Alfredo
Girón
Alfredo Girón Sopeña
10.02.1975
Sevilla
Juegos Olímpicos | Deporte | Categoría | Prueba | Resultado |
---|---|---|---|---|
1996 Atlanta (EE.UU.) | Remo | Masculina | Cuatro sin timonel peso ligero | Puesto 14 |
Biografía de Alfredo Girón Sopeña
Nacido el 11 de febrero de 1975 en Sevilla, hijo de José María y Amparo y el menor de cuatro hermanos, todos varones, los comienzos de Alfredo en la práctica deportiva se produjeron en su primer colegio, el San José Sagrados Corazones, aunque en una disciplina muy lejana por sus características –el voleibol– a la que marcaría su futuro y sería su pasión: el remo.
Socio del Real Círculo de Labradores, en este club se inició en la natación, pero definitivamente se acercó a los pantalanes a través de unos cursos de aprendizaje que fueron la antesala a su decisión, en otoño de 1987 y con 12 años, de comprometerse con los entrenamientos del equipo de remo. Los inicios de Alfredo fueron, pese a todo, difíciles. La dureza de este deporte se le hizo excesiva y la continuidad en los entrenamientos muy cuesta arriba, de modo que la integración en el equipo fue, cuando menos, compleja. Esta circunstancia, unida a una enfermedad transitoria, provocó que, a su regreso al club, se encontrase con la sorpresa de que los responsables técnicos le habían apartado del equipo de remo, además de sugerirle la búsqueda de otra actividad física. Este revés motivó que el sevillano cambiase de club pero no de deporte.
De esta forma tan accidentada empezó su etapa en el Club Náutico Sevilla, donde hizo borrón y cuenta nueva y encontró un entorno mas afín, al lado de su amigo, el también remero Juan Manuel Florido Pellón, y a las órdenes de dos entrenadores, Jerónimo Romero Alonso y Valle García Pujol. Ello acarreó progresivas mejorías en el rendimiento y, a la larga, resultados positivos, tales como las medallas de oro en cuatro con timonel y ocho con timonel en el Campeonato de España cadete de 1991, en Villafranca de Álava, o los logros en sus dos años de juvenil: medalla de bronce en cuatro con timonel en el Campeonato de España de 1992, medalla de oro en dos sin timonel en el certamen de 1993 y 5.º clasificado en cuatro sin timonel en el Campeonato del Mundo juvenil de 1993, en la localidad noruega de Aarungen.
En 1994, accedió a la fase de la verdad: la categoría sénior. La adaptación en esa primera campaña entre los grandes fue difícil aunque satisfactoria merced a la medalla de plata en cuatro sin timonel ligero en la Regata Internacional de Piediluco (Italia), la 4.ª posición en dos sin timonel en el Campeonato de España, la 4.ª plaza en ocho con timonel ligero en la Regata Internacional de Lucerna (Suiza) y el 8.º lugar en este mismo bote en su primer Campeonato del Mundo absoluto, celebrado en Indianápolis (Estados Unidos).
Al año siguiente (1995), el hispalense subió un nivel en el Campeonato de España –medalla de oro en cuatro sin timonel y medalla de plata en ocho con timonel– y regresó al Mundial, esta vez celebrado en Tampere (Finlandia), donde, junto a Raimundo Piera y los también sevillanos Tata Florido y Fernando Molina, se alzó con un valiosísimo 8.º puesto en “cuatro sin” ligero, ya que tal posición otorgaba la clasificación –no nominal, sino la del bote– para los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996.
Por tanto, ese año olímpico, nuestro protagonista debió sacrificarlo todo en su búsqueda de la gloria deportiva. Amigos, familia, estudios y ocio pasaron a un segundo plano en las prioridades de Alfredo, quien debió rendir al máximo para buscarse su sitio en el barco clasificado, tanto en la concentración casi permanente del equipo nacional como en las competiciones que actuaron a modo de examen, tales fueron la FISA Team Cup de Sevilla y la regata de Lucerna. Afortunadamente para él, todo salió según sus deseos y logró el merecido y ansiado privilegio de participar en los Juegos, formando equipo con el tarraconense David Morales Paz y los sevillanos Fernando Climent y Juanma Florido.
Un cuarteto ligero que, en la sede olímpica del Lago Lanier, se clasificó 4.º en la serie 2 de primera ronda, lo que le obligó a buscar el pase a semifinales en la repesca. Clasificaban los 3 primeros de cada una de las dos series y en la segunda regata, con 4 botes, los españoles fueron 4.º y últimos a 20 centésimas del pase. Por tanto, cerraron su actuación remando el 28 de julio la final C, que concluyeron en 2.º lugar (de 5), tras Rusia, y logrando el 14.º puesto global de la prueba, entre 17 barcos.
Tras la cita olímpica, el joven Alfredo –21 años– prosiguió su carrera deportiva de entrenamientos, viajes y competiciones y continuó engrosando su palmarés. En 1997 permaneció en el barco que le dio la oportunidad de estar en los Juegos, el cuatro sin timonel ligero, y sumó dos nuevos metales a su colección: medalla de bronce en los Juegos Mediterráneos de Bari y medalla de plata en el Campeonato de España de Villafranca de Álava. Sin embargo, en 1998 pasó a embarcar en el ocho con timonel ligero español, donde se mantendría hasta 2000 con éxitos tales como la medalla de bronce en la Copa del Mundo de Múnich 1998, la 4.ª posición en la Copa del Mundo de Lucerna 1998, el 5.º puesto en el Campeonato del Mundo de Colonia 1998, la medalla de bronce en la Copa del Mundo de Hazewinkel 1999, la 5.ª plaza en la Copa del Mundo de Lucerna 1999, el 6.º puesto en el Mundial de de St. Catharines (Canadá) 1999 y el 9.º lugar en el Mundial de Zagreb 2000, que fue su última competencia internacional.
En 2000, conquistó las últimas medallas –oro en dos sin timonel y cuatro sin timonel- en el Campeonato de España, que de nuevo se llevó a cabo en Villafranca de Álava, y en 2001 llevó a cabo su retirada tras el certamen nacional, disputado en el lago de Bañolas (Gerona).
Al abandono de la práctica como remero de rendimiento, siguió una etapa de entrenador de remo, en la que dio muestras de sus conocimientos, experiencias y responsabilidad, y el comienzo de otra preparación exigente, como fue la de las oposiciones a profesor de Educación Física en secundaria, a las que optó gracias a su licenciatura de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Aprobadas, empezó a ejercer en el Instituto Francisco Rivero, en la localidad sevillana de Los Molares, y en la actualidad lo hace en el IES Gelves de la localidad homónima.
Entre otras facetas de su nueva etapa vital, siguió practicando diversas actividades físico-deportivas, aunque con más dedicación en el acrosport (gimnasia acrobática), en el que llegó a competir en el ámbito nacional durante una década, llegando a colgarse una medalla de plata en la primera edición del Campeonato de España, en 2004. Más tarde, pasó a practicarlo asiduamente como ocio y ejerció de directivo en el Club Acrosport Sevilla.
Tras esta experiencia, en 2009 retornó al remo en la categoría de veteranos, llegando a participar junto a antiguos compañeros en los Nacionales y logrando alguna que otra medalla. En la actualidad, sigue así dedicando tiempo a su deporte y a su familia, su mujer Natalia y sus hijos, Alejandro, Guillermo y Mateo, con quienes reside en el municipio de Tomares.
Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 8 de diciembre de 2020