de Europa de Alemania 2003 y puestos notables en la Liga Mundial (9.ª en 2001, 5.ª en 2002 y 2003 y 7.ª en 2004).

Con 32 años, Carreño apuró su trayectoria en la selección para participar en los Juegos Mediterráneos de Almería 2005, en casa. Allí, España logró la medalla de plata tras caer en la final (2-3) ante Egipto. Una final muy significativa para Charly, pues luego de ese 3 de julio de 2005 anunció su retirada como jugador internacional tras más de 300 internacionalidades absolutas.

Dicho queda que permaneció un año más como jugador de club, en las filas del CV Unicaja, entidad en la que a partir de la temporada 2006-2007 ejerció como segundo entrenador, asistiendo a técnicos como Óscar Novillo o Axel Mondi, y como titular año y medio, en la 2008-2009 y 2009-2010, logrando el título copero en ambos cursos y la Supercopa 2010. En la temporada 2011-2012 se pasó al banquillo de un equipo femenino, el CV Alcobendas, con el que se anotó la Copa; y en las dos siguientes estuvo al frente del CV Murillo riojano, con el que conquistó el triplete en la campaña 2013-2014: Supercopa, Copa de la Reina y Superliga femenina.

En la campaña 2014-2015 se volvió a pasar al voleibol masculino tras fichar por el CV CAI Teruel, con el que se apuntó la Copa del Rey y la Supercopa, pero el siguiente ejercicio no lo pudo completar, ya que fue destituido en marzo de 2016 tras caer en la final copera. Así, en la temporada 2016-2017 marchó a Ginebra (Suiza) para asumir el puesto de primer entrenador del Chênois Genève Volley, en el que estuvo durante cuatro años, hasta la 2019-2020.

A la espera de encontrar un nuevo banquillo, Carlos sigue residiendo en su Almería natal y es padre de cuatro hijos fruto de sus dos matrimonios.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 18 de diciembre de 2020