María Dolores Pulido Fernández

DEPORTISTAS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS ANDALUCES

María Dolores Pulido Fernández
Olímpica

Lola
Pulido

Granada

María Dolores Pulido Fernández

01.10.1974

Mahón (Islas Baleares)

1
Juegos OlímpicosDeporteCategoríaPrueba
Resultado
2004 Atenas (Grecia)AtletismoFemeninaMaratón
Puesto 37


Biografía de María Dolores Pulido Fernández

Menorquina de nacimiento –vino al mundo el 1 de octubre de 1974 en Mahón, donde entonces residían sus padres, Sebastián y Paqui–, al mes de nacer Lola, debido a un nuevo traslado laboral de su padre, ya vivía junto a sus tres hermanos –incluida la gemela Teresa– en Mancha Real (Jaén), localidad serrana de la que es originaria su familia y donde crecería, estudiaría, viviría y conocería, como Teresa, el atletismo, disciplina en la que se convirtió en atleta de primer nivel cuando mudó a La Zubia para estudiar en la Universidad de Granada. Todos ellos, fortísimos vínculos vitales con Andalucía a los que nuestra protagonista suma el sentirse plenamente jiennense y andaluza.

Como cualquier chica de su edad, Lola se familiarizó con el deporte en la escuela, concretamente en el Colegio Público Sixto Sigler de Mancha Real, donde tocó prácticamente todos los deportes posibles en su entorno dentro de la asignatura de Educación Física. Con 13 años, formaba parte del equipo de voleibol del centro pero, como ella afirma, necesitaba algo más de movimiento y, por ello, un día empezó a correr.

Aquella disposición se vio refrendada ya en el Instituto Sierra Mágina cuando su profesora de Educación Física, Noly, quedó estupefacta ante sus dotes para la carrera al batir en una prueba de 1.000 metros a todos los chicos de la clase. La propia profesora le sugirió que buscase un club para encauzar aquel potencial, pero la propuesta se topó con la realidad local de la falta de medios y de lugares para entrenar, ya que incluso le cerraban el polideportivo. No obstante, el deseo de correr de Lola y de su hermana Teresa eran tales que las gemelas buscaban caminos para hacer entrenamientos personales, según su propio criterio.

Fue a partir de 1991 cuando nuestra menuda (1,60 metros de estatura) y delgadísima corredora (apenas 41 kilos de peso) –fondista vocacional y física– encontró la planificación y dirección que anhelaba al marchar a Granada para llevar a cabo los estudios universitarios de Farmacia –que abandonó– y, más tarde, Magisterio en la especialidad de Educación Física –diplomatura que sí obtuvo. Allí, en la capital nazarí, Lola formalizó su primera licencia federativa, causando alta en el Club de Atletismo Caja de Jaén, y pasó a la tutela técnica del zubiense Antonio Molina Vargas, hermano del olímpico Enrique Molina y cuya entrega, entusiasmo, confianza y rigor determinaron por completo el futuro atlético de nuestra biografiada.

Pese a todo, el acceso de Lola a la elite se hizo esperar y hasta la temporada de 1999, con 25 años y en las filas del CA Chapín de Jerez de la Frontera, no apareció en el ranking anual español, concretamente en la distancia de 5.000 metros, si bien su verdadera presentación se produjo en 2000 cuando logró el 19.º mejor tiempo de la temporada en 5.000 (16:33.35) y el 20.º en 10.000 (33:37.37), mientras en campo a través destacaba en pruebas internacionales como las de Elgoibar, Alcobendas o San Sebastián.

En plena progresión, al año siguiente (2001), en las filas del CD Universidad de Santiago de Compostela –donde coincidió con su hermana–, acabó 9.ª del año en 5.000 (16:01.59), 5.ª en 10.000 (33:28.15) y debutó en la media maratón (1:13:03). Asimismo, efectuó la temporada invernal de campo a través, en la que se hizo con la medalla de bronce en el Campeonato de España absoluto, en El Burgo (Pontevedra), y representó por primera vez a España en el Campeonato del Mundo de cross, en Ostende (Bélgica), donde concluyó 60.ª en la prueba larga.

Afectada por un caso de dopaje ese mismo año de 2001 –dio positivo por el anabolizante norandrosterona– y aunque la atleta negó haber consumido sustancias ilegales y culpó del positivo a un medicamento prescrito, sufrió dos años de sanción que la jiennense dejó atrás firmando una formidable campaña 2004.

Sin tiempo que perder y recuperando el tiempo perdido, valga el juego de palabras, participó en el Campeonato de Europa de Campo a Través –52.ª en Heringsdorf (Alemania)– y, con vistas a preparar la temporada en pista en los 10.000 metros, el 28 de marzo participó en la Media Maratón Azcoitia-Azpeitia, efectuando, para sorpresa suya, la segunda mejor marca española de todos los tiempos en esta distancia –actual cuarta–, con un tiempo de 1:10:22, a solo 28 segundos del récord nacional de Rocío Ríos (1997).

Esta marca deparó que su entrenador, Antonio Molina, le propusiese intentar el asalto a la mínima olímpica que exigía la federación española para estar en la prueba de maratón de los Juegos de Atenas 2004 (2:37:00). Una quimera, algo que ni siquiera pasaba por los planes de Pulido, quien, con solo tres semanas de preparación, el 25 de abril se presentó en la primera maratón de su vida, la Maratona Sant’Antonio de Padua (Italia), y logró la medalla de bronce deteniendo el reloj en 2:36:44. El objetivo (inalcanzable) se había conseguido.

Así, el 22 de agosto de 2004, la jiennense-granadina partió junto a otras 81 atletas en la maratón de las Olimpiadas de Atenas y, luego de correr durante 2 horas, 44 minutos y 33 segundos, llegó en el puesto 37.º, siendo la tercera española –tras la gallega María Abel (26.ª) y la madrileña Beatriz Ros (32.ª)– a más de dieciocho minutos de la ganadora, la japonesa Mizuki Noguchi (2:26:20). Terminaron 66 maratonianas.

Con la distinción especial que confiere el haber sido olímpica, en 2005 fichó por el Club Atletismo Olimpo de Cádiz y, continuando con la dirección técnica de Antonio Molina, completó un año intenso y fructífero. En invierno, retornó al Campeonato del Mundo de campo a través (65.ª en la prueba larga), celebrado en Saint-Galmier (Francia). En pista, fue 7.ª en la Copa de Europa de 10.000 metros llevada a cabo en Baracaldo, con un registro de 33:08.75 (marca personal), 5.ª en el Campeonato de España de 10.000, en Avilés, y 7.ª (34:06.77) en los 10.000 metros de los Juegos Mediterráneos de Almería 2005. Por último, en ruta se proclamó en Zaragoza subcampeona de España de media maratón (1:12:30), acudió al Campeonato del Mundo de Media Maratón, en Édmonton (Canadá) –41.ª con 1:16:19– y ganó la Media Maratón de La Rioja, en Logroño.

Con la mirada puesta en los Juegos de la XXIX Olimpiada de Pekín 2008, Lola trasladó su residencia de La Zubia a Soria en 2006, para entrenar con Enrique Pascual Oliva. Defendiendo los colores de los clubes Carrefour Bezana cántabro (2006), Blanc i Blau (2007) y At. Santutxu (2008), el ciclo olímpico de nuestra protagonista tuvo un perfil competitivo bajo, con escasas apariciones en la ruta en 2006 –3.ª en la Media Maratón Azcoitia-Azpeitia y 1.ª en la Media Maratón de Motril– e inédita en 2007.

De esta forma llegó a la decisiva campaña de 2008, en la que el propósito era la materialización de la mínima establecida por la federación española para estar en la maratón olímpica de Pekín 2008, esto es, 2:32:00. Desgraciadamente, sus dos intentos fracasaron: el 13 de abril abandonó en la Maratón de Róterdam (Holanda) y el 27 del mismo mes llegó 2.ª en la prueba de Padua, si bien con una marca (2:39:29) insuficiente para estar en Pekín 2008. Posteriormente, cerró la campaña participando en el Campeonato de España de 10.000 metros (9.ª), en Vigo, y llegando 3.ª en la Maratón de Zaragoza, el 28 de septiembre, su quinta y última maratón.

Con 6 internacionalidades absolutas, 2008 fue el último año de Lola en la elite nacional. A partir de 2009 prácticamente dejó la pista y centró la actividad atlética en la disputa de medias maratones, prueba en la que se labró un buen palmarés defendiendo a los clubes Santutxu (2009 y 2010), Cuevas de Nerja (2011), At. CP Running (2012) y, por último, Skechers Go Run-Nogalte de Murcia (2013, 2014 y 2015). En estas siete temporadas, se impuso en las pruebas de Azcoitia (2009), Pollensa (2009), Pamplona (2010) y Soria (2011, 2013 y 2014), acabó 2.ª en Soria (2012) y La Rioja (2012) y 3.ª en Gijón (2012) y Zaragoza (2012).

Dolores Pulido Fernández puso punto final a su relación con el atletismo de competición en 2015, aunque sigue saliendo a correr todos los días para mantenerse en forma. En la actualidad sigue residiendo en Soria junto a su marido, Juan José, y allí trabaja como enfermera en una residencia de mayores dependiente de la Junta de Castilla y León.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 6 de noviembre de 2020